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27 de febrero de 2023

ANT-MAN Y LA AVISPA: QUANTUMANÍA (2023)


ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún, que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todas formas, lo hará bajo su total responsabilidad.








He tardado una semana, pero ya he visto la tercera entrega de la saga Ant-Man, la cual se estrenó el pasado 17 de febrero en EEUU y más países, incluido España.

Scott Lang (Paul Rudd) se ha convertido en una celebridad tras la batalla contra Thanos y vive una vida feliz con Hope Van Dyne (Evangeline Lilly) al tiempo que recupera el tiempo perdido con su hija, Cassie Lang (Kathryn Newton), aunque esta le pone las cosas difíciles al no parar de meterse en líos por su activismo político. Otra cosa que preocupa a Lang es que Cassie ha estado trabajando con Hank Pym (Michael Douglas) en un dispositivo para comunicarse con el Reino Cuántico. Al enterarse de esto, Janet Van Dyne (Michelle Pfeiffer) entra en pánico y trata de apagarlo, pero entonces se abre un portal y todos son arrastrados hasta el Reino Cuántico. Allí descubren que sus avitantes viven bajo la tiranía de alguien a quién llaman El Conquistador y que de alguna forma está relacionado con Janet, de cuando ella estuvo atrapada en aquel lugar.

Además de ser la tercera entrega de esta saga formada por Ant-Man (2015) y Ant-Man y la Avispa (2018), esta película supone también el inicio de la Fase 5 del Marvel Cinematic Universe, además de la introducción del que será el nuevo gran villano -o, más bien, villanos -en la nueva etapa del MCU.

La película está dirigida por Peyton Reed, que repite por tercera vez como director, y cuenta con guion del televisivo Jeff Loveness, que ha trabajado en series como The Office o Rick y Morty y en programas como Jimmy Kimmel Live!; además de que se encarga del guion de Avengers: The Kang Dynasty, que llegará en 2025.




En lo que a taquilla se refiere la película tuvo una muy buena apertura, mejor que la que tuvieron sus dos predecesoras. No obstante, en su segundo fin de semana, ha sufrido una fuerte caída del 70%, algo que están resaltando muchos medios y ya empieza a hablarse de fracaso y hasta de agotamiento del MCU. Sin embargo, otros medios recuerdan que, por ejemplo, Spider-Man: No Way Home (Jon Watts, 2021) sufrió una caída del 67% en su segundo fin de semana y, al final, la película terminó recaudando 1.921 millones de dólares.

Así que habrá que esperar a ver como le van las cosas en las siguientes semanas para saber si ha sido un fracaso o no. De momento, a día de hoy lleva recaudados 167 millones de dólares en EEUU y 196 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 363 millones de dólares. 

Donde si ha sido un fracaso ha sido a nivel crítico, ya que la crítica en su mayoría la ha pulverizado, siendo la película del MCU que peores críticas ha recibido. En cambio, la opinión de la mayoría del público ha sido más entusiasta.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

A mi las dos primeras películas me gustan mucho. Puede que no estén entre lo mejor del universo cinematográfico de Marvel, pero son dos buenas películas que se disfrutan mucho; especialmente, la primera, de la cual dije en su día, y sigo manteniendo, que es la que mejor representa al MCU pese a no estar entre lo mejor de este.

Es por ello que esta película la esperaba con ganas. Y, ahora que la he visto, puedo decir a las claras que esta me ha parecido la más floja de las tres.

Que nadie me malinterprete, no es que la película no me haya gustado. La película si me ha gustado, he disfrutado viéndola y, desde luego, vale la pena verla en cines porque es todo un espectáculo. Sin embargo, de las tres películas de Ant-Man, esta es la que menos me ha gustado.

¿Por qué?

Pues por varias razones, pero hay una en especial. Cuando vi en su día la primera, salí con la impresión de haber visto una película de Ant-Man. Cuando vi la segunda, Ant-Man y la Avispa, salí con la impresión de haber visto una película de Ant-Man y de la Avispa. En cambio, con esta película he salido más con la sensación de haber visto más una película de Star Wars o una de sus muchas imitaciones.




Salvo el comienzo y el final, la película se desarrolla enteramente en el Reino Cuántico, dándole a la película más un tono de space opera y, al final, termina pareciendo de todo menos una película de Ant-Man. Quién, por cierto, aquí pasa más a un segundo plano pese a ser el protagonista. 

Porque ese es otro de los defectos de la película. Vale que, a partir de la segunda entrega, esta saga ha empezado a adquirir más un tono coral, pero sigue siendo una película de Ant-Man y, aunque Hank Pym fuera el Ant-Man original, quién lleva ahora el manto de Ant-Man es Scott Lang, quién parece aquí más la estrella invitada que el protagonista.

Esto es algo que ya me ha pasado con otros personajes en otras películas. Ocurrió con Blade (Wesley Snipes) en Blade: Trinity (David S. Goyer, 2004) y con el mismísimo John McClane (Bruce Willis) en La Jungla: Un buen día para Morir (John Moore, 2013) donde puede que ambos fueran los protagonistas de ambas películas y sus respectivas sagas, pero en aquellos films parecía más la estrella invitada que el protagonista. Y aquí pasa lo mismo con Scott Lang.

Cuando llegan al Reino Cuántico, la película se divide en dos partes, ya que el grupo se separa y tenemos dos historias en una; teniendo ahí otro parecido con Star Wars, ya que algo así ocurría en El Imperio Contraataca (Irvin Kershner, 1980) y en El Retorno del Jedi (Richard Marquand, 1983).

Por un lado tenemos la historia con el grupo formado por Scot Lang y su hija Cassie y, por el otro, otra historia con el grupo formado por Hank Pym y Janet y Hop Van Dyne, siendo esta segunda historia más interesante que la de Scott y su hija, de ahí que Ant-Man termine en un segundo plano.

Otra cosa que tenemos en esta película es que, como ya he mencionado al principio, es el comienzo de la Fase 5 del MCU y la presentación de Kang el Conquistador como nuevo gran villano. Aunque, este personaje, en una de sus variantes, ya nos fue presentado en una de sus variantes en la primera temporada de Loki y, de hecho, la escena post-créditos de este film enlaza directamente con la segunda temporada de esa serie, donde se nos presenta otra nueva variante de Kang, Victor Timely.

No obstante, ante tenemos la escena durante los créditos finales, donde vemos que vamos a tener variantes de Kang como para parar un portaviones con la presentación del Consejo de Kangs, con un coliseo lleno de variantes de este personaje -donde hasta hay uno skrull y todo -donde destacan tres, que no son otros que Immortus, Rama-Tut y el Centurion Escarlata. Un pequeño adelanto de lo que nos espera en el MCU.

Pero, bueno, esto ya se verá. Quedémonos con el Kang que vemos en esta película que, al igual que todos los demás, está interpretado por Jonathan Majors. El personaje me ha gustado mucho, me ha parecido un villano sensacional. Sin embargo, me ocurre como con el Gorr interpretado por Christian Bale en Thor: Love and Thunder (Taika Waititi, 2022), que me hubiera gustado ver más de él.

En la película vemos que este personaje fue desterrado al Reino Cuántico por las otras variantes porque se había hecho demasiado poderoso y se había puesto a destruir mundos y hasta se había enfrentado a otros Vengadores y los había vencido. Pues eso es algo que me hubiera gustado ver y no que me lo cuenten. Pero, verlo bien, no con una sucesión de flashbacks tan rápidos que si pestañeas te lo pierdes.




Es posible que en futuras películas nos muestren algo más de la devastación de Kang pero, de momento, me ha parecido un desperdicio de personaje. 

Aunque, no tanto como con M.O.D.O.K., que esto si me ha fastidiado. Más que nada, porque el personaje estaba bien, pese al nuevo origen que le dan; confirmándose que se trata de Darren Cross (Corey Stoll), el villano de la primera película, quién fue rescatado por Kang y ahora está a su servicio.

A mi, como personaje, me ha gustado mucho pese a lo ridículo de su diseño -me entraban ganas de reír cada vez que se quitaba la máscara -; aunque, sinceramente, el personaje es muy difícil de adaptar visualmente. Creo que podría haber dado bastante juego en el MCU si lo hubieran dejado con vida y hubiera escapado del Reino Cuántico. Pero, uno de los defectos que tiene el MCU es que suele desperdiciar villanos prometedores y aquí lo vuelven a hacer matando al personaje al final.

Pero, no es que se hayan cargado al personaje lo que más me ha fastidiado, sino el hecho de que el personaje se redima poco antes de morir. Vuelvo a recordar que este personaje es Darren Cross, el villano de la primera película de Ant-Man, un auténtico hijo de puta que era capaz de mirarse en un espejo después de asesinar a alguien. Vale que yo no soy criminalista ni nada por el estilo, pero dudo mucho que alguien que es capaz de mirarse en un espejo después de asesinar a otra persona a sangre fría sea capaz de redimirse.

Pero, bueno, esto no es culpa de la película, sino de esa hola de buenismo que abunda hoy en día y que lo está infectando todo, incluso el MCU.

En fin. 

Sobre el reparto, no hay mucho que decir. Los que repiten vuelven a hacer un buen trabajo; especialmente, Michael Douglas y Michelle Pfeiffer, quienes vuelven a ser los que, interpretativamente hablando, se llevan la película de calle.

Aún no entiendo como, para interpretar a Cassie Lang, no mantuvieron a Emma Fuhrmann, la actriz que la interpretó en Vengadores: Endgame (Hermanos Russo, 2019), ya que hizo un buen trabajo. Pero, bueno, Kathryn Newton también ha estado a la altura.

Jonathan Majors hace un estupendo trabajo, tanto como Kang el Conquistador como sus otras variantes.

Bill Murray está excelente como Lord Krylar. Puede que solo tuviera una aparición, pero ha sido de lo mejor del film.

Y Katy O'Brian también ha estado muy bien en el papel de Jentorra, un personaje que podría haber sido aprovechado más, pero no decepciona mucho.

Bueno, vamos resumiendo ya.

Ant-Man y la Avispa: Quantumanía es una buena película que no aburre y con la que pasas un buen rato y, como he mencionado antes, vale la pena verla en el cine porque es todo un espectáculo.

Sin embargo, comparada con sus dos predecesoras, es la más floja de la saga, más cercana a Star Wars y derivadas que a Ant-Man y, desde luego, no es un comienzo muy alentador para la Fase 5 del MCU. A ver como se portan las próximas películas.











2 de diciembre de 2015

ANT-MAN (2015)






Puede que a estas alturas muchos hayan visto ya la película. Pero sé que hay gente que no la ha visto aún y es a esos a quienes advierto que esta review contiene SPOILERS. Así que no la leáis quienes no hayáis visto ya la película o hacedlo bajo vuestra total responsabilidad.


















Retomo este blog tras una larga ausencia en la que a penas he podido dedicarle tiempo. Y lo hago con una película de la que debía haber hablado hace tiempo, ya que se estrenó este pasado verano. Pero, en fin, más vale tarde que nunca.

Cuando se anunció el reparto oficial de Los Vengadores (Joss Whedon, 2012), muchos fans se llevaron las manos a la cabeza al ver que Ant-Man no estaba en ella al igual que su esposa, la Avispa. Y es que, en los cómics, ambos personajes son dos miembros fundadores de este famoso grupo.

Luego, algo parecido pasó en Los Vengadores: La Era de Ultron (Joss Whedon, 2015). Y es que el personaje de Ultron, en los cómics, era creado por Hank Pym, el alter ego de Ant-Man. Sin embargo, en la película de Whedon, Ultron era creado por Tony Stark.

La razón de todo esto se debe a que Ant-Man tenía su propia película en marcha y esta tardó muchos años en ver la luz por razones de las que hablaré más adelante.

Pero, como siempre, vayamos por partes.

La historia comienza en 1989. Hank Pym (Michael Douglas) descubre que SHIELD, con Howard Stark (John Slattery) a la cabeza, está tratando de reproducir su trabajo, una importante fórmula que le permite reducir su tamaña y, a la vez, multiplicar su fuerza estando reducido. Por ello, no duda en dimitir y llevarse el secreto de la fórmula con él. Años después, en la época actual, Scott Lang (Paul Rudd) sale de la cárcel con intención de llevar una vida legal y poder ver a su hija. Sin embargo, el ser un ex-presidiario le impide encontrar trabajo decente con el que poder pagar la manutención, lo que le obliga a aceptar un robo que le propone su amigo Luis (Michael Peña).

El trabajo consiste en colarse en la casa de un viejo millonario y abrir su caja fuerte. Pero, una vez logrado el robo, lo único que encuentra dentro de la caja es un extraño traje que, al ponérselo, reduce su tamaño al de un insecto. Será, entonces cuando descubra que el robo fue una prueba del viejo millonario, que resulta ser Pym. Este le recluta para ayudarle a entrar en la empresa que él creó y que ahora está en manos de su antiguo pupilo, Darren Cross (Corey Stoll), quién pretende reproducir su trabajo y venderlo como arma. Junto con Hope Van Dyne (Evangeline Lilly), la hija de Pym, traman un plan para robar a Cross su trabajo antes de que pueda usarlo. Pero, para ello Lang deberá antes saber cómo utilizar el traje y, además, aprender a controlar mentalmente a las hormigas con un sistema inventado por Pym.


Marvel llevaba planeando una película de Ant-Man desde finales de los años 80. De hecho, tuvieron un proyecto en marcha por aquella época, pero se echaron atrás cuando Disney estrenó la exitosa Cariño, he encogido a los niños (Joe Johnston, 1989). No sería hasta entrado el siglo XXI cuando habría un proyecto en marcha. Aunque, esta iba a tardar mucho en llegar.

La película que nos ocupa comenzó a tomar forma en 2006, un año después de que Marvel Studios cerrase el histórico acuerdo con Paramount Pictures que hizo posible el universo compartido de Los Vengadores y dos años antes de que llegase la primera película de este universo, Iron Man (Jon Favreau, 2008).

Edgar Wright, que llevaba vinculado a este proyecto como guionista desde 2003, fue elegido como director. Sin embargo, el proyecto no conseguía salir adelante al no conseguir un guión adecuado. Wright, junto con Joe Cornish, escribió un sinfín de borradores durante años sin que ninguno convenciera al estudio ni tampoco al propio cineasta. Además, también había diferencias entre Wright y el estudio sobre cómo enfocar la película, ya que las ideas del director se alejaban mucho del universo compartido.

Todo esto, entre otras cosas, provocó que el personaje no pudiera aparecer en Los Vengadores (Joss Whedon, 2012), algo que no gustó a muchos fans, que no entendían como el más famoso equipo de superhéroes de Marvel no contara con uno de sus miembros fundadores.

Finalmente, en 2013 se anunció la puesta en marcha de la película, cuando Wright y Cornish escribieron un guión del agrado del estudio –aunque este todavía se guardaba sus reservas –y todo parecía ir viento en popa; especialmente, con la elección del reparto. Además, Wright había conseguido levantar una mayor expectación cuando rodó un pequeño footage para la Comic-Con de San Diego que recibió multitud de elogios de los fans.

Como ya he dicho, todo parecía ir viento en popa. Sin embargo, a mediados de 2014, con la película en plena producción, Wright abandonó sorpresivamente la dirección alegando discrepancias con el estudio. Y se fue haciendo mucho ruido al publicar en las redes sociales una imagen de Buster Keaton con un Cornetto junto la palabra “Selfie”.

Con esta simbólica imagen el tipo se comparaba con Buster Keaton, famoso actor y director cómico del cine mudo, cuando este firmó un contrato con MGM del que terminaría arrepintiéndose cuando el estudio controlaba completamente su trabajo y le obligaba a hacer cosas que no quería, dando como resultado películas que tuvieron éxito, pero que no gustaron nada a Keaton, quién terminó con depresión y hasta dándose a la bebida.

No creo que la relación de Wright con Marvel llegase a tales extremos, pero esto generó un movimiento de apoyo al director y carga contra Marvel, llegándose hasta a llamar al boicot a la película. Y no solo gente anónima participó. Joss Whedon, director de Los Vengadores y gran amigo de Wright, también le apoyó públicamente y esto hizo que su relación con Marvel Studios se enfriase y diese como resultado, además de su marcha de Marvel, problemas durante la producción de Los Vengadores: La Era de Ultron (2015) que afectaron negativamente al resultado de la película.

Volviendo a Ant-Man, Marvel Studios logró solventar con acierto la marcha de Wright contratando a Peyton Reed; director que, curiosamente, fue candidato en su día para dirigir Los 4 Fantástico (Tim Story, 2005). Reed logró coger con acierto los mandos de una producción que iba completamente a la deriva y logró sacarla adelante y tenerla lista para su estreno en agosto de 2015, tal y como estaba previsto.


Y, bueno, a la película le ha ido bastante bien. A pesar del cabreo que suscitó la marcha de Wright, la mayoría del público habla bien de ella, muchos fans de los cómics le dan su bendición y la crítica se ha portado, no de forma entusiasta, pero sí de forma vehemente. En cuanto a taquilla, aunque esta película de 130 millones de presupuesto no ha logrado un gran taquillazo –algo previsible, al no ser un personaje muy conocido por el gran público –, si se la puede considerar un éxito, y bastante considerable, con 518 millones de dólares recaudados en todo el mundo. Éxito que, por cierto, ha hecho que se modifique la Fase 3 para incluir su secuela, la cual se llamará Ant-Man and the Wasp y llegará en el verano de 2018.

Y a todo esto, ¿Qué me ha parecido a mí la película?

Antes de comenzar, diré que la película la vi en su día en el cine y, posteriormente, la he visto unas cuantas veces más; recordad que, a veces, con varios visionados se suele tener mejor idea que con uno solo.

La película me HA GUSTADO; y más de lo que esperaba, debo añadir.

Normalmente, cuando una película tiene tantos problemas de producción que hacen que su director termine yéndose en plena producción, al final los resultados se resienten y esto, incluso, afecta a su carrera comercial; ahí tenemos ejemplos como El Guerrero Nº13 (1999), donde John McTiernan –director –y Michael Crichton –productor y autor de la novela en la que se basaba la película –no se liaron a hostias de milagro, o Supernova (2000), dirigida por un tal Thomas Lee que, en realidad, era Walter Hill escondiendo su vergüenza bajo un seudónimo.

Sin embargo, como ya he dicho, Peyton Reed supo coger las riendas de esta película y logró sacarla adelante con un resultado bastante notable, tanto en el apartado técnico momo en la dirección de actores.

La película, desde luego, es muy buena. Sin duda, está lejos ser una obra maestra y de la calidad de otras películas de Marvel Studios, como Los Vengadores, las películas de Capitán América o Guardianes de la GalaxiaSin embargo, aunque no sea la mejor película de este universo cinematográfico de Marvel, si es la película que mejor refleja su esencia. Además de haber sido realizada con un estilo muy de cómic, se puede decir que es la primera película donde se menciona directamente a los Vengadores. Hasta aparece su sede e, incluso, nos deleitan con la aparición de uno de ellos; y no hablo de un cameo de unos segundos, sino de una escena larga con secuencia de acción incluida.


Y, lo mejor de todo, es que parece que esto va a ser cada vez más tendencia en este universo, donde veremos más presencia física de personajes y no simples menciones o apariciones fugaces; ahí tenemos Capitán América: Civil War como buen ejemplo.

Volviendo a Ant-Man, la película está muy lograda. Es espectacular, muy entretenida y sus toques de humor están a la altura. Aunque, hay algunas cosas que sobran, como los amigos del protagonista y algunas payasadas protagonizadas por estos; sin embargo, no llegan a resultar muy cargantes, así que apenas estropean el resultado final.

En el apartado visual, la película aprueba con nota, gracias, especialmente, a unos estupendos efectos especiales y un diseño de producción excelente.

Las escenas de acción también están de lo más logradas. Lo mejor, sin duda, es como recrean las situaciones cuando el protagonista está reducido, lo que nos aporta una buena ración de escenas impresionantes. Una de las mejores es cuando se mete dentro de una maqueta mientras unos tipos le disparan con pistolas; estando el personaje reducido parece como si estuviera en un campo de batalla bajo fuego de artillería.

Otra escena que me encantó fue la pelea dentro del maletín o la del tanque-llavero. Aunque, esta última, la encontré un poco desaprovechada, ya que me hubiera gustado que hubieran utilizado más ese tanque; en una persecución como la de la famosa escena de San Petersburgo de Goldeneye (Martin Campbell, 1995), por ejemplo.

Pero, sin duda, el mejor momento es el climax en el dormitorio de la hija del protagonista. La pelea en el tren de juguete es sensacional y luego todo se convierte en una auténtica batalla campal que hasta te deja con la boca abierta. Es un momento de lo más espectacular, emocionante y, sobre todo, imaginativo. Y todo eso ocurre EN EL DORMITORIO DE UNA NIÑA.

Porque, viendo esa escena, me viene a la cabeza el climax de Cuatro Fantásticos. Este transcurre en un gigantesco mundo paralelo muy bien recreado por los de efectos especiales, pero desperdiciado con un enfrentamiento final de lo más soso, insípido y aburrido –y estoy hablando del momento más espectacular de la película, ojo –. En esa película desperdiciaron ese impresionante mundo para una escena de lo más aburrida e insustancial mientras, en esta película, en el dormitorio de una cría nos ofrecen una escena que triplica o cuadriplica en espectacularidad a la de aquella. PARA MORIRSE.

Por eso, por mucho que Josh Trank y la Fox traten de achacar a su mala relación y los problemas de producción el desastre del reboot de Los 4 Fantásticos, para mí no es excusa suficiente. Porque esta película también viene precedida de multitud de problemas y del abandono del director inicial y los resultados son mucho mejores.

En fin. Vamos ahora con el reparto.

Sin duda, Paul Rudd fue una muy buena elección para dar vida a Scott Lang, el protagonista principal y segundo hombre en adoptar la personalidad de Ant-Man. Este actor, que siempre será recordado por su papel de Mike Hannigan en Friends, hace un estupendo trabajo y se mete muy bien en el papel, haciéndolo suyo desde el primer momento. Además, al igual que Edward Norton en El Increíble Hulk (Louis Leterrier, 2008), también ha participado en el guión de la película.

Decir que Michael Douglas está excelente como Hank Pym es decir poco. Es una pena que los oscars tengan marginado al cine de superhéroes, porque se merecería, al menos, estar nominado por este papel. Además, lo de presentarnos a un Hank Pym veterano y retirado como Ant-Man me ha parecido una gran idea, porque puede dar bastante juego, tanto a la saga como a este universo, contándonos sus aventuras como Ant-Man en plena Guerra Fría en alguna precuela. Precuela en la que también se podría incluir a la Avispa, quién hace su aparición en la película; aunque, sin actriz seleccionada aún, ya que no se le ve la cara.

Y, hablando de Hank Pym, olvidaba mencionar la escena de inicio. Una estupenda escena muy de cómic donde tenemos la oportunidad de ver de nuevo a Haley Atwell como Peggy Carter –aunque salga poco, siempre es un gusto verla –y a John Slattery repitiendo como Howard Stark, a quién interpretó en Iron Man 2 (Jon Favreau, 2010). Los dos están muy bien en esa escena. No puedo decir lo mismo de Martin Donovan, a quién encuentro un poco forzado en su papel de villano; tanto en esa escena como en el resto de la película.

Por cierto, la forma en cómo rejuvenecen a Douglas en esa escena con efectos especiales es formidable; es tan realista que llegas a creerte que estás viendo al verdadero Michael Douglas de finales de los 80 y principios de los 90. Desde luego, es increíble lo bien que Marvel Studios hace este tipo de cosas; todavía recuerdo Capitán América: El Primer Vengador (Joe Johnston, 2011) y lo bien que recrearon al Steve Rogers pre-suero del supersoldado colocando digitalmente el rostro de Chris Evans sobre el cuerpo de otro actor.


Evangeline Lilly esta fantástica como Hope Van Dyne. Esta chica cada vez me gusta más. Es una buena actriz y cada vez mejora más sus interpretaciones; y en esta película no es una excepción. Además, aunque en esta película tenga pocos momentos para lucirse, como chica de acción es fantástica. Ya ardo en deseos de verla convertida en la nueva Avispa, que es lo que nos anuncian en una de las escenas post-créditos.

Y finalizo con el villano principal, Darren Cross, quién en la película adopta la personalidad de Yellowjacket –una de las personalidades de Hank Pym en los cómics; una libertad que se toman que no me parece mal –, y es interpretado por Corey Stoll, quién hace un estupendo trabajo en todo momento.

Este villano es, sin duda, una de las cosas que más me ha sorprendido de la película, ya que me hice una idea bastante equivocada de él. Viéndole en los tráilers y los avances, llegué a creer que se trataba de una triste imitación del Obadiah Stane (Jeff Bridges) del primer Iron Man. Pero, nada más lejos de la realidad. Salvo por la calva, este personaje a penas se parece a aquel. De hecho, Darren Cross es mucho más peligroso, ya que es un auténtico psicópata; alguien que no tiene problemas en mirarse al espejo después de asesinar a alguien. El tipo puede que se lucre con su plan –es loco, pero no es tonto –, pero su principal motivación es la venganza contra Pym, ya que se siente traicionado por el que fuera su mentor y solamente desea destruirle –aunque eso le lleve a destruir el orden mundial –y quitarle todo lo suyo; tanto su trabajo como su hija. Desde luego, es un personaje que da bastante miedo.

Resumiendo ya. Ant-Man es una película muy buena y una estupenda adaptación de cómic. Se disfruta de principio a fin y deja un muy buen sabor de boca y ganas de ver más; por lo que espero con muchas ganas esa secuela con la nueva Avispa.

Siempre nos quedará la duda de que habría hecho Edgar Wright con esta película. Aunque, hay que decir que se aprecian varios aspectos propios de él en la película –especialmente, en los momentos humorísticos –y, finalmente, tanto él como Joe Cornish aparecen acreditados como guionistas.


Bueno, me despido disculpándome por el largo abandono al que he sometido a este blog. Prometo más reviews en adelante. La siguiente será la de SPECTRE, la nueva película de James Bond, de la que tengo ganas de hablar.