ATENCION. Advierto que esta review contiene SOPILERS de la película muy reveladores. Quién no la haya visto aún que se abstenga de leerla o lo haga bajo su total responsabilidad.
La historia de La Bella Durmiente es de sobras
conocida, pero no ocurre lo mismo con la principal antagonista de la historia,
la bruja Maléfica.
En sus orígenes, Maléfica (Angelina
Jolie) era un hada que vivía en las Ciénagas, un reino mágico poblado por
distintos seres que vivía bajo la amenaza de su vecino, el reino de los
humanos. Dotada de unas grandes alas, Maléfica es más fuerte y poderosa que las
otras hadas y esto la convierte en la protectora de las Ciénagas frente a las
ambiciones del rey humano Henry (Kenneth Cranham) de conquistarlas. Cuando era
una niña (Isobelle Molloy), Maléfica conoció a Stefan (Michael Higgins), un
joven humano del que se enamora y con el que suele verse a escondidas. Pero
Stefan ambiciona convertirse en rey y, cuando Henry promete entregar el reino a
quién mate a Maléfica, él la traiciona y la hace beber un brebaje que la deja
profundamente dormida. Sin embargo, no se atreve a matarla. Pero, en lugar de
eso, lo que hace es cortarle las alas y llevarlas ante el rey como prueba de la
ha matado.
Traicionada y mutilada, Maléfica
se convierte en un ser oscuro que lleva la oscuridad a las Ciénagas. Deseosa de
vengarse de Stefan (Sharlto Copley), ya convertido en rey, cuando nace su hija,
Aurora, la maldice con un hechizo en el que la niña, cuando cumpla los 16 años,
se pinchará con la aguja de una rueca y caerá en un profundo sueño del que solo
podrá despertar con un beso de amor verdadero. Stefan, cada vez mas paranoíco,
hace que todas las ruecas del reino sean destruidas y envía a Aurora al bosque
al cuidado de tres hadas (Imelda Staunton, Juno Temple y Lesley Manville). Pero
Maléfica observa de cerca.
Como muchos otros cuentos
famosos, el de La Bella Durmiente fue
muy popularizado por Disney en una película de animación dirigida por Clyde
Geronimi en 1959 que es ya todo un clásico y uno de los títulos más
emblemáticos de la compañía. Y esto se debía, principalmente,a que contaba con
una de las mejores villanas de la historia, Maléfica, representada en la
película como una bruja malvada que era una auténtica hija de puta que llegaba
a atemorizar con su sola presencia.
Pues bien, en plena fiebre de
revisar sus películas de animación con films de acción real, Disney puso sus
ojos en La Bella Durmiente. Pero,
conscientes de que es supersonaje mas emblemático, decidieron centrar
la historia en Maléfica con una película que contase sus orígenes y las razones de
que se volviera tan cabrona. Para este cometido, contrataron a la guionista
Linda Woolverton, que ya había trabajado para ellos en éxitos como La Bella y la Bestia (Gary Trousdale y
Kirk Wise, 1991), El Rey León (Roger
Allers y Ron Minkoff, 1994) o Alicia en el País de las Maravillas (Tim Burton, 2010).
En un principio, la película iba
a ser dirigida por Tim Burton, quién ya le dio una gran alegría a Disney con la ya mencionada Alicia en el País de las Maravillas que, aunque recibió muy
malas críticas, fue un éxito enorme con mas de 1.000 millones de dólares
recaudados en todo el mundo. No obstante, por razones no aclaradas, Burton no
pudo dirigir la película.
Su sustituto fue Robert
Stromberg, quién debuta en la dirección con este film tras una larga carrera
como supervisor y artista de efectos especiales, donde hasta ha llegado a ganar
dos oscars; uno por Avatar (James
Cameron, 2009) y otro por la ya nombrada Alicia
en el País de las Maravillas.
En cuanto a que actriz sería la
elegida para dar vida a esta nueva Maléfica, el estudio lo tuvo claro desde el
principio: Angelina Jolie.
Como siempre, antes de ponerme
con la película, voy a contar como le está yendo. Y, la verdad, es que le está
yendo bastante bien. Con un presupuesto de 180 millones de dólares, solo en
EEUU lleva recaudados ya 173 millones y todo indica que superará los 200
millones. En cuanto al resto del mundo, lleva ya recaudados 272 millones que hacen
que su recaudación global ascienda a 445 millones de dólares. Además, la
crítica se está portando bastante bien con ella y el público la está recibiendo
con entusiasmo.
Y, la verdad, no me extraña. A mí
la película me ha gustado mucho –más de lo que me esperaba, me atrevería a
decir –y he salido de verla con una sensación muy agradable y una gran
satisfacción.
Para empezar, la película no es
ninguna infantilada. Es, más bien, una película para todos los públicos. Aún
así, se permite tener sus momentos oscuros y hasta violentos; la escena en la
que Maléfica descubre que le han cortado las alas me pareció de lo más
desgarradora.
Visualmente, es una auténtica
delicia. El diseño de producción está de lo más logrado y los efectos especiales
cumplen en todo momento; especialmente en los distintos monstruos y demás
criaturas que pueblan el film, los cuales están muy bien hechos. Entre los que
mas me han gustado están los bichejos que tiran barro, los soldados planta y,
sobre todo, el impresionante dragón que aparece al final –algo que llevaba
esperando toda la película y al no me ha defraudó –; de no ser por el Smaug
de El Hobbit, diría que es el mejor
dragón que he visto en cines en los últimos años.
De Robert Stromberg tenía muchas
dudas, ya que este es exclusivamente su primer trabajo como director, porque no tiene
ningún otro crédito como director antes de este film; ni tan siquiera un pequeño
cortometraje. Por eso temía que su falta de experiencia en la dirección le
pasara factura al film, como ya ha ocurrido otras veces como, por ejemplo en Underworld: La Rebelión de los Licántropos
(2009), donde se notaba la falta de experiencia del también diseñador de
efectos especiales Patrick Tatopoulos –y eso que este ya había dirigido un
corto unos años antes –y esto terminó lastrando el film. Y, la verdad, algo así
me temía que ocurriera con esta película.
Sin embargo, el tipo me ha
sorprendido porque, pese a su inexperiencia en la dirección, dirige muy bien la
película en todo momento; y no solo en las escenas de acción y los efectos
especiales, también en los momentos dramáticos y la dirección de actores. Se ve
que el tipo, aparte de tener talento de verdad, ha aprendido mucho de los
directores con los que ha trabajado; pero aprendido de verdad, no solo
limitarse a ver como lo hacen pensando “eso también lo sé hacer yo”, que es lo
que hacen muchos.
El guión no es ninguna maravilla,
todo hay que decirlo, pero cumple bien, está bastante trabajado y, sobre todo,
muy bien estructurado. Me gusta mucho el tratamiento que recibe aquí Maléfica y
no estoy para nada de acuerdo con los que dicen que la han ablandado.
Lo que han hecho es humanizarnos
a la bestia. Primero mostrándonos sus orígenes como un hada fuerte y
protectora. Luego, mostrándonos muy bien las razones de que se vuelva mala;
porque se vuelve mala pese a no ser ya la antagonista de la historia. Lo digo porque hay algunos que dicen que no
llega a convertirse en mala en toda la película, cosa que no es así. Aquí
Maléfica se vuelve mala y de una forma de lo más comprensible, porque sufrir
una traición como esa, encima de la persona que amas y confías plenamente, es
algo que le llena de odio a cualquiera.
Algo así ocurre también con
Stefan, quién también aquí se vuelve malo y se convierte
en el verdadero antagonista de la historia al final. Aunque, Stefan se vuelve
malo por otros motivos. Sus deseos de convertirse en rey terminan
corrompiéndole y acaba por traicionar a Maléfica. Pero no la mata porque sus
sentimientos por ella entran en conflicto y esto le crea un remordimiento que
con el paso del tiempo se va convirtiendo en un temor de que le llegue el
castigo por sus acciones que, cuando Maléfica lanza la maldición sobre su hija,
se convierte en una paranoia que termina por enloquecerlo y convertirlo en un
personaje de lo mas oscuro.
En cambio, Maléfica termina redimiéndose en la película gracias a Aurora. A diferencia de Stefan, que aleja a su hija de él creyendo que así estará a salvo, Maléfica está cerca de ella en todo momento; incluso es ella quien de verdad la cuida –porque esas tres hadas imbéciles no serían capaces de cuidar ni un tamagotchi –. Y, así, al final termina encariñándose con la niña a la que al principio odiaba solo por ser la hija de quién la ha traicionado. Odio que, poco a poco, va desapareciendo y siendo reemplazado por ese amor verdadero necesario para romper la maldición; porque el amor no es algo exclusivamente de amantes, algo que nos deja bien claro la película.
No sé si he aburrido a alguien
con este rollo que acabo de soltar, pero quería dejar claro por qué me gusta
este nuevo tratamiento que han hecho de Maléfica. A los que no les gusta y
prefieran mas a la Maléfica mala mala, son libres de quedarse con la película
animada de 1959, que es, y seguirá siendo, un clásico.
Volviendo a la película, el
trabajo de los actores ha sido otro punto a favor. Empezando por su
protagonista.
Desde luego, no pudieron hacer
una mejor elección con Angelina Jolie, una excelente actriz que enamora cada
vez que aparece en pantalla y hace suyo cualquier personaje. Como ocurre con
esta Maléfica, donde hace uno de sus mejores trabajos que, incluso, me
atrevería a decir que sería recompensado con un oscar si la academia no se
portara tan mal con este tipo de películas.
Elle Fanning está fantástica como
Aurora. Cada vez me gusta más esta chica e, incluso, ya la prefiero más que a
su hermana mayor; una cada vez más perdida –es lo que tiene haber trabajado en
la saga Crepúsculo –Dakota Fanning.
Sharlto Copley, también hace un
estupendo trabajo como el rey Stefan y refleja muy bien con su interpretación
todo lo que he dicho antes del personaje.
Pese a lo idiotas, pedantes y
cargantes que son sus personajes, Imelda Staunton, Juno Temple y Lesley
Manville hacen un muy buen trabajo dando vida a las tres hadas gilipollas. Tampoco lo hace
mal Brenton Thwaites como prícipe Felipe; aunque este personaje termina en muy
segundo plano. Lo mismo que la princesa Leila, interpretada por la bella Hannah New –a quién hemos visto hace poco en la serie El Tiempo entre Costuras –, cuya presencia es vista y no vista.
También merece mención Sam Riley como Diaval, el cuervo que se convierte en humano de Maléfica.
Por lo general, los actores hacen
un buen trabajo.
Resumiendo ya. La película ha
estado muy bien. Duda lo que tiene que durar, va al grano enseguida sin perder
el tiempo en tonterías y el ritmo nunca decae, lo que la hace muy disfrutable
de ver. Es una película que da lo que promete y no decepciona en casi nada.
A mí me ha gustado mucho. Este
tipo de películas no son las que suelo ver más de una vez en el cine, pero con
este film haría una excepción, en serio.
Yo, desde luego, la recomiendo
mucho; incluso a las personas a las que no les guste Disney creo que pueden
disfrutar con ella.
Me encanto la película. Incluso,Alejandro franco de arquelin criticas que lno le gusta disney elogió la película
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