8 de marzo de 2022

THE BATMAN (2022)

 

ATENCIÓN. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todas formas, lo hará bajo su total responsabilidad.










Este viernes se estrenó finalmente la nueva película protagonizada por Batman; película que debimos haber visto ya en 2021, pero la pandemia afectó a su producción y tuvo que retrasarse hasta este año.

Pero, vayamos por partes.

En la noche de Halloween, el alcalde de Gotham City, que se encuentra en plena campaña electoral contra una candidata joven y progresista (Jayme Lawson), es asesinado por un misterioso asesino que se hace llamar Enigma (Paul Dano), quién deja una nota con un acertijo y pistas que desvelan que el alcalde acudía al  Iceberg Lounge, el club que dirige El Pingüino (Colin Farrell), lugarteniente de Carmine Falcone (John Turturro), el gran capo de la ciudad. Batman (Robert Pattinson), que ayuda al teniente James Gordon (Jeffrey Wright) decide seguir la pista de una misteriosa chica con la que el alcalde se veía en el club, la cual se encuentra desaparecida y cree que es porque escuchó algo que no debía.

Batman logra encontrar a la chica a través de su compañera de piso, Selina Kyle (Zoë Kravitz), pero esta ha vuelto a desaparecer, por lo que decide investigar el club con ayuda de Selina. Mientras, Enigma continúa asesinando, matando al comisario de policía (Alex Ferns) y al fiscal del distrito (Peter Sarsgaard), afirmando que va a por los corruptos de la ciudad. No obstante, la investigación de Batman le lleva a descubrir que todo está relacionado con una gran operación policial del pasado que acabó con otro gran capo del crimen, Salvatore Maroni, lo cual hizo muy popular al alcalde, al fiscal y a la policía de Gotham. Sin embargo, Batman sabe que hay algo más detrás de aquello y que la clave de todo es encontrar al misterioso informante que le ayudó a acabar con Maroni.

Esta es la primera película de Batman en solitario que tenemos en diez años, después de que se estrenara The Dark Knight Rises (2012), el cierre de la trilogía de Nolan. Entre medias de aquel Batman interpretado por Christian Bale y este nuevo Batman interpretado por Robert Pattinson hubo otro Batman cinematográfico interpretado por Ben Affleck y creado por Zack Snyder, pero este no llegó a tener película propia, ya que su proyecto no llegó a ver la luz y, con el tiempo, fue mutando a la película que nos ocupa.

Aquella película, que también llevaba el título de The Batman, iba a estar protagonizada y dirigida por Affleck, quién también escribió el guion junto a Geoff Johns. El villano principal iba a ser Deathstroke, interpretado por Joe Manganiello, aunque también se iban a ver muchos villanos del universo de Batman, todo muy en plan de los videojuegos de Arkham.

Sin embargo, ocurrieron varias cosas que hicieron que esa película no viese la luz. Una de ellas fue el desmoronamiento del DC Extended Universe que estaba creando Zack Snyder -el cual ahora se conoce como SnyderVerse -, ya que Warner Bros. no quedó muy satisfecha con los resultados de Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia (2016) y decidieron apartar a Snyder y remodelar a su gusto Justice League (2017) con ayuda de Joss Whedon, obteniendo uno resultados desastrosos.




Affleck, cansado de las presiones de Warner y los fans -además de sus problemas con el alcohol -terminó por abandonar la dirección de la película, siendo reemplazado por Matt Reeves, aunque permaneció en ella como protagonista y productor. Sin embargo, su mala relación con Reeves hizo que terminara abandonando definitivamente el proyecto, el cual quedó completamente en manos de Reeves.

Reeves rehizo la película por completo. Rechazó el guión que Affleck había escrito junto a Johns y escribió un guion completamente nuevo junto a Peter Craig y Mattson Tomlin; aunque, este último no aparece acreditado -posiblemente, porque utilizó ideas de este guión para el cómic Batman: The Imposter, publicado en 2021 -.

Esta nueva película ya no sería una continuación de Justice League y no formaría parte del universo cinematográfico de DC -aunque, podría terminar formando parte con el multiverso -, siendo una película independiente, al igual que Joker (Todd Phillips, 2019). Además, contaría con un Batman más joven y principiante. Los cómics Batman: Año Uno, Batman: El Largo Halloween y Batman: Dark Victory fueron los principales referentes de Reeves, al igual que las películas de David Ficher; especialmente, Seven (1995) y Zodiac (2007).

En cuanto a quién sería el actor que diese vida al nuevo Batman cinematográfico, la gran incógnita se reveló en mayo de 2019. Reeves afirma que siempre tuvo en mente a Robert Pattinson -incluso afirma que escribió el guion pensando en él -, aunque bien es cierto que el actor se disputó el papel con los actores Nicholas Hoult, Aaron Taylor-Johnson y Armie Hammer -quién ya estuvo muy cerca de interpretar a Batman en la película de la Liga de la Justicia que iba a dirigir George Miller -y la elección final quedó entre Pattinson y Hoult.

Pattinson al final se hizo con el papel y el anuncio de su elección generó polémica, ya que, pese a que el actor había dado sobradas muestras de su talento en otras películas, muchos le veían todavía como el protagonista de la saga Crepúsculo. Sin embargo, a medida que iban saliendo los tráiler e imágenes promocionales, fue convenciendo más.

Por lo demás, Zoë Kravitz fue elegida para dar vida a Catwoman, Jeffrey Wright para interpretar a James Gordon, Paul Dano para ser Enigma, Colin Farrell para interpretar a El Pingüino, Andy Serkis para dar vida a Alfred y John Turturro para ser Carmine Falcone.

Y así llegamos a la película que nos ocupa, la cual se estrenó este fin de semana con éxito recaudando 134 millones de dólares en EEUU y 124 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 258 millones de dólares. Además, está teniendo muy buenas críticas y la respuesta del público ha sido de lo más positiva.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Supongo que los que me conocéis ya sabéis lo mucho que me encanta Batman, uno de mis personajes de cómic favoritos y, para mi, el mejor personaje de DC Comics; incluso por encima del mismísimo Superman. Llevo leyendo cómics suyos desde que tengo uso de razón y conozco muy bien su historia, su mitología y hasta su psicología.

Y esta película, como cualquier cosa que han hecho sobre el hombre murciélago -ya sea buena o mala -, la esperaba con ganas, pero bien es cierto que también tenía mis dudas. Para empezar, la elección de Pattinson no me terminaba de convencer del todo -y esto no tiene nada que ver con Crepúsculo, que quede claro -, pero también las he tenido con otros actores -como Chris Evans con el Capitán América -y al final me han terminado convenciendo. Así que le di una oportunidad, como ha todo, pero ahí quedaban todavía mis dudas.

Otra cosa que me echaba para atrás es a tanta gente poniendo a la película por las nubes sin haberla visto aún, tan solo por lo visto en los tráilers y las promociones; incluso ya hasta decían que iba a superar a las películas de Christopher Nolan y todo. Cuando una película recibe tanto elogios sin haber llegado aún a los cines siempre me da mala espina. Aunque, eso si, esto no influye en mi opinión sobre la película en cuestión una vez que la vea; quiero dejar esto bien claro.




Tampoco ayudaban muchos las muestras de ego que Matt Reeves estaba demostrando a lo largo de la producción de la película, diciendo cosas que ninguna otra película había tenido un reparto tan bueno como el que había reunido él y cosas así. Y es que el ego es el peor enemigo de los directores de cine.

Y otra cosa que me hizo tener menos interés por este film fue después de ver Zack Snyder´s Justice League (Zack Snyder, 2021), la cual me hizo tener mucha más curiosidad por la película que habría dirigido Ben Affleck de la que hacían un interesante adelanto con la escena del epílogo con Lex Luthor y Deathstroke. Desde luego, tenía muchas más ganas de ver esa película que esta.

Pero, aún así, no perdí nunca el interés del todo por este film, la primera película de Batman en solitario que tenemos en diez años, como he mencionado antes. Además, me tomé la molestia de viajar a la gran ciudad para poder verla el día de su estreno, ahora que viajar se ha puesto algo más fácil.

Pues bien, una vez vista la película, debo decir por un lado que me ha gustado, pero por el otro también debo decir que no me llegado a satisfacer del todo. La película es buena pero, desde luego, no es esa gran maravilla que muchos van diciendo por ahí que es.

Y, desde luego, no es ni de lejos mejor que las películas de Christopher Nolan. Como ya he dicho muchas veces, superar lo que hizo Nolan con Batman no es algo imposible, pero si muy difícil. 

Y esta película ni se le acerca de lejos. Ni tan siquiera alcanza a lo que ha hecho Zack Snyder en DC; incluso a Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia, pese a ser su película DC más floja. A las que si puede colocarse a la altura es a las películas de Tim Burton.

Visualmente, la película si es una maravilla gracias, especialmente, a la estupenda dirección de Reeves y un gran trabajo de fotografía y diseño de producción, además de unos buenos efectos especiales. También en el trabajo de sus actores, algo de lo que hablaré más adelante.

El guión, en cambio, es bueno, pero no es ninguna maravilla. Se ha puesto mucho el acento en que esta película es la que más ha potenciado al Batman detective, sin embargo, aunque la trama detectivesca está bastante lograda en su desarrollo, el desenlace final -o, más bien, los desenlaces -resulta de lo más previsible. Y el tramo final les ha quedado bastante flojo, no dando en ningún momento la sensación de caos que debería dar.

Luego falla el ritmo y la película se hace pesada en muchos momentos. Y no lo digo por su duración de casi tres horas, porque yo disfruto mucho las cuatro horas que dura Zack Snyder´s Justice League. No, aquí el problema no es la duración -de hecho, hasta diría que a la película le falta algo de metraje -, aquí el problema es de desarrollo y, como ya he mencionado antes, de ritmo.

Y, en cuanto a como funciona como adaptación de Batman, Reeves ha querido hacer su propio Batman cinematográfico y también ha querido hacer una thriller como los de los años 70. Lo cual está muy bien pero, como suelo decir muchas veces, una cosa es la intención y otra el resultado final. Y aquí se podría decir que ha logrado sus objetivos solo a medias.

Para empezar, es cierto que ha querido hacer su propio Batman, alejándose totalmente del Batman de Snyder. Sin embargo, por mucho que quieran negarlo sus responsables y los fanáticos que la están poniendo por las nubes, hay una gran influencia del Batman de Nolan en la película. Lo cual estaría bien si no fuera porque, como ya he dicho, la película está muy lejos de estar a su altura.

Y, en cuanto al thriller, aquí la película ha estado más lograda. Aunque, más que a los thrillers de los años 70, me ha recordado más a los de los años 90; lo cual tampoco es malo, ya que en los 90 hubo thrillers muy buenos.

En cuanto al reparto, la gran pregunta: ¿Qué me ha parecido Robert Pattinson como Batman?

Pues, con toda la sinceridad del mundo, no me ha terminado de convencer del todo. Aunque, no por culpa del actor, ya que Pattinson es muy buen actor y lo ha demostrado en películas como El Faro (Robert Eggers, 2019) o TENET (2020), donde estuvo a las órdenes del mismísimo Nolan, quién alabó su elección.

El problema es el tratamiento que se le ha dado al personaje.

Reeves ha querido darnos el Batman más oscuro y atormentado visto hasta ahora en el cine, lo cual está muy bien. Pero, vuelvo a repetir, una cosa es la intención y otra el resultado final. Y aquí a Reeves se le ha ido la mano y su Batman al final resulta deprimente; pero, deprimente en el peor de los sentidos.

Al final, con Pattinson pasa como con Michael Keaton, que convence más como Batman que como Bruce Wayne. Sin embargo, yo tengo fe en el actor y creo que al final hará un estupendo Batman si se lo trabajan mejor en las secuelas -porque está claro que esta película es el comienzo de una saga -; aunque, eso si, dudo mucho que llegue a alcanzar a Christian Bale, que sigue siendo el mejor Batman cinematográfico.

Además, Bale tuvo que esperar a la segunda película para que empezaran a robarle protagonismo, porque aquí Batman termina siendo eclipsado por el resto del reparto.

Comenzando por Zoë Kravitz, que está maravillosa como Catwoman. Bueno, más bien como Selina Kyle, ya que en la película no llegamos aún a verla del todo como Catwoman. Pero, vamos, ella ha sido de lo mejor de la película y hasta llega a robarle el protagonismo a Pattinson en muchos momentos. A ver si en las secuelas ya la vemos convertida del todo en Catwoman y hasta podría protagonizar su propia película; aunque, eso si, si al final la hacen, que no sea otro ultrabodrio como la película de Halle Berry.




Otro que ha estado sobresaliente en la película ha sido Jeffrey Wright como James Gordon, haciendo un gran trabajo que hace que importe poco que nos hayan metido un Gordon negro.

También ha estado sobresaliente Andy Serkis como Alfred, aunque lo he encontrado algo desaprovechado.

En cuanto a los villanos, el premio gordo se lo lleva sin duda El Pingüino, interpretado por un irreconocible Colin Farrell. Debo admitir que, cuando lo veía en los tráilers y las promociones me echaba algo para atrás pero, una vez le he visto en la película, ha llegado hasta sorprenderme y hasta le consideraría una de las mejores encarnaciones del personaje. Ahora si que me apetece ver ese rumoreado spin-off del personaje.

John Turturro también ha estado excelente como Carmine Falcone y su encarnación del personaje ha sido muy buena y, pese a la influencia de Nolan, se agradece que este Falcone sea muy diferente del que interpretó Tom Wilkinson en Batman Begins (2005).

Sin embargo, quién no ha llegado a convencerme del todo ha sido el Enigma interpretado por Paul Dano. Todo el tiempo que está con la máscara, como esa especie de mezcla entre el John Doe de Seven y el asesino de Zodiac, pues el personaje está muy bien y llega a ser muy creíble como la gran amenaza del film. Sin embargo, es cuando se quita la máscara cuando el personaje cae en picado.

Y, al igual que con Pattinson, no ha sido culpa del actor, ya que el tipo hace un estupendo trabajo. Pero, desgraciadamente, no ha sido suficiente para que el personaje resulte igual de creíble como la gran amenaza del film. Ni tan siquiera el cara a cara que tiene con Batman en la escena del interrogatorio -que, aunque cambien cosas, es claramente la escena del interrogatorio del Joker en The Dark Knight (2008) -consigue impactar lo más mínimo.

Aunque, donde más se ve las carencias del personaje es en la escena de Arkham donde se encuentra con el personaje de Barry Keoghan, el cual se dijo que entraba en la película para interpretar al oficial Merkel pero, como se venía rumoreando insistentemente los últimos meses, al final ha resultado ser el Joker.

Pues bien, aunque a penas le veamos la cara en esa escena, tanto el actor como el personaje se comen con patatas al Enigma de Dano, el cual queda ya casi reducido a una parodia de si mismo.

Bueno, vamos resumiendo ya.

The Batman es una buena película, pero no es ni de lejos esa gran maravilla de la que muchos dicen por ahí que es; si tuviera que puntuarla, le pondría una nota que iría entre un 6´5 y un 7.

Si es un muy buen comienzo para una interesante saga y, pese a la influencia de Nolan, si nos han dado un nuevo Batman cinematográfico.







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