ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún, que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si lo hace de todas formas, lo hará bajo su total responsabilidad.
Este año tenemos a Zack Snyder por partida doble. Primero, con Zack Snyder´s Justice League, con la que el cineasta ha podido mostrar al fin su visión de la Liga de la Justicia después de que Warner Bros. se la destrozase hace cuatro años con la complicidad de Joss Whedon.
Y, segundo, con esta película con la debuta en Netflix y con la que regresa al cine de zombies, el subgénero donde dirigió su ópera prima, la extraordinaria Amanecer de los Muertos (2004), remake de Zombie (George A. Romero, 1978) que, aunque no supera a la original, bien puede echar un pulso con esta.
Esta película, de hecho, Snyder la ideó como una especie de continuación de aquella por el año 2007. Entonces, la película iba a ser producida por Warner Bros. para los cines y Zack Snyder se iba a limitar al guión y la producción, dejando la dirección en manos de Matthijs van Heijningen Jr., director de La Cosa (2011).
Sin embargo, la película no logró salir adelante y cayó en el olvido hasta que Snyder decidió recuperarla para Netflix después de salirse de DC Films con un cabreo monumental por lo que ya he mencionado antes de la Liga de la Justicia.
En esta ocasión, él mismo se ha hecho cargo de la dirección y, además, también se ha hecho cargo de la dirección de fotografía, algo que han hecho muy pocos directores, como Peter Hyams, ya que es un trabajo muy laborioso; especialmente, cuando se rueda en exteriores.
Snyder también reescribió el guión de 2007 e introdujo algunos cambios. El más sonado fue suprimir que los zombies de esta película acostumbran a violar a las mujeres, dejándolas embarazadas de extraños híbridos de zombie y humano.
La historia tiene lugar en Las Vegas, la cual sufre una plaga zombie después de que un convoy militar proveniente del Area 51 sufra un accidente cerca de la ciudad y se libere un extraño ser (Richard Cetrone) que infecta a la gente convirtiéndola en zombies y, tras liberar un plaga zombie en la ciudad, se autoproclama su rey bajo el nombre de Zeus. Después de que el ejército sea incapaz de liberar la ciudad, la ciudad es confinada y, tras un tiempo de debates, el gobierno decide destruirla con una bomba nuclear.
Antes de que eso ocurra, Scott Ward (Dave Bautista), un ex-mercenario, es contactado por Bly Tanaka (Hiroyuki Sanada), el dueño de un casino de Las Vegas que lo contrata para recuperar 200 millones de dólares que hay en la bóveda de su casino antes de que la ciudad sea destruida. Ward reúne un equipo y entra en la ciudad con ayuda de su hija, Kate Ward (Ella Purnell), que trabaja como voluntaria en el campamento donde el gobierno tiene en cuarentena a habitantes de la ciudad señalados como sospechosos de portar el virus zombies y guiados Lilly "La Coyote" (Nora Arnezeder), una contrabandista que conoce muy bien la ciudad y los comportamientos de los zombies, ya que suele introducirse en ella guiando a gente que quiere robar el dinero que aún queda en los casinos y poder comprar su salida del campo de cuarentena, donde los guardias que lo custodian no dudan en abusar de su poder.
La película se estrenó en Netflix el pasado 14 de mayo y, de forma muy limitada, también se ha visto en algunos cines. Y en ambos sitios la película está arrasando.
En el famoso servicio de streaming, la película está siendo una de las más vistas y va camino de ser la película más vista de toda la plataforma. En cuanto a los cines, en las pocas salas en donde la película ha podido verse está teniendo una formidable recaudación, llegando recaudar 1 millón de dólares. Por lo demás, el público y la crítica la han recibido bien, aunque no de forma muy entusiasta.
¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.
Ya sabéis los que me conocéis y me leéis que yo admiro mucho a Zack Snyder. Me parece un director con mucho talento y, hasta ahora, me han gustado todas sus películas; una más y otras menos, pero todas me han gustado. Además, yo siempre defendí desde el principio su versión de la Liga de la Justicia frente a otros falsos que le dieron la espalada hace cuatro años, defendieron la versión de Joss Whedon y hasta llegaron a decir que el Snyder Cut no existía y, ahora que el tiempo no les ha dado la razón, han cambiado de discurso.
Pero, bueno, dejamos eso a parte, que me pierdo cuando hablo de este tema, y vamos con la película, que es lo que importa.
La película me ha gustado. He disfrutado mucho con ella y me ha dejado con ganas de verla más veces. Sin embargo, todo hay que decirlo, no se puede decir que esté entre lo mejor de la filmografía de Snyder, porque Snyder, pese a ser un excelente director, también tiene sus altibajos.
La película es muy buena, pero está lejos de la brillantez de otras películas del cineasta; especialmente, Amanecer de los Muertos, la cual es muy superior a esta película.
Pero, a pesar de ello, es una película muy buena y que se disfruta mucho. Y es que a Snyder le pasa lo mismo que a Christopher Nolan, que hasta sus películas más flojas son muy buenas.
Y es que la película está muy bien dirigida, con un ritmo que nunca decae y que hace que las casi dos horas y media que dura se pasen volando. Las escenas de acción, además de muy bien rodadas, son de lo más brutales y, sobre todo sangrientas, y los efectos especiales, aunque hay algunos que cantan -todo hay que decirlo -, están a la altura.
Como ya he mencionado antes, es el propio Snyder quién se encarga de la fotografía y el trabajo que hace aquí es bastante sorprendente, porque deja a un lado el estilo sobrio y oscuro propio de su filmografía y lo cambia por un estilo mucho más colorido y luminoso, muy acorde con el escenario en el que tiene lugar la película. Una clara bofetada a esos detractores de Snyder que dicen que solo sabe hacer películas oscuras.
El guión es, sin duda, el punto más flojo de la película. No es que sea un mal guión, pero tampoco es un guión brillante. Hay bastantes tópicos, algunos personajes están bastante estereotipados y muchas de las muertes de personajes principales son bastante previsibles.
Además, bebe de muchas otras películas, comenzando por los films bélicos tipo Mercenarios sin Gloria (André De Toth, 1968). También hay mucho de las películas de Mad Max y similares. Otra película que recuerda mucho es Fantasmas de Marte (John Carpenter, 2001) y, desde luego, lo de Zeus sobre el caballo zombie recuerda mucho a Juego de Tronos y los Caminantes Blancos.
Aunque, si hay una película a la que recuerda mucho es, sin duda, a Aliens: El Regreso (James Cameron, 1986); de hecho, hay dos momentos en los que se podría considerar la película un remake encubierto de aquella; incluso el personaje de Samantha Win lleva en la cabeza el mismo pañuelo que llevaba Vasquez (Jenette Goldstein).
No obstante, el guión tiene a favor varias cosas, como que hay mucho humor negro, incorrección política y, sobre todo, mucha mala leche, porque no es una película para verla esperando un final feliz. Casi todos los personajes terminan muertos y, al final del todo, cuando parece que uno de los personajes va a sobrevivir y, encima, salir ganando, nos dan otra sorpresa; aunque, debo decir que esa escena me pareción muy forzada e introducida a la fuerza para avanzar una secuela.
Otra cosa que tiene a favor el guión es que introduce también algo muy propio en las películas de zombies -especialmente, en las de George A. Romero -, que es hacer denuncia social, mostrando que el ser humano puede llegar a ser peor, incluso, que los propios zombies. Hasta hay una crítica a lo que está sucediendo actualmente con el COVID-19.
Del reparto no me voy a enrollar mucho, ya que es una película muy coral pese a que el protagonista es Dave Bautista, quién está bastante bien pese a sus limitaciones interpretativas. Y lo mismo se puede decir del resto del reparto, donde todos hacen un buen trabajo dentro de su campo de interpretación.
Más que hablar de actores, prefiero hablar de personajes. Porque, aunque algunos son bastante planos y estereotipados, otros están muy bien.
El personaje de Dave Bautista está bastante bien, al igual que el de Ana de la Reguera; además, se ve que entre los dos hay algo, pero sin meter romanticismos de por medio. También está muy bien el personaje de Omari Hardwick y el de Matthias Schweighöfer; quién tendrá su propia precuela dirigida por el propio actor.
Aunque, sin duda, el personaje que más me ha gustado de toda la película es, claramente, La Coyote, interpretada por Nora Arnezeder, que es alguien que también merece su propia precuela y creo que debería haber sobrevivido al final. De hecho, si al final muere es porque, prácticamente, se suicida por los sentimientos de culpa que va arrastrando por los que dejó atrás, porque creo que hubiera podido apañárselas para escapar con vida.
Y, desde luego, mi escena favorita de toda la película es cuando ofrece como sacrificio al vigilante cabrón que abusaba de las mujeres recluidas en el campo de cuarentena. Una escena con mucho humor negro y, sobre todo, incorrección política, ya que ninguno de los otros personajes mueve un dedo por ayudarle, ya que aquí no hay royos de somos los buenos, así que hay que ayudarlo aunque sea un hijo de la gran puta y seguro que nos la juega al final.
En estos tiempos en los que lo políticamente correcto se está adueñando de casi todo, ver escenas como esta me reconfortan mucho.
Bueno, vamos terminando ya.
La película es muy buena, se disfruta mucho y te deja con ganas de querer verla más veces y, sobre todo, de querer ver más de este universo que Snyder está creando alrededor de este film con la mencionada precuela de Matthias Schweighöfer, la serie anime que se está preparando y la posible secuela
No obstante, está muy lejos de ser una película brillante y, desde luego, no está entre lo mejor de la filmografía de Snyder.
Por cierto, me hubiera gustado ver más a Valentine, el tigre zombie; aunque, este protagoniza una gran escena.