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1 de septiembre de 2011

CONAN (2011)







¿Era necesaria una nueva película de Conan? Pues si; al menos, desde mi modesta opinión. El universo creado por Robert E. Howard es lo suficientemente grande como para hacer un sin fin de películas. El problema es que John Milius y su Conan el Bárbaro (1982) pusieron el listón muy alto y esta nueva versión no puede evitar las comparaciones con aquel gran film protagonizado por Arnold Schwarzenegger.

Porque, dejando las cosas claras, esta película no es un remake del film de Milius –algo que si hubiera sido totalmente innecesario –, sino una nueva adaptación del famoso cimmerio que, según dicen, es mas fiel a los relatos de Howard y los cómics surgidos después que en aquel film. Aunque, eso si, le han vuelto a poner el título de Conan el Bárbaro.

Es cierto que lo de Conan el Bárbaro no es algo exclusivo de la película de Milius. Pero, sinceramente, el que le hayan puesto el mismo título me suena a mi a una estrategia comercial por parte de los productores para aprovechar el tirón de la película de 1982. Porque ¡Anda que no hay títulos para ponerle! Conan el Cimmerio hubiera sido una mejor opción. Es por eso que yo prefiero referirme a esta película simplemente como Conan y así evitar confusiones.

Vayamos por partes.

La película comienza en Cimmeria y muestra a Conan (Leo Howard) como un joven nacido en un campo de batalla que solo desea convertirse en un gran guerrero, haciendo muchos méritos para ello. Después de que su aldea sea destruida y su padre, Corin (Ron Perlman), asesinado por Khalar Zym (Stephen Lang), un sangriento señor de la guerra que busca reconstruir la máscara de Acheron, la cual le otorgará un gran poder. Años después, Conan ha crecido convertido en un fiero guerrero (Jason Momoa) y recorre el mundo buscando a Zym para vengarse. Por su parte, Zym y su hija, la hechicera Marique (Rose McGowan), ya han reconstruido la máscara y ahora buscan a una descendiente de Acheron, ya que su sangre pura es lo único que puede despertar el poder de la máscara. Esta es Tamara (Rachel Nichols), quién logra escapar cuando el templo donde se esconde es atacado por las hordas de Zym y, antes de ser encontrada, logra encontrarse con Conan.

La película se estrenó el pasado 19 de agosto, tanto en EEUU y España y, desde entonces, está siendo un desastre en taquilla. Con un presupuesto de 90 millones de dólares, a día de hoy solo lleva recaudados 17 millones de dólares en EEUU y solo 5 millones mas en el resto del mundo, haciendo una taquilla mundial de 23 millones de dólares. A todo esto hay que unir lo mal que está siendo recibida, tanto por la crítica como por el público. Aunque, los que mas están despotricando contra ella son fanáticos de la película de John Milius que han atacado a esta nueva versión desde el mismo momento que se anunció su puesta en marcha. Yo, aunque adoro la película de Milius, me desmarco completamente de esta panda de fanáticos que, en mi opinión, no le están haciendo ningún favor al film original.

Antes de meterme a analizar la película voy a hablar un poco de su historia.

Durante años se había pensado en continuar la saga iniciada por el film de Milius y su secuela, Conan el Destructor (Richard Fleischer, 1984), en una tercera entrega con Conan convertido en rey de Aquilonia. Este proyecto estuvo muy cerca de ver la luz hace algo mas de una década en un proyecto que iba a volver a estar dirigido por John Milius y en el que los hermanos Wachowski se encargaban del guión y de dirigir las escenas de acción. El proyecto contaba de nuevo con Schwarzenegger de protagonista y se hablaba de Vin Diesel para dar vida a su hijo.

El proyecto, no obstante, no llegó a salir adelante debido al poco entendimiento entre Milius y los creadores de Matrix, estando varios años en suspenso y, aunque se habló de que Robert Rodriguez iba a resucitarlo, finalmente, se optó por cancelarlo y hacer una nueva versión que ha dado píe al film que ahora nos ocupa.

Empecemos.

La película, para empezar, no es mala del todo. No es una gran película, ni ninguna maravilla, pero si un film bastante logrado y entretenido.

Está muy bien dirigida. Su director, Marcus Nispel –un tipo muy odiado, tanto por esta película como por haber hecho también remakes de películas míticas como La Matanza de Texas o Viernes 13 –es un buen director, a pesar de que muchos digan por ahí lo contrario, y dirige muy bien. Sabe llevar el ritmo en todo momento, maneja bien a los actores y, sobre todo, rueda muy bien las escenas de acción. Sobre todo aquí, donde nos ofrece una sucesión de secuencias de acción de lo mas logradas y totalmente brutales. Además de que el tipo no se corta nada en lo que a violencia se refiere; porque la película tiene violencia a raudales y hay momentos en los que llegas a perder la cuenta de las decapitaciones, desmembramientos y demás “lindezas” que salen en el film.

Lo malo es que creo que esto ha tenido parte de culpa de su fracaso en taquilla; al menos, en EEUU. A mi no me ha desagradado nada ver tanta violencia –salvo la escena en la que le mete el dedo al de la nariz cortada, que si la encontrado un poco de mal gusto –, pero hay que reconocer que esta no es la película que la gente iría a ver con la familia; y quién tenga una novia muy impresionable ya se puede ir despidiendo. Si la película hubiera tenido un presupuesto como el de Piraña 3D (24 millones de dólares), pues la cosa estaría bien; pero, al haber costado 90 millones de dólares, el tener tanta violencia es un arma de doble filo. Y si a eso le añadimos algo de sexo... Porque la película también tiene sexo y desnudos –hasta un juego incestuoso entre Zym y Marique –; aunque, que nadie se espere encontrarse aquí otro Piraña 3D.

Volviendo a la película.

El diseño de producción es muy bueno. Para nada se parece a las series de Hércules y Xena, que es lo que van diciendo por ahí los detractores; en mi opinión, la película recrea bastante bien el universo creado por Howard. Los efectos especiales también están muy logrados; sobre todo, en la escena de la pelea contra los hombres de arena –uno de los mejores momentos del film –o en el espectacular tramo final.

Desde luego, a nivel visual, la película es muy buena. Donde si falla es en el guión.

El guión no es malo del todo, pero si es muy simplón, falla en varios diálogos y tiene algunas escenas bastante ridículas. La peor de todas es cuando Tamara es capturada después de echar un polvo con Conan y, mientras este duerme, ella se aleja estupidamente de él y se adentre en el bosque. Es una escena muy forzada, además de estúpida, y da la sensación de que los guionistas no tenían ni puñetera idea de como hacer que la protagonista cayera en las garras del enemigo y eligieron lo primero que se les pasó por la cabeza; por no hablar de que hacen quedar a la chica como una auténtica gilipollas.

Aunque, en lo que mas falla es en su historia. Hay cantidad de historias mucho mas interesantes dentro del universo Conan que la de la que se emplea en la película, con el protagonista buscando venganza y el malo persiguiendo a la chica porque la necesita para un ritual que le hará poderoso y bla, bla, bla... En lo que si funciona es en lo que a fidelidad se refiere. Esto es en lo único que supera a la película de Milius, que era una gran película, pero una adaptación muy libre. Esta película es una adaptación mas fiel; aunque, tampoco tanto, ya que también se toma sus libertades.

En cuanto al reparto, en general está bien. Jason Momoa interpreta a un buen Conan, no tan carismático como el que interpretó Schwarzenegger, pero si mas fiero y brutal; además, por mucho que digan su detractores, su físico es bastante adecuado para el personaje. Rachel Nichols, a parte de muy bella, hace también un buen trabajo a pesar de lo mal tratado que está su personaje en el guión; a parte de protagonizar momentos ridículos, como el que mencioné antes, y de que, además, tampoco terminan de definirlo del todo –¿es una guerrera o una dama en apuros? –. Stephen Lang interpreta a un buen villano, lo mismo que Rose McGowan. Aunque, el que de verdad sobresale del reparto, a pesar de su corta participación, es sin duda Ron Perlman, que está tan impresionante como siempre.

También cabe especial el trabajo de Leo Howard. Este joven actor ya me sorprendió en G. I. Joe (Stephen Sommers, 2009) como joven Snake Eyes y aquí hace otro gran trabajo. La escena en la que lucha contra los pictos en el bosque es sensacional y está entre lo mejor del film. Yo creo que Howard es otra de las cosas que superan a la película de Milius, donde Conan de joven era interpretado por el español Jorge Sanz, al que no me lo imagino ni de coña en una escena como la que acabo de mencionar; ni de niño ni de adulto.

Resumiendo.

Una película bastante correcta y una buena adaptación de Conan. No llega a la brillantez de Conan el Bárbaro, pero si consigue igualar a Conan el Destructor y, sobre todo, supera con creces a El Guerrero Rojo (Richard Fleischer, 1985); aquella ridícula adaptación de Red Sonja protagonizada por Brigitte Nielsen y con Schwarzenegger en un papel parecido a Conan –pero que no era Conan por problemas con los derechos –.

Red Sonja si que necesita una nueva versión y, de hecho, tienen una en marcha con Simon West como director y Amber Heard como mas firma candidata a protagonizarla; lo malo es que, después del batacazo que se ha dado esta, dudo mucho que llegue a ver ya la luz.