22
años después de que se estrenara la maravillosa Parque Jurásico y 14 años después del estreno de la última secuela,
nos llega Jurassic World, la tan
esperada cuarta entrega de esta saga.
Steven
Spielberg, que ejerce de nuevo como productor ejecutivo, esta vez le cedió la
dirección a un joven director sin ninguna experiencia en superproducciones,
pero con un gran amor por Parque Jurásico.
La
historia se sitúa 22 años después del incidente en Jurassic Park. InGen, ahora
controlada por Simon Masrani (Irrfan Khan), un excéntrico multimillonario, ha
construido en Isla Nublar un segundo parque, más grande y moderno, llamado
Jurassic World. Dicho parque ha funcionado muy bien durante años, atrayendo a
miles de visitantes. Sin embargo, después de tantos años, la gente ya se ha
acostumbrado a los dinosaurios, que ven como animales normales, y esto ha hecho
que desciendan los ingresos del parque, lo cual obliga a buscar atracciones
novedosas. La última de ellas es el Indominus Rex, dinosaurio híbrido creado
directamente a base de juntar el ADN del T-Rex con el de otros dinosaurios y
otros animales. Claire Dearing (Bryce Dallas Howard), la directora del parque, cree
que el nuevo dinosaurio está ya listo para ser presentado al público, pero
Masrani pide que antes Owen Grady (Chris Pratt) lo evalúe. Grady es un ex-marine
que trabaja con los Velociraptors, con los que ha llegado a establecer un
vínculo. Claire no está muy conforme, ya que ella y Owen tuvieron una relación
que no salió bien, pero va a verle y lo lleva al recinto del Indominus Rex.
Pero, en esos momentos, el nuevo dinosaurio logra escapar y, poco a poco, va provocando
el caos en el parque. La cosa empeora cuando los sobrinos de Claire, que se
encuentran en esos momentos en la isla visitando el parque, se pierden por la
zona donde se encuentra el dinosaurio fugado.
Esta
cuarta entrega ha tardado mucho en ver la luz. Originalmente, estaba prevista
para estrenarse en 2005 –cumpliendo así la tradición de estrenar una película
cada cuatro años –, pero la cosa no llegó a salir adelante.
Y es que Spielberg, bastante descontento con los resultados de Parque Jurásico III, esta vez se metió más en el proyecto y no quiso que la película saliera adelante hasta no haber un guión en condiciones. Así, durante años, el proyecto estuvo parado mientras varios guionistas, como el cineasta Peter Sayles o William Monahan, trabajaron continuamente en él. Se escribieron muchos borradores y se barajaron varias historias –entre ellas, la creación de híbridos entre humano y dinosaurio o la utilización de dinosaurios como armas de guerra –. Mientras, no paraban de salir todo tipo de rumores con respecto al reparto; desde los regresos de Sam Neill, Laura Dern o Jeff Goldblum hasta nuevas incorporaciones, como la de la actriz Keira Knightley.
En
cuanto a la dirección, siempre sonó el nombre de Joe Johnston a pesar de que
este dijo que no dirigiría más películas de la saga poco después del estreno de
Parque Jurásico III.
El
caso es que la película no conseguía salir adelante y, en 2008, tras haber
quedado completamente paralizada a causa de la huelga de guionistas que comenzó
a finales de 2007 y la muerte ese año de Michael Crichton, los productores
Kathleen Kennedy y Frank Marshall lo dieron completamente por finiquitado. Sin
embargo, es bien sabido que en Hollywood ningún proyecto está muerto del todo y
esta película no iba a ser una excepción.
Así,
en 2011 volvió a ponerse en marcha, esta vez con más fuerza, de nuevo con
Spielberg, desde su cargo como productor ejecutivo, como su principal impulsor.
Se dijo que esta entrega contaría con un reparto completamente distinto e iba a
ir por un camino muy diferente a las anteriores entregas; además de que iba a
renovar la saga, siendo el inicio de una nueva trilogía. Todo esto hizo pensar
que, en lugar de una cuarta entrega, la película iba a ser un reboot, lo que
despertó muchas críticas; tantas que hasta el propio Spielberg tuvo que salir a
desmentirlo en más de una ocasión.
En
junio de 2012, Amanda Silver y Rick Jaffa, que venían precedidos del éxito de El Origen del Planeta de los Simios
(Rupert Wyatt, 2011), fueron contratados para escribir el guión y, por primera
vez, la película comenzó a ir tomando forma.
Sobre
quién la iba a dirigir, Spielberg dejó claro desde el principio que no iba a
repetir como director y volvió a rumorearse el regreso de Joe Johnston. Finalmente,
en marzo de 2013 se hizo público que el elegido para dirigir la película era
Colin Trevorrow. Una decisión muy arriesgada, ya que este director tenía una
total inexperiencia en superproducciones y su filmografía como director se
limitaba a un cortometraje, un documental, un telefilm y la película Seguridad no Garantizada (2012), una
comedia de ciencia ficción independiente. Sin embargo, ya es bastante habitual
ver superproducciones dirigidas por directores con poca –incluso nula –experiencia
en este tipo de películas; el año pasado tuvimos buenos ejemplos con los
hermanos Russo (Capitán América: El
Soldado de Invierno), Gareth Edwards (Godzilla)
y James Gunn (Guardianes de la Galaxia).
Además, Trevorrow tenía a favor dos importantes elementos: un gran talento como
director y, sobre todo, una gran pasión por Parque
Jurásico.
Nada
más llegar, Trevorrow se hizo rápidamente con el proyecto y, contando con la
total aprobación de Spielberg, lo moldeó a su gustó. No contento con el guión
de Silver y Jaffa, reescribió el guión a su gusto ayudado por Derek Connolly,
un colaborador habitual. Esto hizo que el estreno de la película se retrasara
del verano de 2014 al verano de 2015.
Esta
reescritura, más recientemente, le ha causado a Trevorrow problemas con el
sindicato de guionistas, lo que le ha obligado a hacer que Silver y Jaffa
aparezcan en los créditos como guionistas y no solo como inspiradores
argumentales.
Afortunadamente,
este parece haber sido el único gran problema del director durante la
producción de esta película, la cual se desenvolvió sin apenas problemas hasta
dar forma a la película que ahora nos ocupa; la cual se estrenó el pasado fin
de semana y su éxito ha sido brutal. Solo en EEUU recaudó en su primer fin de
semana 209 millones de dólares, superando a Los
Vengadores (Joss Whedon, 2012) como mejor estreno. Y no solo eso, ya que también
hizo 511 millones a nivel global, siendo la película que logra recaudar más de
500 millones en su primer fin de semana. A día de hoy, lleva recaudados 437
millones en EEUU y 584 millones, por lo que su recaudación global asciende a
1.021 millones de dólares. Todo esto en su segunda semana, y las cifras
aumentarán mucho más este fin de semana. La película va a superar pronto lo
1.029 millones de dólares de Parque Jurásico, convirtiéndose en la entrega más taquillera de la
saga y a este paso hasta podría superar a Los
Vengadores e, incluso, a Titanic
y Avatar.
Normalmente,
las cifras de taquilla las suelo poner como simple dato informativo. Sin
embargo, aquí hay que tener en cuenta los impresionantes datos de taquilla que
la película está haciendo. Porque, aunque Parque
Jurásico batiera records en su día, sus secuelas han ido en descenso. El Mundo Perdido: Jurassic Park no llegó
a superar los 300 millones en EEUU y su recaudación global fue de 618 millones
de dólares, muy lejos de los 983 millones que hizo en su día Parque Jurásico –los 1.029 millones son
a causa de su reestreno en 2013 –. Y el panorama es aún peor con Parque Jurásico III, la cual no llegó ni
a alcanzar los 200 millones en EEUU y su recaudación global se quedó en 368
millones de dólares.
La
saga iba en claro descenso. Pero, ahora –más de una década después de la
tercera y más de dos décadas después de la primera –, la saga ha vuelto a
ascender y lo está haciendo a velocidad de vértigo.
Además,
por primera vez una gran parte de la crítica se muestra por primera vez
favorable; la otra parte, cómo no, sigue en sus trece. En el público también
hay división. Muchos afirman haberse sentido defraudados y que la película no
vale para nada, mientras otros hablan maravillas de ella.
¿Y
que pienso yo? Pues a eso es a lo que voy ahora.
Para
entender el éxito de esta película, hay que hacer algo de memoria. Aunque
muchos se empeñen en decir que Parque
Jurásico no es más que una película infantil y simplona, fue una película
que revolucionó el cine –para bien y para mal, todo hay que decirlo –y, además,
influyó en muchas personas, a las que dejó muy marcadas. Yo lo sé bien porque
yo fui una de esas personas a las que marcó, haciéndome despertar la pasión por
el cine que, entre otras cosas, hizo posible la creación de mis blogs. Y, sin
duda, otra de las personas a las que marcó fue Colin Trevorrow.
La
película me...
HA ENCANTADO
Yo
aún recuerdo cuando vi Parque Jurásico
por primera vez en 1993. Tenía 13 años, pero aún recuerdo ese momento como si
fuera ayer, porque fue toda una experiencia ver esa película por primera vez;
una experiencia irrepetible que se tiene con pocas películas.
Pues
bien, ahora, 22 años después, he vuelto a sentir una sensación parecida. Mientras
veía la película, por un momento, sentí como si tuviera 13 años otra vez,
disfrutando enormemente todos y cada uno de los grandes momentos de la película
y quedándome con una ganas tremendas de repetir nada más terminar.
Y
esto me lleva a pensar que, al igual que yo, muchos que también adoran Parque Jurásico tanto como yo,
seguramente, han vuelto a sentir lo mismo que cuando la vieron por primera vez.
Y no solo eso, también gran parte del público joven que no pudo verla en su día
en el cine –el reestreno en 3D que hicieron en 2013 no cuenta –ha debido de
experimentar algo parecido a lo que experimentamos nosotros 22 años atrás.
Para
mí que es ahí donde radica el enorme éxito de esta película. Mientras las otras
secuelas solamente servían para explotar más la fórmula, esta película
recupera, en gran parte, la esencia de lo que en realidad fue Parque Jurásico, una película realmente
mágica que cautivó a toda una generación y a generaciones posteriores. Y esta
Jurassic World recupera, no todo, pero si mucho de todo aquello, logrando un
perfecto equilibrio entre lo nostálgico y lo novedoso.
Para
mí, esa era sin duda la intención de Trevorrow, quién ha hecho una secuela a
nuestra medida, guardando un gran respecto a la primera película, a la que
dedica multitud de guiños, homenajes y, sobre todo, un montón de huevos de
pascua, todos muy bien introducidos entre los nuevos elementos, más
carácterísticos con esta época.
El
Mundo Perdido
y Parque Jurásico III también
introducían homenajes, pero eran homenajes muy descafeinados y bastante
insustanciales. Nada comparable con esta película, que hasta me ha hecho
emocionarme varias veces.
Desde
luego, he disfrutado enormemente viéndola y la sensación de satisfacción que me
ha dejado ha sido enorme. No creía que llegaría a decir esto, pero he
disfrutado más, incluso, que con Los
Vengadores: La Era de Ultron; ahora me arrepiento de haber elegido la
película de Joss Whedon –quién, por cierto, tuvo una puya con Trevorrow de la
que prefiero no hablar ahora –para ir a la ciudad a verla en su estreno y no
esta porque, desde luego, ahora veo que merecía más la pena.
Técnicamente,
la película está hecha de forma muy brillante. Trevorrow la dirige muy bien y
en ningún momento se nota que es un novato en las superproducciones. Los
efectos especiales son fabulosos y el diseño de producción es brillante.
Los
dinosaurios están logradísimos. El mejor, sin duda, sigue siendo el T-Rex, que
es el mismo que aparecía en Parque
Jurásico –incluso, luce las cicatrices que le dejó el Velociraptor –; me
hubiera gustado que saliera más, pero no me importa mucho porque, como predije,
aquí le devuelven a este animal la dignidad de la que le despojaron en Parque Jurásico III. Los Velociraptors
también son formidables y me alegro de que hayan prescindido de las plumas pese
a la insistencia de los científicos. En cuanto a los nuevos, el Mosasaurus es
impresionante; solo sale tres veces, pero esas tres veces son formidables. Y la
gran estrella de la película, el Indominus Rex, está muy bien hecho y luce un
aspecto horrible, más asemejado a un monstruo que a un dinosaurio; aunque, esa
es la intención del film, ya que, como dice el personaje de Chris Pratt, no es
un dinosaurio.
El
guión no es ninguna maravilla ni digno de un oscar, pero es un buen guión.
Sencillo, pero efectivo, que va directamente al grano con la historia
principal, la cual va progresando desde que empieza hasta que termina, sin
desperdiciar mucho tiempo en las otras subtramas; como la referente al divorcio
de los padres de los niños, la cual está tratada de una forma brillantemente sutil.
Otro
punto a favor son los actores.
Comenzando
por Chris Pratt, quién hace un estupendo trabajo en su papel protagonista; no
consigue hacer olvidar a Sam Neill, pero si logra que no se le eche de menos. Debo
decir que en los tráilers parecía que su personaje recordaba demasiado al
Star-Lord de Guardianes de la Galaxia
y que el tipo estaba empezando a encasillarse. Pero nada más lejos de la
realidad, ya que, una vez vista la película, te das cuenta de que el personaje,
aunque guarda similitudes con Star-Lord, no es, ni mucho menos, una copia de
ese personaje.
La
otra gran protagonista de la historia, Bryce Dallas Howard, además de muy
bella, también está estupenda en su papel. Además, me gusta cómo va
evolucionando su personaje a lo largo de la película. Por no hablar que la
química entre ella y Pratt es tan grande que, incluso, se pasa por alto que la
relación romántica entre ella Pratt es
bastante tópica; afortunadamente, no le dan mucha coba.
Los
dos niños, Nick Robinson y Ty Simpkins también están muy bien y, al igual que
los niños de la primera película, no resultan ninguna carga para el film –que es
lo que suele ocurrir cuando meten niños de por medio –; y eso que uno de ellos
es el niñato repelente de Iron Man 3
(Shane Black, 2013), que aquí logra redimirse.
Vincent
D´Onofrio este año ha vuelto a demostrar que los papeles de villano son lo
suyo. Primero como un excelente Kingpin en la estupenda serie Daredevil y, ahora, con un estupendo
trabajo como el villano principal de este film. Irrfan Khan está genial como
millonario excéntrico y el único que repite de la primera, BD Wong como el
doctor Henry Wu, hace un trabajo equivalente al que hizo en 1993; aunque, aquí he
perdido bastante de la simpatía que tenía por este personaje.
En general, los actores hacen un buen trabajo; todo ello, acrecentado por una muy lograda dirección de actores de Trevorrow, que es el alma de la película.
Pero, en lo que Jurassic World ha conseguido
triunfar es, sin duda, en devolvernos el espíritu de Parque Jurásico adaptado a los nuevos tiempos. Y lo ha hecho porque Trevorrow, contando en todo momento con el
beneplácito de Spielberg, ha hecho la película que él quería hacer y que todos
los amantes de Parque Jurásico
queríamos y esperámonos. Y que, además, la ha hecho con sentimiento y, sobre todo, amor, notándose en
cada uno de los fotogramas la pasión que ha puesto en esta película;
que no deja de ser un blockbuster veraniego que la Universal ha producido para
llenar sus arcas, pero eso no impide que su responsable pueda hacerla desde
las tripas, como dicen los seguidores del cine de autor.
Y
es que, por encima de los dinosaurios, el guión, los efectos especiales y el
reparto, lo que más ha hecho que esta película esté triunfando cuando lo tenía
todo en contra –puesto que estamos en una época en la que los efectos
especiales están a la orden del día y el público es cada vez más difícil de
impresionar –ha sido el empeño, las ganas y, sobre todo, la pasión que
Trevorrow ha puesto en este film.
Y
es que Trevorrow es alguien que siente verdadero amor por Parque Jurásico, el cual se siente en todos y cada uno de los
fotogramas de esta película. Contando en todo momento con el beneplácito de
Spielberg, el tipo ha hecho la película que todos los amantes de Parque Jurásico estábamos esperando; una
película hecha desde el corazón y las tripas -como ya he dicho antes -de alguien que hace 22 años quedó
muy impresionado y ha querido que él y todos los que sentimos esa sensación
volvamos a repetir la experiencia.
Donde
más se aprecia todo esto es, sin duda, en el momento cumbre de la película: EL CLIMAX. Un momento brillante, épico, impresionante y, sobre todo, cargado
completamente de nostalgia. Es cierto que es un momento predecible, cosa que resaltan
los detractores de la película, pero lo es porque es el climax que estábamos
esperando; la película tenía que terminar de esa manera.
Una
película que para mí ha sido maravillosa. Me ha hecho disfrutar
enormemente y hasta ha llegado a
teletransportarme a aquel momento de 1993 en el que mi vida cambió. Una
película que, sin duda, hay que ser un verdadero amante de Parque Jurásico para
poder apreciar en su totalidad todas sus virtudes y no dejarse cegar por
tonterías como que la protagonista corra con tacones –cosa que se ve mil veces
en las películas de aventuras clásicas y nadie dice nada –.
No
llega a la categoría de obra maestra, como Parque
Jurásico, a la que no llega a igualar, pero si logra acercársele mucho;
muchísimo más que las otras dos entregas, El Mundo Perdido y Parque Jurásico
III, a las que deja a la altura del betún.
Para
mí es, sin duda, una de las mejores películas del año; con muchas opciones a
ser la mejor.