18 de febrero de 2022

MOONFALL (2022)


ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS. Quién no haya visto la película aún, que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si lo hace de todos modos, lo hará bajo su total responsabilidad.








En 2011, los astronautas Jo Fowler (Halle Berry) y Brian Harper (Patrick Wilson) se encuentran en  una misión a bordo de un transbordador espacial para reparar un satélite. Durante la misión, Harper es testigo de como un misterioso enjambre negro ataca la nave, matando a uno de sus compañeros y dejando a Fowler inconsciente. De regreso en la Tierra, nadie cree en la versión de Harper y este es despedido de la NASA y cae en desgracia, lo que provoca, entre otras cosas, la ruptura de su matrimonio. 

Diez años después, el teóricos conspiranóico K.C. Houseman (John Bradley), quién sostiene que la Luna es en realidad una megaestructura artificial construida por alguna civilización extraterrestre, descubre que la Luna se ha salido de su órbita y amenaza la Tierra. Trata de compartir su descubrimiento con Harper, pero este no lo cree. Sin embargo, pronto se descubre la verdad cuando la Luna, que camina en colisión contra la Tierra, empieza a generar desastres naturales. Harper, al darse cuenta de que este tenía razón, va en busca de Houseman y, junto a él, pretende viajar a la Luna en un viejo transbordador y tratar de solucionar en problema que hace que la Luna se haya salido de su órbita. En esto contarán con ayuda de Fowler, ahora una alta ejecutiva de la NASA, ya que esta no pudo ayudar a Harper en su día.

No quería hacer una review de esta película, porque no quería ensañarme mucho con ella. Ya que yo siempre he tenido un respeto por Roland Emmerich, director al que he defendido en muchas ocasiones ya que, al igual que directores como Michael Bay, ha sido muy criticado por el tipo de cine que hace.

Pero el tipo ultimamente se ha vuelto muy gilipollas y ahora va de serio y profundo y, no hace mucho, hizo unas declaraciones que me tocaron las narices a mi y, seguramente, a muchos. Si, hablo de esas declaraciones en las que acusaba a Marvel, a DC y hasta a Star Wars, de estar arruinando la industria cinematográfica. Se debe de creer que así los gafapastas le van a tener respeto -que espere sentado -.

Él es libre de decir lo que quiera y dar su opinión, faltaría más. Lo que me toca las narices es la doble moral de sus declaraciones, porque no se si sabrá que, hace unos años, lo mismo que él decía de Marvel, DC y Star Wars, lo decían de él y sus películas. 




Si, al menos, le hubiera dado un giro a su carrera y se dedicara a hacer más películas como Anonymous (2011) o Stonewall (2015), pues si tendría mayor autoridad moral para dárselas de listo y hacer declaraciones como esas. Pero, ponerte a criticar los blockbusters cuando tú mismo los estás haciendo, es como hacer campaña por el veganismo mientras te comes un chuletón de ternera.

Así que no pienso tener ninguna compasión por esta película que ya digo desde el primer momento que no me ha gustado nada y que, al igual que las últimas películas de este director -con excepción de Midway (2019), que me gustó bastante -, ya no entusiasman tanto como sus películas anteriores.

Esta película está considerada una de las películas independientes más caras que se han realizado. Y es que Emmerich ya no cuenta con el respaldo que antes tenía de los grandes estudios y se tiene que buscar la vida para financiar sus películas y luego buscar quién se la distribuya.

Seguro que esa es una de las razones de su enorme ego y su resentimiento con las películas de superhéroes y Star Wars. Seguro que le joderá no ser ya un niño mimado de Hollywood.

Eso y que ya no cuenta con el apoyo del público, porque la hostia que se ha metido la película en las taquillas ha sido como para pasar a los libros de historia. Con un presupuesto de 140 millones de dólares, a día de hoy lleva recaudados solo 24 millones de dólares a nivel mundial. 

Además, si esperaba que con sus recientes ataques a los superhéroes y a Star Wars se iba a ganar más el respaldo de la crítica, estaba bien equivocado, ya que la crítica la ha pulverizado -puede que esa estrategia le funcionase con Independence Day: Resurgence (2016), pero aquí la crítica no ha pasado por el aro -y la reacción mayoritaria del público ha sido más bien tibia.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Como ya he dicho antes, la película no me ha gustado nada. Pero, quiero dejar claro que mi opinión de la película no se debe a mi cabreo con Emmerich. Como he mencionado antes, no tenía pensado hacer ninguna review por el respeto que le tenía a este director. 

Pero, como ya le he perdido el respeto a este señor, no pienso tener piedad alguna.




La película es una MIERDA y de las grandes. Y lo es, principalmente, porque intenta aparentar ser algo mejor de lo que es.

Yo he disfrutado mucho con películas como Soldado Universal (1992), Stargate (1994), Independence Day (1996) y hasta su versión de Godzilla (1998), porque eran películas honestas que no ocultaban lo que eran, puro espectáculo dedicado a entretener y a divertir, nada más. Pero, al menos, era un espectáculo bien hecho.

Sin embargo, desde que separó de Dean Devlin y se asoció con Harald Kloser, Emmerich ha tratado de ser más serio con películas como El Día de Mañana (2004) o 2012 (2009), películas que son puro espectáculo, pero trató de vendernos la moto de que eran serias y comprometidas y ahí la cagó. Incluso con la secuela de Independence Day intentó hacer lo misma jugada y ya vimos los resultados.

Y, con esta película, tres cuartos de lo mismo. Nos la quiere vender como algo grandioso y no solo como lo que es, puro espectáculo. Solo que, esta vez, el espectáculo no está tan bien hecho como en sus películas de los 90. 

Antes, Emmerich rodaba escenas de destrucción realmente espectaculares e impresionantes. Sin embargo, aquí las escenas de destrucción son de lo más patéticas y, encima, duran muy poco. Encima, el ritmo es lento y la película se hace a ratos muy aburrida. Tarda mucho en arrancar y, cuando lo hace, va en todo momento a medio gas. Encima, todo es muy previsible y el climax, que debería ser lo más emocionante, se cae por su propio peso.

Encima, desaprovecha las pocas cosas buenas que nos ofrece. Como una persecución de coches que está bastante bien. Lo digo porque, cuando llegan al interior de la Luna artificial, llevan en la nave un vehículo rover que podrían haber utilizado para hacer una espectacular persecución en ese escenario. Pero, nada de nada.

Luego está el tema del guión. Vale que este nunca ha sido el fuerte de Emmerich pero, si ahora va de listo, que al menos se curre guiones mejores. Y, si quiere más originalidad, como decía en sus declaraciones contra Marvel, DC y Star Wars, que se aplique el cuento.

Porque esta película tiene de original mis narices. Para empezar, la idea de la Luna artificial está sacada de la novela ¿Quién Construyó la Luna?, de Christopher Knight y Alan Butler, y, desde luego, el desenlace de por que la Luna es lo que es me recordó horrores al de la película Misión a Marte (Brian de Palma, 2000).

Encima, los personajes está estereotipados a más no poder y no hay un solo tópico o cliché que se deje fuera del tintero. Como esa manía del cine catastrofista -y que ya se ha visto en varias películas de Emmerich -de volver a juntar a matrimonios divorciados.




¿Por qué creéis que al final muere el personaje de Michael Peña -de forma tan chapucera y predecible, por cierto -? ¿Y por que es al final Sam Tarly el que hace el sacrificio? Pues para que el personaje de Patrick Wilson pueda volver con su mujercita y su hijo y volver a ser una familia feliz. Algo que no se ve en la película, pero seguro que Emmerich se lo guardaba para las dos secuelas que tenía preparadas y que dudo que pueda hacer ya después de los nefastos resultados de este film.

En cuanto al reparto.

Mira que me gusta poco Halle Berry, pero es que en esta película está por estar. Porque su personaje es de lo más anodino y, si lo hubieran borrado, ni nos habríamos dado cuenta.

Patrick Wilson es un buen actor que hace lo que puede ante un personaje que, a parte de muy estereotipado, resulta de lo más soso y, en ocasiones, hasta cansino.

Lo mismo digo que John Bradley, que aquí interpreta al típico intelectual que se da cuenta del peligro antes que nadie pero no le creen hasta que es demasiado tarde; algo muy común en la filmografía de Emmerich.

El único digno de mención es Donald Sutherland, que hace un estupendo trabajo pese a que solo le vemos en una escena interpretando al típico tío raro que tiene todas las respuestas.

En fin, vamos resumiendo ya.

Moonfall es una mala película que no vale ni para pasar el rato porque llega hasta a aburrir y que, aunque quiera hacernos creer lo contrario, no aporta nada nuevo, ni a la ciencia ficción ni al género de catástrofes. 

Todo ello servido por un director capaz de mejores cosas que, lamentablemente, se ha dejado llevar por su ego y eso ha afectado mal a su filmografía.









26 de enero de 2022

CAZAFANTASMAS: MÁS ALLA (2021)


ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película, quién no la haya visto aún que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todas formas, lo hará bajo su total responsabilidad.









Esta review llega con retraso, ya que, desgraciadamente, no pude ver esta película en el cine pese a que tenía muchas ganas de verla. Además, es una de las muchas películas que debían haber llegado en 2020 pero fueron retrasadas a causa de la pandemia.

La película en cuestión es la nueva entrega de la saga Ghostbusters, una tercera entrega de la saga; aunque, más ligada a la primera, Los Cazafantasmas (1984), que a la segunda, Cazafantasmas II (1989).

Callie (Carrie Coon), una mujer divorciada y madre de dos hijos, Trevor (Finn Wolfhard) y Phoebe (Mckenna Grace), que sufre problemas financieros se traslada a la pequeña localidad de Summerville (Oklahoma), donde ha heredado una granja tras la muerte de su padre, con el que no tenía contacto desde que este la abandonara. Tras una serie de extraños sucesos, Phoebe, que posee una mente brillante y una gran afición por la ciencia y la tecnología pese a ser una preadolescente, descubre que su abuelo era Egon Spengler -al que dio vida el fallecido Harold Ramis -, miembro del grupo llamado los Cazafantasmas, quienes salvaron Nueva York de una invasión de fantasmas y otras fuerzas sobrenaturales en los años 80.

En 1994, Egon descubrió que Gozer, el dios sumerio al que derrotaron diez años atrás, iba a regresar en 2021, pero sus compañeros no le hicieron mucho caso, por lo que decidió dejarlo todo, incluso su familia, y se marchó llevándose todo el equipo para cazar fantasmas, lo que hizo que los Cazafantasmas se disolvieran. Egon se trasladó a Summerville, ya que esta pequeña ciudad fue construida por Ivo Shandor (J.K. Simmons), el líder del culto a Gozer, en torno a una mina que oculta a Gozer. Allí esperó construyendo una gran trampa en su granja para atrapar a Gozer, pero esta falla y él muere. Ahora, su fantasma trata de guiar a sus nietos para que terminen lo que él empezó.




Después de Cazafantasmas II, hubo varios intentos de hacer una tercera entrega, pero ninguno salió adelante. Finalmente, Sony decidió hacer un reinicio y puso el proyecto en manos del director Paul Feig, quién dirigió la película Cazafantasmas (2016), la cual tuvo la peculiaridad de que sus cuatro protagonistas eran todas mujeres, ya que Feig siempre quiere protagonistas femeninas en sus películas.

La película estuvo bastante bien. A mi me gustó y me lo pasé muy bien viéndola. Además, tuvo muy buenas críticas.

Pero, el hecho de ser el reboot de un clásico de los 80 ya es motivo suficiente para ganarse el odio de mucha gente desde el mismo momento de su concepción. Encima, el poner a cuatro mujeres de protagonistas hizo que muchos sacaran el neandertal que llevan dentro en la red, la cual se llenó de comentarios que sorprendía que en pleno siglo XXI hubiera gente que pensara así -si a eso se le llama pensar -.

Al final, la película fue un fracaso de taquilla que hizo pensar que no volveríamos a ver una nueva película de Cazafantasmas en mucho tiempo. Sin embargo, nos sorprendieron con esta película que se realizó casi en secreto y que no era un reboot, sino una continuación de la saga.

El principal responsable de esta película es Jason Reitman, hijo de Ivan Reitman, director y productor de las dos primeras películas y que aquí se limita solo a la producción. Jason Reitman ha dirigido esta película y ha escrito el guión junto a Gil Kenan.

La película ha tenido también muy buenas críticas y ha tenido una aceptación mucho más positiva del público, lo cual se ha dejado ver bien en la taquilla, donde la película, con un presupuesto de 75 millones de dólares, ha recaudado 126 millones solo en EEUU y 68 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 194 millones de dólares.




¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

La película me HA ENCANTADO y, desde luego, lamento mucho no haber podido verla en el cine porque esta película lo merecía y mucho.

Y es más, para mi estamos ante la mejor entrega de la saga después de la primera, porque la he encontrado hasta superior a Cazafantasmas II. Más de uno se llevará las manos a la cabeza por el "sacrilegio" que acabo de cometer, pero es lo que pienso y yo digo siempre lo que pienso.

Esta película es la que está más a la altura de la película de 1984; y no lo digo porque conecte directamente con ella o por el uso de la nostalgia. Porque la película hace un muy buen uso de la nostalgia, la cual, como ya he dicho otras veces, si no se utiliza bien o se abusa de ella, puede terminar siendo perjudicial para la película. Aquí, afortunadamente, no se ha dado el caso.

Además de que ha sabido muy bien trasladar toda esa nostalgia a los tiempos actuales, con el coche o los aparatos mejorados.

Dejando la nostalgia a parte, la película está muy bien dirigida por Jason Reitman, con buenos efectos especiales y un muy logrado diseño de producción, además de un ritmo que no decae y que hace las más de dos horas que dura la película se pasen volando.

También ha estado muy acertado Reitman cambiando de aires la saga trasladando la acción a un pequeño pueblo; se echa de menos Nueva York, no lo voy a negar, pero funciona este cambio de aires, claramente influenciado por la serie Stranger Things -no por casualidad tienen en el reparto a uno de sus protagonistas -.




También funciona este nuevo equipo de cazafantasmas, formado esta vez por dos chicas y dos chicos, para que esté la cosa más equilibrada. Aunque, la que sobresale por encima de todos es, sin duda, Mckenna Grace, que es quién se lleva la película de calle dando sobradas muestras de su talento.

Carrie Coon también hace un estupendo trabajo en el papel de Callie, lo mismo que Paul Rudd como Grooberson. Y, pese a que no tienen mucho tiempo para lucirse -con excepción de Dan Aykroyd -, los intérpretes de la película original están sensacionales repitiendo sus respectivos roles.

Bueno, vamos resumiendo ya.

Cazafantasmas: Más Allá me ha parecido una película muy buena, un gran ejercicio de nostalgia, pero también una buena forma de reformar la saga. 

Desde luego, vuelvo a decir que lamento no haber podido ver esta película en el cine porque lo merece y mucho.

Por cierto, hay dos escenas post-créditos. Una es solo diversión y nostalgia y la otra podría ser un indicativo para una posible nueva entrega.









22 de diciembre de 2021

SPIDER-MAN: NO WAY HOME (2021)


ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún, que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todas formas, lo hará bajo su total responsabilidad.








La vida de Peter Parker (Tom Holland) se ha complicado después de que Mysterio (Jake Gyllenhaal) revelara al mundo que él es Spiderman y, además, le acusase de ser el responsable de su muerte y quién estaba detrás del ataque en Londres. Gracias a la intervención del abogado Matt Murdock (Charlie Cox), logra librarse de acciones penales por el momento, pero él, su tía May (Marisa Tomei), su novia MJ (Zendaya) y su mejor amigo, Ned Leeds (Jacob Batalon), además de otras personas de su entorno, son acosados constantemente por los medios de comunicación mientras la opinión pública se divide entre los que piensan que Spiderman es un héroe y los que piensan que es un villano; estos últimos, alentados por J. Jonah Jameson (J.K. Simmons).

Agobiado por la situación y viendo como esto afecta a sus seres queridos, Peter busca la ayuda del Doctor Extraño (Benedict Cumberbatch) quién pone en marcha un hechizo para que todo el mundo olvide que Peter Parker es Spiderman. Pero, al interferir en el hechizo, Peter provoca que este cree grietas en el multiverso que hacen que villanos que se enfrentaron en otros mundos a Spiderman lleguen a su realidad. Así, Peter se verá enfrentado con el Duende Verde (Willem Dafoe), el Doctor Octopus (Alfred Molina), Electro (Jamie Foxx), el Lagarto (Rhys Ifans) y Sandman (Thomas Haden Church).

Spider-Man: No Way Home es la tercera entrega de la actual saga cinematográfica del hombre araña. Saga que surgió gracias a un acuerdo entre Sony Pictures, poseedora de los derechos del trepamuros, y Marvel Studios.

Este acuerdo se debió a que ambas compañías tenían interesen conjuntos sobre el hombre araña. Mientras Marvel Studios buscaba introducir al superhéroe más icónico de Marvel en su universo cinematográfico, el Marvel Cinematic Universe, Sony Pictures buscaba poder formar parte de este lucrativo universo al tiempo que buscaban resarcirse de los flojos resultados de The Amazing Spider-Man 2: El Poder de Electro (Marc Webb, 2014).

Este acuerdo dio como resultado las muy exitosas Spider-Man: Homecoming (2017) y Spider-Man: Lejos de Casa (2019). Además, permitió la aparición de Spiderman en Vengadores: Infinity War (2018) y Vengadores: Endgame (2019), dos éxitos enormes que superaron los dos mil millones de dólares cada una; en el caso de Endgame, hasta llegó a desbancar a Avatar (James Cameron, 2009) como la película más taquillera de la historia -aunque, recientemente, la película de Cameron ha recuperado el trono tras los reestrenos -.




No obstante, pese al éxito conseguido, unas diferencias entre Disney, propietaria de Marvel, y Sony por los porcentajes de beneficios de las películas hizo que el acuerdo se rompiera durante la post-producción de Lejos de Casa y Spiderman volvió a quedar fuera del MCU. Esto y el inexplicable éxito de Venom (Ruben Fleischer, 2018), el cual potenció el propio universo de Sony, el Spider-Verse, hizo creer que el paso del hombre araña por el MCU había terminado.

Sin embargo, semanas después, Marvel y Sony anunciaron un nuevo acuerdo que garantizaba una película más de Spiderman y la aparición de este en otra película del MCU. Más adelante, las compañías anunciaron un nuevo acuerdo, pero los términos de este no se hicieron públicos; aunque la productora Amy Pascal afirmó no hace mucho que tienen pensado hacer tres películas más de Spiderman con Marvel Studios.

Dejando esto a un lado, la tercera película que garantizaba el segundo acuerdo es la película que ahora nos ocupa. Tom Holland continúa siendo el actor que da vida a Peter Parker/Spiderman, Jon Watts, director de las dos películas anteriores, repite por tercera vez como director, al igual que los guionistas Chris McKenna y Erik Sommers.

No obstante, esta película llegaba con una peculiaridad. Y es que, utilizando el multiverso, la película introduce personajes vistos en las anteriores sagas del arácnido que no pertenecen a MCU, todos interpretados por sus respectivos intérpretes. Esto es algo que ya hizo en Tv el Arrowverse durante el crossover Crisis en Tierras Infinitas (2019-2020) y que el año que DC Films está haciendo en la película The Flash, que llegará a los cines en 2022.

Ni que decir tiene que esto generó una gran expectación que ha tenido su repercusión en la taquilla. Desde que se estrenó el pasado viernes, la película no para de batir records. A día de hoy, lleva recaudados 260 millones de dólares solo en EEUU y 340 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 600 millones de dólares cuando todavía no ha pasado ni una semana de su estreno. 

Además, en plena pandemia, dejando de nuevo en evidencia a los que van diciendo por ahí que la gente ya no va a los cines por miedo. De hecho, esta podría ser la primera película que podría superar los mil millones desde que comenzó la pandemia.

Además de eso, tanto la mayoría del público como la crítica la están adorando. 

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Directamente al gran, la película me HA ENCANTADO. Es, sin duda, la mejor de las tres; y mira que tanto Spider-Man: Homecoming como Spider-Man: Lejos de Casa me encantaron. Además, de todas las películas de arácnido que se han hecho después de 2004, esta es, sin duda, la única que está a la altura de las dos primeras películas de Sam Raimi y hasta podría echar un buen pulso con ellas.




No entraré mucho en detalles sobre el aspecto técnico y visual, ya que la película está muy lograda en este campo. Los efectos especiales y el diseño de producción son muy buenos y la dirección de Jon Watts es de lo más eficaz, se nota que el tipo va mejorando con cada película; ahora tengo más ganas de ver lo que hará con Los 4 Fantásticos.

El plato fuerte de esta película, que es la introducción de personajes de otras sagas empleando el multiverso, ha sido realizada de la forma más acertada. Ninguna de estas apariciones es un simple cameo -tan solo el del Matt Murdock de Charlie Cox pero, aún así, su aparición es genial -y todos tienen su importancia en la película y su peso en la trama. 

Además, algunos de ellos están hasta mejorados. Uno de los mejores ejemplos es Electro, que deja de ser azul y le dan un nuevo traje con el que, cuando utiliza la electricidad, se forma un efecto en su cara que recuerda a la máscara que el personaje utiliza en los cómics.

El otro mejor ejemplo es el Lagarto, que sigue teniendo aspecto humanoide, pero con un diseño mejor y ya no tiene esa descompensación entre cabeza y cuerpo que tenía en The Amazing Spider-Man (Marc Webb, 2012).

Es una pena que Paul Giamatti no pudiese regresar como Rhino porque, seguramente, le hubieran puesto un traje en lugar de meterlo dentro de un robot.

Y en cuanto a lo de juntar a los tres hombres araña cinematográficos, que decir, ha sido la hostia en patinete. Ver al Spiderman de Tom Holland interactuar con el Spiderman de Tobey Maguire y el Spiderman de Andrew Garfield, tanto en los momentos dramáticos como en las escenas de acción durante la espectacular batalla final en la Estatua de la Libertad, ha hecho todas mis delicias como fan.

Pero, a parte de todo esto, la película no se queda en un simple fan service. Su trama y su guión están muy conseguidos, equilibra muy bien el humor con los momentos dramáticos y nos muestra el definitivo salto a la madurez de este Spiderman interpretado por Tom Holland, quién al final hace un gran sacrificio que le da un giro completo a la saga, dejándonosla en un punto muy interesante si continúan con más entregas.

El final -maravilloso, por cierto -me recordó mucho al de Skyfall (Sam Mendes, 2012) ya que, al igual que en la película de James Bond, recupera elementos clásicos de Spiderman, como la máquina de coser, el apartamento con grandes ventanas para poder salir por ellas y, sobre todo, Spiderman corriendo y balanceándose entre los edificios de Nueva York. Lo dicho, una delicia para todo fan. 

En cuanto al reparto, muy bien.

Tom Holland vuelve a estar brillante como Peter Parker y Spiderman; especialmente, en el salto a la madurez que he mencionado antes. También Tobey Maguire y Andrew Garfield vuelven a estar geniales en sus respectivos roles del hombre araña. 



Willem Dafoe y Alfred Molina estuvieron excelentes cuando interpretaron al Duende Verde y a Doctor Octopus en las películas de Sam Raimi y aquí vuelven a estarlo. En el caso de Jamie Foxx como Electro, su trabajo es, incluso, mejor que el que hizo en la película de Marc Webb. Y, aunque estén la mayor parte del tiempo digitalizados, Rhys Ifans y Thomas Haden Church hacen también un estupendo trabajo como el Lagarto y Sandman.

Zendaya vuelve a estar fantástica como MJ -que sigue sin ser Mary Jane por mucho que le hayan añadido ahora el apellido Watson -y Jacob Batalon está muy bien como Ned Leeds, que ya no está tan insoportable como en las anteriores películas.

Benedict Cumberbatch vuelve a hacer un estupendo trabajo como Doctor Extraño. Además, se agradece que su presencia en la película no sea como nuevo mentor de Spiderman, como se dijo en un principio. 

Y Marisa Tomei está de nuevo impresionante en la que es su despedida como la tía May, ya que, lamentablemente, vemos su muerte en este film; aunque, eso si, en una escena impresionante. Además, ella es quién menciona por primera vez en esta saga la famosa frase de Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Bueno, vamos resumiendo ya.

Spider-Man: No Way Home es una película excelente que ha sabido aprovechar muy bien el multiverso, dándonos la oportunidad de ver de nuevo a personajes míticos, y ha hecho que este Spiderman cinematográfico, al que hemos visto crecer a lo largo de los últimos cinco años, de el definitivo salto a la madurez.

Desde luego, espero que puedan continuar la saga. Kevin Feige confirmó que la cuarta entrega ya está en desarrollo, pero ahora los guionista van diciendo que no saben nada al respecto; claro, que podrían estar jugando al despiste, como Andrew Garfield con las muchas veces que declaró que no iba a aparecer en esta película.

Si hacen Spider-Man 4, en la escena de los créditos finales ya nos dan la pista de que el villano podría ser Venom. Pero, eso si, aunque esta escena enlaza con Venom: Habrá Matanza, el Venom que veremos será un Venom diferente, puesto que el de las películas de Tom Hardy se vuelve a su mundo a seguir criando gallinas.

Ya veremos a ver que hace. De momento, disfrutemos de esta estupenda película que ya tengo ganas de ver más veces.






1 de diciembre de 2021

ETERNALS (2021)

 

ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si lo hace de todos modos, lo hará bajo su total responsabilidad.












Bueno, por fin he visto la película de los Eternos, personajes creados por Jack Kirby en 1976 para Marvel Comics, y me dispongo a dar mi opinión sobre ella.

Esta es una película que, como la mayoría del cine actual, nos llega con retraso a causa de la pandemia, ya que debía haberse estrenado el 6 de noviembre de 2020, siendo la segunda película de la Fase 4 del Marvel Cinematic Universe después de Black Widow; honor que tiene ahora Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos.

Este retraso, entre otras cosas, ha hecho que la película llegue a los cines después de que su directora, Chloé Zhao, haya triunfado en la pasada edición de los Oscars con Nomadland (2020), algo que debería haber supuesto buena prensa para esta película. 

Sin embargo, la cosa no ha sido así, ya que la película ha recibido muy malas críticas; no son críticas desastrosas, pero es la película de MCU que peores críticas ha recibido cuando estas suelen ser bien recibidas por la crítica. Además, ha sido -y está siendo -defenestrada en muchos sitios de internet.

Esto hacía prever un fracaso de taquilla, algo que muchos esperaban. No obstante, eso no se ha producido y, aunque muchos detractores ponen el foco en que sus resultados de taquilla son muy inferiores a los que suelen hacer las películas del MCU, lo cierto es que la película está haciendo muy buenos datos para haberse estrenado en plena pandemia, con 151 millones de dólares recaudados en EEUU y 217 millones más en recaudados en el resto del mundo, haciendo un total de 368 millones de dólares con vistas a superar los 400 millones.




Y eso que la película lo tenía difícil para triunfar fuera de EEUU, ya que, a parte de no poder estrenarse en China debido a las críticas de Chloé Zhao contra el régimen chino, también está el hecho de que varios países islámicos, como Arabia Sahudí, han prohibido la película al contener esta una relación homosexual.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Yo, la verdad, esperaba esta película con cierto temor por todos los antecedentes que he mencionado antes y porque, aunque he leído cómics suyos, los Eternos nunca han estado entre mis favoritos, la verdad.

No obstante, tras haber visto la película, debo decir que esta me ha GUSTADO. 

Me ha gustado bastante más de lo que esperaba, por cierto. No digo que me haya encantado y, desde luego, al igual que en los cómics, no creo que estos Eternos cinematográficos estén entre mis favoritos del MCU. Sin embargo, la película es muy buena, he disfrutado mucho viéndola y, desde luego, me gustaría verla más veces y si hay secuela no me la voy a perder.

No me gusta juzgar los gustos ni las opiniones de los demás pero, la verdad, no entiendo toda esta campaña de acoso y derribo que hay contra esta película. Puede gustar o no puede gustar, pero mala no es. Además, es muy diferente a todo lo visto en el MCU.

Una cosa que se le recrimina mucho al MCU es que todas sus películas se parecen mucho. No hace mucho, Denis Villeneuve dijo que todas las películas del universo Marvel eran prácticamente la misma; algo que, seguramente, dijo frustrado al creer que Dune iba a ser un fracaso -cosa que, afortunadamente, no ha ocurrido -.

Esto es cierto en parte. Es cierto que hay películas del MCU que se parecen mucho unas a otras -algo normal, al tratarse de un universo compartido -, pero también hay películas que se diferencian bastante. 

Y esta es, sin duda, la que más se diferencia de todas. De hecho, llega a parecer más una película de DC que de Marvel. Eso si, una película de DC de las dirigidas por Zack Snyder; la propia Chloé Zhao declaró que Man of Steel (2013) fue una de sus principales fuentes de inspiración.

La verdad es que da la impresión de que Chloé Zhao quería hacer más una película de DC que de Marvel; y no lo digo porque en la película se mencione a Superman y a Batman. El personaje de Ikaris recuerda mucho a Superman, Thena podría ser la versión marvelita de Wonder Woman, Makkari es claramente Flash, Ajak podría ser el Detective Marciano... Incluso el desenlace en el último acto en el que los protagonistas descubren que en realidad no son héroes, sino todo lo contrario, es más propio de DC que de Marvel.

Lo bueno es que, si Chloé Zhao quería hacer una película Marvel más parecida a una de DC, la cosa por lo menos le ha salido bien. Esto, desde luego, no es como Warner Bros. destrozando Justice League para tratar de hacerla más parecida a Los Vengadores.




Se nota que Chloé Zhao ha gozado de mucha libertad a la hora de dirigir esta película; que es otra cosa que se le recrimina a Marvel Studios, el no dar mucha libertad a sus directores. La directora china ha hecho un excelente trabajo, con una película espectacular y visualmente muy potente, pero también dramática y con un muy cuidado tratamiento de la historia y los personajes gracias a un eficaz guión en el que ella misma participa y una muy lograda dirección de actores.

También me ha gustado como ha tratado el tema de la diversidad en la película. Puede que se le haya dado demasiado bombo al tema de la diversidad en las promociones -otras de las razones de que a la película está siendo tan odiada, seguro -, pero en la película el tema de la diversidad está tratado como debe ser, como algo normal. La película ni es panfletaria, ni hace discursos políticos ni se envuelve en banderas de ningún tipo. Todo eso se queda, como ya he dicho, en las promociones, que han sido un claro error por parte de Marvel Studios el haber utilizado la diversidad para promocionar la película, porque ha dado una imagen totalmente diferente de lo que en realidad es.

Incluso lo de la pareja gay que he mencionado antes y que tanto está escandalizando a los de la "religión de la paz" está tratada de lo más normal, mostrándola como lo que es, una simple pareja con un hijo donde lo especial no es que esté formada por dos hombres, sino que uno de los miembros es un superhéroe.

En cuanto al tema del reparto, otro gran acierto de la película. 

Gemma Chan está fantástica como Sersi. La actriz ya aparecía en otra película del MCU, Capitana Marvel (Anna Boden y Ryan Fleck, 2019), donde interpretaba a Minn-Erva; aunque, su aparición en ese film fue tan anódina que se puede pasar por alto y Sersi es claramente su personaje oficial del MCU.

Richard Madden hace también un muy buen trabajo como Ikaris; especialmente, en el acto final, donde se convierte en el verdadero villano de la película.

Angelina Jolie está estupenda como Thena. Hace una estupenda interpretación y vuelve a demostrar que se desenvuelve muy bien en las escenas de acción.

Salma Hayek también hace un muy buen trabajo como Ajak, la líder de este grupo de superhéroes. Tan solo la vemos en unos cuantos flashbacks, ya que su personaje está muerto durante la película. Pero esas apariciones son más que suficientes para darnos una buena muestra de su gran trabajo.

Kumail Nanjiani, Lauren Ridloff, Brian Tyree Henry, Lia McHugh, Barry Keoghan y Ma Dong-seok también hacen un excelente trabajo dando vida a Kingo, Makkari, Phastos, Sprite, Druig y Gilgamesh respectivamente.

También tiene especial mención Kit Harington, quién solo aparece al principio, al final de la película y en una de las escenas post-créditos, pero cumple bien su propósito de presentarnos a su personaje, Dane Whitman, como futuro Black Knight.




Por cierto, en la mencionada escena post-créditos también tenemos la primera incursión en el MCU del nuevo Blade, interpretado por Mahershala Ali, aunque solamente escuchamos su voz.

Bueno, vamos resumiendo ya. 

Eternals es una buena película que, en mi opinión, está siendo injustamente tratada; al igual que las películas de DC de Zack Snyder a la que este film tanto recuerda.

Una película que, a parte de sus méritos cinematográficos, también nos ofrece algo completamente diferente a lo que nos tiene acostumbrados el universo cinematográfico de Marvel, el cual ayuda a expandirse mucho más.

Desde luego, ver esta película hace que lamente más que no se llegara a hacer la película de los Inhumanos que tenían preparada y, en lugar de eso, nos metieran aquella ridícula serie de Tv.