22 de diciembre de 2021

SPIDER-MAN: NO WAY HOME (2021)


ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún, que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todas formas, lo hará bajo su total responsabilidad.








La vida de Peter Parker (Tom Holland) se ha complicado después de que Mysterio (Jake Gyllenhaal) revelara al mundo que él es Spiderman y, además, le acusase de ser el responsable de su muerte y quién estaba detrás del ataque en Londres. Gracias a la intervención del abogado Matt Murdock (Charlie Cox), logra librarse de acciones penales por el momento, pero él, su tía May (Marisa Tomei), su novia MJ (Zendaya) y su mejor amigo, Ned Leeds (Jacob Batalon), además de otras personas de su entorno, son acosados constantemente por los medios de comunicación mientras la opinión pública se divide entre los que piensan que Spiderman es un héroe y los que piensan que es un villano; estos últimos, alentados por J. Jonah Jameson (J.K. Simmons).

Agobiado por la situación y viendo como esto afecta a sus seres queridos, Peter busca la ayuda del Doctor Extraño (Benedict Cumberbatch) quién pone en marcha un hechizo para que todo el mundo olvide que Peter Parker es Spiderman. Pero, al interferir en el hechizo, Peter provoca que este cree grietas en el multiverso que hacen que villanos que se enfrentaron en otros mundos a Spiderman lleguen a su realidad. Así, Peter se verá enfrentado con el Duende Verde (Willem Dafoe), el Doctor Octopus (Alfred Molina), Electro (Jamie Foxx), el Lagarto (Rhys Ifans) y Sandman (Thomas Haden Church).

Spider-Man: No Way Home es la tercera entrega de la actual saga cinematográfica del hombre araña. Saga que surgió gracias a un acuerdo entre Sony Pictures, poseedora de los derechos del trepamuros, y Marvel Studios.

Este acuerdo se debió a que ambas compañías tenían interesen conjuntos sobre el hombre araña. Mientras Marvel Studios buscaba introducir al superhéroe más icónico de Marvel en su universo cinematográfico, el Marvel Cinematic Universe, Sony Pictures buscaba poder formar parte de este lucrativo universo al tiempo que buscaban resarcirse de los flojos resultados de The Amazing Spider-Man 2: El Poder de Electro (Marc Webb, 2014).

Este acuerdo dio como resultado las muy exitosas Spider-Man: Homecoming (2017) y Spider-Man: Lejos de Casa (2019). Además, permitió la aparición de Spiderman en Vengadores: Infinity War (2018) y Vengadores: Endgame (2019), dos éxitos enormes que superaron los dos mil millones de dólares cada una; en el caso de Endgame, hasta llegó a desbancar a Avatar (James Cameron, 2009) como la película más taquillera de la historia -aunque, recientemente, la película de Cameron ha recuperado el trono tras los reestrenos -.




No obstante, pese al éxito conseguido, unas diferencias entre Disney, propietaria de Marvel, y Sony por los porcentajes de beneficios de las películas hizo que el acuerdo se rompiera durante la post-producción de Lejos de Casa y Spiderman volvió a quedar fuera del MCU. Esto y el inexplicable éxito de Venom (Ruben Fleischer, 2018), el cual potenció el propio universo de Sony, el Spider-Verse, hizo creer que el paso del hombre araña por el MCU había terminado.

Sin embargo, semanas después, Marvel y Sony anunciaron un nuevo acuerdo que garantizaba una película más de Spiderman y la aparición de este en otra película del MCU. Más adelante, las compañías anunciaron un nuevo acuerdo, pero los términos de este no se hicieron públicos; aunque la productora Amy Pascal afirmó no hace mucho que tienen pensado hacer tres películas más de Spiderman con Marvel Studios.

Dejando esto a un lado, la tercera película que garantizaba el segundo acuerdo es la película que ahora nos ocupa. Tom Holland continúa siendo el actor que da vida a Peter Parker/Spiderman, Jon Watts, director de las dos películas anteriores, repite por tercera vez como director, al igual que los guionistas Chris McKenna y Erik Sommers.

No obstante, esta película llegaba con una peculiaridad. Y es que, utilizando el multiverso, la película introduce personajes vistos en las anteriores sagas del arácnido que no pertenecen a MCU, todos interpretados por sus respectivos intérpretes. Esto es algo que ya hizo en Tv el Arrowverse durante el crossover Crisis en Tierras Infinitas (2019-2020) y que el año que DC Films está haciendo en la película The Flash, que llegará a los cines en 2022.

Ni que decir tiene que esto generó una gran expectación que ha tenido su repercusión en la taquilla. Desde que se estrenó el pasado viernes, la película no para de batir records. A día de hoy, lleva recaudados 260 millones de dólares solo en EEUU y 340 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 600 millones de dólares cuando todavía no ha pasado ni una semana de su estreno. 

Además, en plena pandemia, dejando de nuevo en evidencia a los que van diciendo por ahí que la gente ya no va a los cines por miedo. De hecho, esta podría ser la primera película que podría superar los mil millones desde que comenzó la pandemia.

Además de eso, tanto la mayoría del público como la crítica la están adorando. 

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Directamente al gran, la película me HA ENCANTADO. Es, sin duda, la mejor de las tres; y mira que tanto Spider-Man: Homecoming como Spider-Man: Lejos de Casa me encantaron. Además, de todas las películas de arácnido que se han hecho después de 2004, esta es, sin duda, la única que está a la altura de las dos primeras películas de Sam Raimi y hasta podría echar un buen pulso con ellas.




No entraré mucho en detalles sobre el aspecto técnico y visual, ya que la película está muy lograda en este campo. Los efectos especiales y el diseño de producción son muy buenos y la dirección de Jon Watts es de lo más eficaz, se nota que el tipo va mejorando con cada película; ahora tengo más ganas de ver lo que hará con Los 4 Fantásticos.

El plato fuerte de esta película, que es la introducción de personajes de otras sagas empleando el multiverso, ha sido realizada de la forma más acertada. Ninguna de estas apariciones es un simple cameo -tan solo el del Matt Murdock de Charlie Cox pero, aún así, su aparición es genial -y todos tienen su importancia en la película y su peso en la trama. 

Además, algunos de ellos están hasta mejorados. Uno de los mejores ejemplos es Electro, que deja de ser azul y le dan un nuevo traje con el que, cuando utiliza la electricidad, se forma un efecto en su cara que recuerda a la máscara que el personaje utiliza en los cómics.

El otro mejor ejemplo es el Lagarto, que sigue teniendo aspecto humanoide, pero con un diseño mejor y ya no tiene esa descompensación entre cabeza y cuerpo que tenía en The Amazing Spider-Man (Marc Webb, 2012).

Es una pena que Paul Giamatti no pudiese regresar como Rhino porque, seguramente, le hubieran puesto un traje en lugar de meterlo dentro de un robot.

Y en cuanto a lo de juntar a los tres hombres araña cinematográficos, que decir, ha sido la hostia en patinete. Ver al Spiderman de Tom Holland interactuar con el Spiderman de Tobey Maguire y el Spiderman de Andrew Garfield, tanto en los momentos dramáticos como en las escenas de acción durante la espectacular batalla final en la Estatua de la Libertad, ha hecho todas mis delicias como fan.

Pero, a parte de todo esto, la película no se queda en un simple fan service. Su trama y su guión están muy conseguidos, equilibra muy bien el humor con los momentos dramáticos y nos muestra el definitivo salto a la madurez de este Spiderman interpretado por Tom Holland, quién al final hace un gran sacrificio que le da un giro completo a la saga, dejándonosla en un punto muy interesante si continúan con más entregas.

El final -maravilloso, por cierto -me recordó mucho al de Skyfall (Sam Mendes, 2012) ya que, al igual que en la película de James Bond, recupera elementos clásicos de Spiderman, como la máquina de coser, el apartamento con grandes ventanas para poder salir por ellas y, sobre todo, Spiderman corriendo y balanceándose entre los edificios de Nueva York. Lo dicho, una delicia para todo fan. 

En cuanto al reparto, muy bien.

Tom Holland vuelve a estar brillante como Peter Parker y Spiderman; especialmente, en el salto a la madurez que he mencionado antes. También Tobey Maguire y Andrew Garfield vuelven a estar geniales en sus respectivos roles del hombre araña. 



Willem Dafoe y Alfred Molina estuvieron excelentes cuando interpretaron al Duende Verde y a Doctor Octopus en las películas de Sam Raimi y aquí vuelven a estarlo. En el caso de Jamie Foxx como Electro, su trabajo es, incluso, mejor que el que hizo en la película de Marc Webb. Y, aunque estén la mayor parte del tiempo digitalizados, Rhys Ifans y Thomas Haden Church hacen también un estupendo trabajo como el Lagarto y Sandman.

Zendaya vuelve a estar fantástica como MJ -que sigue sin ser Mary Jane por mucho que le hayan añadido ahora el apellido Watson -y Jacob Batalon está muy bien como Ned Leeds, que ya no está tan insoportable como en las anteriores películas.

Benedict Cumberbatch vuelve a hacer un estupendo trabajo como Doctor Extraño. Además, se agradece que su presencia en la película no sea como nuevo mentor de Spiderman, como se dijo en un principio. 

Y Marisa Tomei está de nuevo impresionante en la que es su despedida como la tía May, ya que, lamentablemente, vemos su muerte en este film; aunque, eso si, en una escena impresionante. Además, ella es quién menciona por primera vez en esta saga la famosa frase de Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Bueno, vamos resumiendo ya.

Spider-Man: No Way Home es una película excelente que ha sabido aprovechar muy bien el multiverso, dándonos la oportunidad de ver de nuevo a personajes míticos, y ha hecho que este Spiderman cinematográfico, al que hemos visto crecer a lo largo de los últimos cinco años, de el definitivo salto a la madurez.

Desde luego, espero que puedan continuar la saga. Kevin Feige confirmó que la cuarta entrega ya está en desarrollo, pero ahora los guionista van diciendo que no saben nada al respecto; claro, que podrían estar jugando al despiste, como Andrew Garfield con las muchas veces que declaró que no iba a aparecer en esta película.

Si hacen Spider-Man 4, en la escena de los créditos finales ya nos dan la pista de que el villano podría ser Venom. Pero, eso si, aunque esta escena enlaza con Venom: Habrá Matanza, el Venom que veremos será un Venom diferente, puesto que el de las películas de Tom Hardy se vuelve a su mundo a seguir criando gallinas.

Ya veremos a ver que hace. De momento, disfrutemos de esta estupenda película que ya tengo ganas de ver más veces.






1 de diciembre de 2021

ETERNALS (2021)

 

ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si lo hace de todos modos, lo hará bajo su total responsabilidad.












Bueno, por fin he visto la película de los Eternos, personajes creados por Jack Kirby en 1976 para Marvel Comics, y me dispongo a dar mi opinión sobre ella.

Esta es una película que, como la mayoría del cine actual, nos llega con retraso a causa de la pandemia, ya que debía haberse estrenado el 6 de noviembre de 2020, siendo la segunda película de la Fase 4 del Marvel Cinematic Universe después de Black Widow; honor que tiene ahora Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos.

Este retraso, entre otras cosas, ha hecho que la película llegue a los cines después de que su directora, Chloé Zhao, haya triunfado en la pasada edición de los Oscars con Nomadland (2020), algo que debería haber supuesto buena prensa para esta película. 

Sin embargo, la cosa no ha sido así, ya que la película ha recibido muy malas críticas; no son críticas desastrosas, pero es la película de MCU que peores críticas ha recibido cuando estas suelen ser bien recibidas por la crítica. Además, ha sido -y está siendo -defenestrada en muchos sitios de internet.

Esto hacía prever un fracaso de taquilla, algo que muchos esperaban. No obstante, eso no se ha producido y, aunque muchos detractores ponen el foco en que sus resultados de taquilla son muy inferiores a los que suelen hacer las películas del MCU, lo cierto es que la película está haciendo muy buenos datos para haberse estrenado en plena pandemia, con 151 millones de dólares recaudados en EEUU y 217 millones más en recaudados en el resto del mundo, haciendo un total de 368 millones de dólares con vistas a superar los 400 millones.




Y eso que la película lo tenía difícil para triunfar fuera de EEUU, ya que, a parte de no poder estrenarse en China debido a las críticas de Chloé Zhao contra el régimen chino, también está el hecho de que varios países islámicos, como Arabia Sahudí, han prohibido la película al contener esta una relación homosexual.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Yo, la verdad, esperaba esta película con cierto temor por todos los antecedentes que he mencionado antes y porque, aunque he leído cómics suyos, los Eternos nunca han estado entre mis favoritos, la verdad.

No obstante, tras haber visto la película, debo decir que esta me ha GUSTADO. 

Me ha gustado bastante más de lo que esperaba, por cierto. No digo que me haya encantado y, desde luego, al igual que en los cómics, no creo que estos Eternos cinematográficos estén entre mis favoritos del MCU. Sin embargo, la película es muy buena, he disfrutado mucho viéndola y, desde luego, me gustaría verla más veces y si hay secuela no me la voy a perder.

No me gusta juzgar los gustos ni las opiniones de los demás pero, la verdad, no entiendo toda esta campaña de acoso y derribo que hay contra esta película. Puede gustar o no puede gustar, pero mala no es. Además, es muy diferente a todo lo visto en el MCU.

Una cosa que se le recrimina mucho al MCU es que todas sus películas se parecen mucho. No hace mucho, Denis Villeneuve dijo que todas las películas del universo Marvel eran prácticamente la misma; algo que, seguramente, dijo frustrado al creer que Dune iba a ser un fracaso -cosa que, afortunadamente, no ha ocurrido -.

Esto es cierto en parte. Es cierto que hay películas del MCU que se parecen mucho unas a otras -algo normal, al tratarse de un universo compartido -, pero también hay películas que se diferencian bastante. 

Y esta es, sin duda, la que más se diferencia de todas. De hecho, llega a parecer más una película de DC que de Marvel. Eso si, una película de DC de las dirigidas por Zack Snyder; la propia Chloé Zhao declaró que Man of Steel (2013) fue una de sus principales fuentes de inspiración.

La verdad es que da la impresión de que Chloé Zhao quería hacer más una película de DC que de Marvel; y no lo digo porque en la película se mencione a Superman y a Batman. El personaje de Ikaris recuerda mucho a Superman, Thena podría ser la versión marvelita de Wonder Woman, Makkari es claramente Flash, Ajak podría ser el Detective Marciano... Incluso el desenlace en el último acto en el que los protagonistas descubren que en realidad no son héroes, sino todo lo contrario, es más propio de DC que de Marvel.

Lo bueno es que, si Chloé Zhao quería hacer una película Marvel más parecida a una de DC, la cosa por lo menos le ha salido bien. Esto, desde luego, no es como Warner Bros. destrozando Justice League para tratar de hacerla más parecida a Los Vengadores.




Se nota que Chloé Zhao ha gozado de mucha libertad a la hora de dirigir esta película; que es otra cosa que se le recrimina a Marvel Studios, el no dar mucha libertad a sus directores. La directora china ha hecho un excelente trabajo, con una película espectacular y visualmente muy potente, pero también dramática y con un muy cuidado tratamiento de la historia y los personajes gracias a un eficaz guión en el que ella misma participa y una muy lograda dirección de actores.

También me ha gustado como ha tratado el tema de la diversidad en la película. Puede que se le haya dado demasiado bombo al tema de la diversidad en las promociones -otras de las razones de que a la película está siendo tan odiada, seguro -, pero en la película el tema de la diversidad está tratado como debe ser, como algo normal. La película ni es panfletaria, ni hace discursos políticos ni se envuelve en banderas de ningún tipo. Todo eso se queda, como ya he dicho, en las promociones, que han sido un claro error por parte de Marvel Studios el haber utilizado la diversidad para promocionar la película, porque ha dado una imagen totalmente diferente de lo que en realidad es.

Incluso lo de la pareja gay que he mencionado antes y que tanto está escandalizando a los de la "religión de la paz" está tratada de lo más normal, mostrándola como lo que es, una simple pareja con un hijo donde lo especial no es que esté formada por dos hombres, sino que uno de los miembros es un superhéroe.

En cuanto al tema del reparto, otro gran acierto de la película. 

Gemma Chan está fantástica como Sersi. La actriz ya aparecía en otra película del MCU, Capitana Marvel (Anna Boden y Ryan Fleck, 2019), donde interpretaba a Minn-Erva; aunque, su aparición en ese film fue tan anódina que se puede pasar por alto y Sersi es claramente su personaje oficial del MCU.

Richard Madden hace también un muy buen trabajo como Ikaris; especialmente, en el acto final, donde se convierte en el verdadero villano de la película.

Angelina Jolie está estupenda como Thena. Hace una estupenda interpretación y vuelve a demostrar que se desenvuelve muy bien en las escenas de acción.

Salma Hayek también hace un muy buen trabajo como Ajak, la líder de este grupo de superhéroes. Tan solo la vemos en unos cuantos flashbacks, ya que su personaje está muerto durante la película. Pero esas apariciones son más que suficientes para darnos una buena muestra de su gran trabajo.

Kumail Nanjiani, Lauren Ridloff, Brian Tyree Henry, Lia McHugh, Barry Keoghan y Ma Dong-seok también hacen un excelente trabajo dando vida a Kingo, Makkari, Phastos, Sprite, Druig y Gilgamesh respectivamente.

También tiene especial mención Kit Harington, quién solo aparece al principio, al final de la película y en una de las escenas post-créditos, pero cumple bien su propósito de presentarnos a su personaje, Dane Whitman, como futuro Black Knight.




Por cierto, en la mencionada escena post-créditos también tenemos la primera incursión en el MCU del nuevo Blade, interpretado por Mahershala Ali, aunque solamente escuchamos su voz.

Bueno, vamos resumiendo ya. 

Eternals es una buena película que, en mi opinión, está siendo injustamente tratada; al igual que las películas de DC de Zack Snyder a la que este film tanto recuerda.

Una película que, a parte de sus méritos cinematográficos, también nos ofrece algo completamente diferente a lo que nos tiene acostumbrados el universo cinematográfico de Marvel, el cual ayuda a expandirse mucho más.

Desde luego, ver esta película hace que lamente más que no se llegara a hacer la película de los Inhumanos que tenían preparada y, en lugar de eso, nos metieran aquella ridícula serie de Tv.




26 de octubre de 2021

VENOM: HABRÁ MATANZA (2021)


ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún, que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todas formas, lo hará bajo su total responsabilidad.








Vamos con la secuela de Venom (Ruben Fleischer, 2018), titulada Venom: Let There Be Carnage y, aquí en España, Venom: Habrá Matanza.

Matanza, ya. Matanza la que va a haber como me presente un día en las oficinas de Sony con dos cuchillos de carnicero; lo de La Matanza de Texas será un juego de niños comparado con eso.

No, aquí no esperéis lo de "¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos" ni lo de "Vayamos por partes", porque aquí comienzo a dar hostias desde el principio porque esta película lo merece.

Total, tampoco hay mucho que hablar de ella. Tan solo que su predecesora, pese a ser una película muy mediocre, fue -incomprensiblemente -un gran éxito de taquilla y eso ha dado píe a esta secuela donde Andy Serkis reemplaza a Ruben Fleischer en la dirección y donde, como se nos adelantó en la escena post-créditos de la primera, el gran antagonista es Carnage -Matanza para los españoles -encarnado por Woody Harrelson.



Yo, la verdad, esperaba que esta película fuese mejor. No me esperaba ni de lejos una gran película, pero si algo que mejorase a su mediocre predecesora. Pero no. Sony ganó un dineral tomándonos por gilipollas con la primera película y aquí han decidido volver a tomarnos por gilipollas a ver si así se forran otra vez.

Y les está funcionando, porque la película está siendo otro éxito de taquilla; no digo las cifras porque me da vergüenza ajena.

Para empezar. El cambio de director ni se nota, porque Andy Serkis parece que está ahí solo para poner su nombre en los títulos de crédito, ya que la dirección es tan plana y mediocre como la del anterior film donde, al menos, nos daban algunas buenas escenas, como la de los SWAT en la niebla. Aquí ni eso. 

Luego tenemos el (mal)trato que le están dando a Venom. En la primera nos lo convirtieron en una alcahueta y aquí, a parte de volver a ejercer de alcahueta un rato, nos lo convierten en un compañero de piso tocapelotas, una marujona, un predicador, un detective improvisado y hasta en un criador de gallinas. 

Es que nos lo convierten hasta en discotequero. Porque esa es otra. Después de asistir de nuevo a las cansinas discusiones entre Eddie Brock y él, tenemos un momento en el que Venom se separa de Brock -haciéndole una peineta y todo -y, en lugar de irse a cazar criminales, algo con lo que había estado cansineando todo el tiempo, se nos va a una discoteca a ahogar sus penas en la que es, sin duda, la escena más ridícula de todo el film. Lo único que agradezco de esa escena es que, cuando coge el micrófono, no se ponga a cantar. Porque, si se pone a cantar, juro que me pongo en píe en ese momento y me largo del cine cagando leches.




Sobre el reparto, al igual que en la anterior película, Tom Hardy, como buen actor que es, hace lo que puede ante un conjunto que no para de caerse por su propio peso y un guión empeñado en ridiculizarle.

Sobre Michelle Williams, otra vez vuelven a desperdiciar a esta estupenda actriz utilizándola como florero. Uno de los mejores momentos de la anterior película fue cuando ella se convertía en Lady Venom, pero solo duraba unos segundos. Pero aquí tiene más delito, porque aquí si tienen una buena oportunidad de aprovecharla más como Lady Venom y vuelven otra vez a mostrárnosla otros pocos segundos. 

En cuanto a Woody Harrelson, pues es sin duda lo mejor de la película y de lo poco rescatable que hay en este film. Como Cletus Kasady está genial y, como Carnage, es hasta impresionante. Cada vez que sale él, consigue levantar la película. El problema no es que está desaprovechado, es que está desaprovechadísimo.

¿Dónde está la matanza que nos prometieron? Vale que le vemos matar a unas cuantas personas, pero yo esperaba bastantes más muertes. Luego tenemos que su relación con Shriek, no es ni de lejos la de los cómics, queriendo hacer aquí un mediocre intento de convertirlos en una especie de modernos Bonnie y Clyde o la pareja de Asesinos Natos (Oliver Stone, 1994) -que protagonizó Harrelson junto a Juliette Lewis -. 




En cuanto a Naomie Harris, que es quién interpreta a Shriek, no se los demás, pero a mi me daba en todo momento la sensación de que estaba interpretando de nuevo su papel en la saga Piratas del Caribe.

Vamos resumiendo ya, porque como continúe me van a terminar cerrando el blog.

Venom: Habrá Matanza es UNA MIERDA. Mira que me gusta poco la primera, pero es que esta la hace hasta parecer mejor. Y cuando hagan la tercera -que la harán, en vista del éxito que está teniendo esta -, la va a ver su puñetera madre, porque ya me han tomado por gilipollas dos veces, una tercera ya no.

Si le daré una oportunidad al resto del Spider-Verse, aunque iré a verlas con mucha desconfianza; porque Morbius tiene una pinta que echa bastante para atrás y lo de Kick-Ass haciendo de Kraven el Cazador mejor no hablo.

En cuanto a la escena post-créditos, donde Sony ya logra su objetivo de meter la nariz en el Marvel Cinematic Universe, solo digo que, si al final hacen ese enfrentamiento entre este Venom y el Spiderman interpretado por Tom Holland del que se está hablando mucho últimamente, espero que sea Marvel Studios la que se encargue de hacerlo y que Sony se quede de espectador.



P.D: Lo que he dicho al principio de hacer una matanza en las oficinas de Sony con dos cuchillos de carnicero era solo una broma, que conste. Quiero aclararlo porque, tal y como están las cosas hoy en día, cualquier broma en la red puede malinterpretarse y montarse un buen follón.


14 de octubre de 2021

SIN TIEMPO PARA MORIR (2021)


ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todas maneras, lo hará bajo su total responsabilidad.










Tras retirarse del MI6, James Bond (Daniel Craig) lleva una vida tranquila junto a Madeleine Swann (Léa Seydoux). Cuando ambos se encuentran en Italia, donde Bond visita la tumba de Vesper Lynd, son atacados por asesinos de ESPECTRA. Ambos logran sobrevivir, pero Bond acusa a Madeleine de haberle traicionado y la abandona. Cinco años después, Bond se encuentra en Jamaica, donde es contactado por Felix Leiter (Jeffrey Wright), agente de la CIA amigo suyo, quién le pide ayuda para encontrar a un científico que fue secuestrado por ESPECTRA de unos laboratorios londinenses junto con el Proyecto Heracles, una peligrosa arma que estaba fabricando para M (Ralph Fiennes).

Antes de aceptar el encargo, Bond recibe la visita de Nomi (Lashana Lynch), una agente del MI6 que ha heredado su estatus de 007. Esta le advierte que va detrás del científico y que no se entrometa, lo que motiva a Bond para aceptar el encargo y se traslada a Cuba donde, con ayuda de Paloma (Ana de Armas), una agente de la CIA pupila de Leiter, se infiltra en una fiesta de ESPECTRA donde se encuentra el científico. Pero, una vez allí, Bond cae en una trampa que Ernst Stavro Blofeld (Christoph Waltz) le ha tendido desde la cárcel y utilizan Heracles contra él, pero este a quienes mata es a los miembros de ESPECTRA, ya que el científico en realidad trabaja para Lyutsifer Safin (Rami Malik), un misterioso hombre que busca venganza contra ESPECTRA y que está relacionado con el pasado de Madeleine.

La nueva película de James Bond ya está en los cines después de una larguísima espera. Esta fue una de las primeras películas que se retrasó cuando estalló la pandemia, con su estreno fijado para abril de 2020 retrasado varias veces hasta que por fin ha visto la luz en octubre de 2021.

Sin embargo, los retrasos de esta película no se deben solo al COVID-19. Originalmente, su estreno estaba previsto para noviembre de 2019, pero tuvo que retrasarse cuando el primer director elegido, el célebre Danny Boyle, abandonó la producción.

Se le llegó a ofrecer la dirección de la película a Christopher Nolan, quién siempre ha soñado con dirigir una película de James Bond; de hecho, películas como Origen (2010) y TENET (2020), son derivadas de ese sueño. Sin embargo, Nolan rechazó la oferta porque se trataba de un James Bond ya establecido, el de Daniel Craig, y él quiere hacer su propio James Bond, con un actor diferente y un estilo diferente; prácticamente, lo que hizo con Batman.

Algo me dice que la próxima película de James Bond si podría estar finalmente dirigida por Nolan, ya que esta película supone la salida de Daniel Craig y, viendo como termina, está claro que van a hacer un nuevo reinicio de la saga. Pero, además, está el hecho de que el nuevo estudio encargado de distribuir la saga internacionalmente es Universal Pictures, la nueva casa de Nolan después de que este rompiera con Warner Bros.. 




Pero, bueno, volviendo a este film que nos ocupa, el director elegido finalmente fue Cary Joji Fukunaga, director de películas como Sin Nombre (2009) o Jane Eyre (2011), aunque es más conocido por dirigir la estupenda primera temporada de True Detective

Además de dirigir, Fukunaga también participó en el guión de la película, algo que no es habitual en la saga, donde los directores no suelen participar en el guión -al menos, no de forma acreditada -. Un guión donde también han participado Neal Purvis y Robert Wade -dos habituales de la saga -, Scott Z. Burns y la actriz y escritora Phoebe Waller-Bridge.

La película está siendo un éxito, aunque, más en el resto del mundo que en EEUU, donde tuvo este fin de semana una recaudación de 55 millones de dólares, muy lejos de los 60 y 70 millones que le daban las estimaciones, frente a los 259 millones recaudados en el resto del mundo, haciendo un total de 314 millones de dólares que, a día de hoy, han subido a 321 millones.

Por lo demás, tanto la respuesta de la crítica y del público han sido, principalmente, muy positivias.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Yo tenía muchas ganas de ver esta película. Principalmente, porque me gusta mucho la saga Bond, pero también porque la anterior película, SPECTRE (Sam Mendes, 2015), me dejó muy mal sabor de boca y esperaba que esta película mejorara la cosa y le diera a Daniel Craig una salida digna de la saga.

Cabe decir que a la saga Bond protagonizada por Craig le pasa un poco como a la saga cinematográfica de Star Trek antes de que J.J. Abrams pusiera sus manos en ella, donde las películas de número par eran superiores a las de número impar (la 2 era mejor que la 1, la 4 era mejor que la 3, la 6 era mejor que la 5, la 8 era mejor que la 7 y la 10 era mejor que la 9). Con la saga Bond protagonizada por Craig ocurre prácticamente lo mismo, solo que aquí las buenas son las que tienen número impar. 

La primera película, Casino Royale (Martin Campbell, 2006), fue sensacional y una gran sorpresa que supo reiniciar muy bien la saga y, sobre todo, al personaje. La segunda película, Quantum of Solace (Marc Forster, 2008), fue una decepción tremenda y a día de hoy es la peor de todas las películas protagonizadas por Craig. La tercera película, Skyfall (Sam Mendes, 2012), logró remontar la saga, además de terminar de formar al Bond de Craig. Pero, la cuarta película, la mencionada SPECTRE, supuso un nuevo bajón, pese a contar de nuevo con Sam Mendes como director y traernos de vuelta a la organización ESPECTRA.




Siguiendo la tradición, esta película debería volver a remontar la saga y, afortunadamente, puedo decir que así ha sido. Porque la película me ha gustado mucho. He disfrutado mucho viéndola y me alegra decir que no solo quita el mal sabor de boca de SPECTRE, también resuelve acertadamente algunos de los defectos de esta.

Entre esos defectos que arregla, está la muy decepcionante organización ESPECTRA que nos presentaron y a ese Ernst Stavro Blofeld que, pese a estar interpretado por un excelente actor como Christoph Waltz, quedó bastante ridículo.

Sin embargo, pese a lo mucho que me ha gustado la película, también debo decir que, aunque está muy lejos de ser una decepción como Quantum of Solace y SPECTRE, tampoco la he encontrado tan satisfactoria como Casino Royale y Skyfall

La razón es que, pese a tener un excelente comienzo y un desarrollo muy sobresaliente, la película termina cayéndose mucho en el último acto, pese a que este se desarrolla en un escenario muy propio de la saga Bond.

Esto no tiene nada que ver con el final que le dan a James Bond, aunque, personalmente, yo no le hubiera matado. Yo lo habría dejado vivo, pero con la lacra de no poder acercarse a su hija y a la mujer a la que ama, viéndose obligado a vivir escondido a causa de esto. Pero, como he dicho, esto es solo una opinión personal mía.

Pese a la polémica suscitada a causa de muchos fans cabreados, a mi no me molesta que hayan matado a James Bond. Además, no creo que se hayan cargado definitivamente al personaje, como van diciendo algunos por ahí. No, a quién han matado es al James Bond de Daniel Craig y dentro de unos años tendremos un nuevo James Bond con un nuevo rostro -y, si se cumple mi teoría de antes, posiblemente dirigido por Christopher Nolan -, porque no creo que los responsables de la saga vayan a matar a la gallina de los huevos de oro y mucho menos que vayan a continuar la saga con otro personaje; especialmente, el personaje de Lashana Lynch -más adelante diré por qué -.




La razón de que la película se caiga en su último acto tiene más que ver con el villano. El villano principal de la película está muy bien -más adelante hablaré más de él -y, pese a las quejas de algunos, que no aparezca mucho en la película no me ha parecido mal; lo mismo ocurría con el personaje de Javier Bardem en Skyfall y el resultado fue muy bueno. 

El problema con el villano tiene que ver con su motivación. La parte de la venganza contra ESPECTRA está muy bien, esa parte está muy logrado. Pero, una vez lograda la venganza, no quedan muy bien definidas las motivaciones del personaje. Nunca queda completamente claro lo que quiere hacer con el MacGuffin de la historia, si lanzarlo o venderlo a mejor postor, como tampoco queda del todo claro que quiere hacer con Madeleine y la niña.

Todo eso hace que el personaje quede muy desdibujado y que, como ya he dicho, el acto final termine cayéndose y la película, pese a no ser una decepción, tampoco queda del todo redonda.

Pero, bueno, a pesar de esto, la película me ha parecido muy buena. La dirección de Fukunaga me ha parecido sobresaliente, tanto en los momentos dramáticos y la dirección de actores como en las escenas de acción, muy espectaculares y brutales, además de que están mucho mejor resueltas que las de SPECTRE.

En cuanto al reparto. Daniel Craig vuelve a estar sensacional como James Bond en la que es su despedida del personaje. De él no hay mucho que hablar, pese a las muchas críticas que suscitó su fichaje en su día, el tipo hizo suyo al personaje desde el primer momento y difícil lo va a tener quién quiera que sea su sustituto, ya que ha dejado el listón muy alto.

Léa Seydoux vuelve a estar fantástica como Madeleine, esta vez con su personaje mucho más desarrollado que en la película anterior.

De Ralph Fiennes (M), Naomie Harris (Moneypenny) y Ben Whishaw (Q) no me enrollaré mucho, los tres hacen un buen trabajo, al igual que en las anteriores película.

Jeffrey Wright también hace un buen trabajo como Felix Leiter, a quién también vemos morir en esta película.

Lashana Lynch también hace un buen trabajo como Nomi, la nueva agente 007 después de que Bond se retirara. La actriz hace un buen trabajo, como ya he dicho, pero la presencia de su personaje en la película la he encontrado muy anodina. Es por eso que no creo que vayan a continuar la saga con ella de protagonista, porque para ello debería haber dejado bastante huella en el film y su personaje no aporta casi nada; hasta desaprovechan la guerra de sexos y de vieja escuela contra nueva escuela que se establece entre ella y Bond.




Eso de que Lynch va a ser la nueva protagonista de la saga no es más que un rumor sin fundamento; al igual que lo de que Phoebe Waller-Bridge -curiosamente, guionista de este film -vaya a ser la sustituta de Harrison Ford en la saga Indiana Jones. 

Puede que su presencia en la película sea mucho más reducida que la de Lynch, pero Ana de Armas ha dejado mucha más huella que la película que ella. La actriz cubana está fantástica en todo momento y sabido aprovechar muy bien su poco tiempo en pantalla dando vida a Paloma, una agente de la CIA pupila de Felix Leiter que bien podría ser la sustituta de este en futuras películas, ahora que este ha muerto. Y hasta me atrevería pedir que le hagan un spin-off.

Además, ella y Craig conservan la química que tenían de cuando coincidieron en Puñales por la Espalda (Rian Johnson, 2019). Ha sido tan genial como divertido verlos interactuar en la película, ella haciéndose la tonta y él impresionándose con ella a medida que va conociendo sus habilidades.

Y, para terminar, Rami Malek está impresionante como el villano principal de la película, Lyutsifer Safin, que me ha parecido también un excelente villano a pesar del problema con sus motivaciones que he mencionado antes. Hubo rumores de que, de la misma manera que Christoph Waltz terminó siendo Blofeld en la película anterior, este personaje podría ser en realidad el Dr. No, el mítico villano de la primera película de la saga, Agente 007 contra el Dr. No (Terence Young, 1962); a la que, por cierto, homenajean en los créditos iniciales.

Al final no ha sido así, pero si es cierto que el personaje guarda algunas similitudes con el Dr. No, como que posee su propia isla o que tiene el corazón en el lado derecho del pecho; cosa que se ve en la escena inicial, cuando la joven Madeleine le dispara en el corazón y él sobrevive.

Bueno, vamos resumiendo ya.

Sin Tiempo para Morir me ha parecido una película muy buena y un digno final para Daniel Craig como James Bond. Por desgracia, su caída en el acto final le impide llegar a la altura de Casino Royale y Skyfall, pero está muy lejos de ser una decepción como Quantum of Solace y SPECTRE.