22 de diciembre de 2021

SPIDER-MAN: NO WAY HOME (2021)


ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún, que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todas formas, lo hará bajo su total responsabilidad.








La vida de Peter Parker (Tom Holland) se ha complicado después de que Mysterio (Jake Gyllenhaal) revelara al mundo que él es Spiderman y, además, le acusase de ser el responsable de su muerte y quién estaba detrás del ataque en Londres. Gracias a la intervención del abogado Matt Murdock (Charlie Cox), logra librarse de acciones penales por el momento, pero él, su tía May (Marisa Tomei), su novia MJ (Zendaya) y su mejor amigo, Ned Leeds (Jacob Batalon), además de otras personas de su entorno, son acosados constantemente por los medios de comunicación mientras la opinión pública se divide entre los que piensan que Spiderman es un héroe y los que piensan que es un villano; estos últimos, alentados por J. Jonah Jameson (J.K. Simmons).

Agobiado por la situación y viendo como esto afecta a sus seres queridos, Peter busca la ayuda del Doctor Extraño (Benedict Cumberbatch) quién pone en marcha un hechizo para que todo el mundo olvide que Peter Parker es Spiderman. Pero, al interferir en el hechizo, Peter provoca que este cree grietas en el multiverso que hacen que villanos que se enfrentaron en otros mundos a Spiderman lleguen a su realidad. Así, Peter se verá enfrentado con el Duende Verde (Willem Dafoe), el Doctor Octopus (Alfred Molina), Electro (Jamie Foxx), el Lagarto (Rhys Ifans) y Sandman (Thomas Haden Church).

Spider-Man: No Way Home es la tercera entrega de la actual saga cinematográfica del hombre araña. Saga que surgió gracias a un acuerdo entre Sony Pictures, poseedora de los derechos del trepamuros, y Marvel Studios.

Este acuerdo se debió a que ambas compañías tenían interesen conjuntos sobre el hombre araña. Mientras Marvel Studios buscaba introducir al superhéroe más icónico de Marvel en su universo cinematográfico, el Marvel Cinematic Universe, Sony Pictures buscaba poder formar parte de este lucrativo universo al tiempo que buscaban resarcirse de los flojos resultados de The Amazing Spider-Man 2: El Poder de Electro (Marc Webb, 2014).

Este acuerdo dio como resultado las muy exitosas Spider-Man: Homecoming (2017) y Spider-Man: Lejos de Casa (2019). Además, permitió la aparición de Spiderman en Vengadores: Infinity War (2018) y Vengadores: Endgame (2019), dos éxitos enormes que superaron los dos mil millones de dólares cada una; en el caso de Endgame, hasta llegó a desbancar a Avatar (James Cameron, 2009) como la película más taquillera de la historia -aunque, recientemente, la película de Cameron ha recuperado el trono tras los reestrenos -.




No obstante, pese al éxito conseguido, unas diferencias entre Disney, propietaria de Marvel, y Sony por los porcentajes de beneficios de las películas hizo que el acuerdo se rompiera durante la post-producción de Lejos de Casa y Spiderman volvió a quedar fuera del MCU. Esto y el inexplicable éxito de Venom (Ruben Fleischer, 2018), el cual potenció el propio universo de Sony, el Spider-Verse, hizo creer que el paso del hombre araña por el MCU había terminado.

Sin embargo, semanas después, Marvel y Sony anunciaron un nuevo acuerdo que garantizaba una película más de Spiderman y la aparición de este en otra película del MCU. Más adelante, las compañías anunciaron un nuevo acuerdo, pero los términos de este no se hicieron públicos; aunque la productora Amy Pascal afirmó no hace mucho que tienen pensado hacer tres películas más de Spiderman con Marvel Studios.

Dejando esto a un lado, la tercera película que garantizaba el segundo acuerdo es la película que ahora nos ocupa. Tom Holland continúa siendo el actor que da vida a Peter Parker/Spiderman, Jon Watts, director de las dos películas anteriores, repite por tercera vez como director, al igual que los guionistas Chris McKenna y Erik Sommers.

No obstante, esta película llegaba con una peculiaridad. Y es que, utilizando el multiverso, la película introduce personajes vistos en las anteriores sagas del arácnido que no pertenecen a MCU, todos interpretados por sus respectivos intérpretes. Esto es algo que ya hizo en Tv el Arrowverse durante el crossover Crisis en Tierras Infinitas (2019-2020) y que el año que DC Films está haciendo en la película The Flash, que llegará a los cines en 2022.

Ni que decir tiene que esto generó una gran expectación que ha tenido su repercusión en la taquilla. Desde que se estrenó el pasado viernes, la película no para de batir records. A día de hoy, lleva recaudados 260 millones de dólares solo en EEUU y 340 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 600 millones de dólares cuando todavía no ha pasado ni una semana de su estreno. 

Además, en plena pandemia, dejando de nuevo en evidencia a los que van diciendo por ahí que la gente ya no va a los cines por miedo. De hecho, esta podría ser la primera película que podría superar los mil millones desde que comenzó la pandemia.

Además de eso, tanto la mayoría del público como la crítica la están adorando. 

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Directamente al gran, la película me HA ENCANTADO. Es, sin duda, la mejor de las tres; y mira que tanto Spider-Man: Homecoming como Spider-Man: Lejos de Casa me encantaron. Además, de todas las películas de arácnido que se han hecho después de 2004, esta es, sin duda, la única que está a la altura de las dos primeras películas de Sam Raimi y hasta podría echar un buen pulso con ellas.




No entraré mucho en detalles sobre el aspecto técnico y visual, ya que la película está muy lograda en este campo. Los efectos especiales y el diseño de producción son muy buenos y la dirección de Jon Watts es de lo más eficaz, se nota que el tipo va mejorando con cada película; ahora tengo más ganas de ver lo que hará con Los 4 Fantásticos.

El plato fuerte de esta película, que es la introducción de personajes de otras sagas empleando el multiverso, ha sido realizada de la forma más acertada. Ninguna de estas apariciones es un simple cameo -tan solo el del Matt Murdock de Charlie Cox pero, aún así, su aparición es genial -y todos tienen su importancia en la película y su peso en la trama. 

Además, algunos de ellos están hasta mejorados. Uno de los mejores ejemplos es Electro, que deja de ser azul y le dan un nuevo traje con el que, cuando utiliza la electricidad, se forma un efecto en su cara que recuerda a la máscara que el personaje utiliza en los cómics.

El otro mejor ejemplo es el Lagarto, que sigue teniendo aspecto humanoide, pero con un diseño mejor y ya no tiene esa descompensación entre cabeza y cuerpo que tenía en The Amazing Spider-Man (Marc Webb, 2012).

Es una pena que Paul Giamatti no pudiese regresar como Rhino porque, seguramente, le hubieran puesto un traje en lugar de meterlo dentro de un robot.

Y en cuanto a lo de juntar a los tres hombres araña cinematográficos, que decir, ha sido la hostia en patinete. Ver al Spiderman de Tom Holland interactuar con el Spiderman de Tobey Maguire y el Spiderman de Andrew Garfield, tanto en los momentos dramáticos como en las escenas de acción durante la espectacular batalla final en la Estatua de la Libertad, ha hecho todas mis delicias como fan.

Pero, a parte de todo esto, la película no se queda en un simple fan service. Su trama y su guión están muy conseguidos, equilibra muy bien el humor con los momentos dramáticos y nos muestra el definitivo salto a la madurez de este Spiderman interpretado por Tom Holland, quién al final hace un gran sacrificio que le da un giro completo a la saga, dejándonosla en un punto muy interesante si continúan con más entregas.

El final -maravilloso, por cierto -me recordó mucho al de Skyfall (Sam Mendes, 2012) ya que, al igual que en la película de James Bond, recupera elementos clásicos de Spiderman, como la máquina de coser, el apartamento con grandes ventanas para poder salir por ellas y, sobre todo, Spiderman corriendo y balanceándose entre los edificios de Nueva York. Lo dicho, una delicia para todo fan. 

En cuanto al reparto, muy bien.

Tom Holland vuelve a estar brillante como Peter Parker y Spiderman; especialmente, en el salto a la madurez que he mencionado antes. También Tobey Maguire y Andrew Garfield vuelven a estar geniales en sus respectivos roles del hombre araña. 



Willem Dafoe y Alfred Molina estuvieron excelentes cuando interpretaron al Duende Verde y a Doctor Octopus en las películas de Sam Raimi y aquí vuelven a estarlo. En el caso de Jamie Foxx como Electro, su trabajo es, incluso, mejor que el que hizo en la película de Marc Webb. Y, aunque estén la mayor parte del tiempo digitalizados, Rhys Ifans y Thomas Haden Church hacen también un estupendo trabajo como el Lagarto y Sandman.

Zendaya vuelve a estar fantástica como MJ -que sigue sin ser Mary Jane por mucho que le hayan añadido ahora el apellido Watson -y Jacob Batalon está muy bien como Ned Leeds, que ya no está tan insoportable como en las anteriores películas.

Benedict Cumberbatch vuelve a hacer un estupendo trabajo como Doctor Extraño. Además, se agradece que su presencia en la película no sea como nuevo mentor de Spiderman, como se dijo en un principio. 

Y Marisa Tomei está de nuevo impresionante en la que es su despedida como la tía May, ya que, lamentablemente, vemos su muerte en este film; aunque, eso si, en una escena impresionante. Además, ella es quién menciona por primera vez en esta saga la famosa frase de Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Bueno, vamos resumiendo ya.

Spider-Man: No Way Home es una película excelente que ha sabido aprovechar muy bien el multiverso, dándonos la oportunidad de ver de nuevo a personajes míticos, y ha hecho que este Spiderman cinematográfico, al que hemos visto crecer a lo largo de los últimos cinco años, de el definitivo salto a la madurez.

Desde luego, espero que puedan continuar la saga. Kevin Feige confirmó que la cuarta entrega ya está en desarrollo, pero ahora los guionista van diciendo que no saben nada al respecto; claro, que podrían estar jugando al despiste, como Andrew Garfield con las muchas veces que declaró que no iba a aparecer en esta película.

Si hacen Spider-Man 4, en la escena de los créditos finales ya nos dan la pista de que el villano podría ser Venom. Pero, eso si, aunque esta escena enlaza con Venom: Habrá Matanza, el Venom que veremos será un Venom diferente, puesto que el de las películas de Tom Hardy se vuelve a su mundo a seguir criando gallinas.

Ya veremos a ver que hace. De momento, disfrutemos de esta estupenda película que ya tengo ganas de ver más veces.






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