ATENCION.
Advierto que esta review contiene SPOILERS muy grandes de la película. Quién no
la haya visto aún que se abstenga de leerla o, por el contrario, lo hará bajo
su total responsabilidad.
Bueno, ya por fin he
visto la tan esperada nueva película de Spiderman. Al igual que con Wonder Woman, ha habido que esperar tres
semanas con respecto a su estreno en EEUU, cosa que no entiendo
Pero, bueno, ya tenemos
la película en nuestras pantallas y ya puedo dar mi opinión sobre ella.
Después de haber ayudado
a Tony Stark (Robert Downey Jr.) a luchar contra el Capitán América (Chris
Evans) y los suyos en Alemania, la vida de Peter Parker (Tom Holland) no es la
misma. Con el nuevo traje que le proporcionó Stark, está más centrado en la
lucha contra el crimen como Spiderman y solo sueña con unirse a los Vengadores
mientras empieza a descuidar sus estudios y otros aspectos de su vida. Cuando
se pone tras la pista de unos individuos que están traficando con tecnología
extraterrestre recogida de la batallas de los Vengandores termina enfrentándose
directamente con su líder, El Buitre, un tipo que posee unas alas mecánicas que
le permiten volar y son un arma muy poderosa.
Detrás el El Buitre se
encuentra Adrian Toomes (Michael Keaton), un tipo que, tras la batalla de Nueva
York, creó una empresa para limpiar la ciudad pero, un acuerdo entre Tony Stark
y el gobierno, que da como resultado el Departamento de Control de Daños, deja
a Toomes y su gente fuera del negocio. Enfurecido, Toomes decidió no devolver
la tecnología chitauri que tenía en su poder y la empleó para crear una red que
fabrica armas con esa tecnología y trafica con ellas. Pese a los consejos de
Stark de no involucrarse, Peter decide enfrentarse a El Buitre; un
enfrentamiento que tendrá consecuencias inesperadas.
Bueno, como siempre,
comenzaré por el principio.
Spiderman 3 (2007) fue un éxito enorme, pero también una película que dejó muy mal
sabor de boca a los fans y donde se vio un claro distanciamiento entre Sam
Raimi y Sony Pictures. Estas diferencias parecían que se habían resuelto
cuando, finalmente, la cuarta entrega de la saga que tenían prevista para 2011
se puso finalmente en marcha a finales de 2009. Sin embargo, las diferencias
volvieron a resurgir y, al final, el estudio decidió apartar a Raimi, cancelar
por completo Spiderman 4 y reiniciar
por completo la franquicia.
Así, surgió The Amazing Spider-Man (2012), donde
Marc Webb era quién dirigía y Andrew Garfield reemplazaba a Tobey Maguire como
el hombre araña. La película tuvo éxito, pero un éxito bastante inferior al de
las películas de Raimi, recaudando 757 millones de dólares a nivel mundial; ni
siquiera el uso del 3D ayudó.
Y es que, a parte de lo
innecesario que era que nos volvieran a contar los orígenes de nuevo –por mucho
que cambiaran algunos aspectos e incluyesen la subtrama de los padres –, este
nuevos Spiderman fue encontrado demasiado oscuro por un director y un estudio
demasiado empeñados en emular la saga de Batman de Christopher Nolan que en
tratar de hacer una buena adaptación de Spiderman.
Aún así, Sony le tenía
mucha fe a esta nueva saga, hasta el punto de tirar la casa por la ventana con
su secuela, The Amazing Spider-Man 2: El
Poder de Electro (2014), de nuevo dirigida por Webb, y tratando de hacer su
propio universo cinematográfico, con una tercera y una cuarta entregas
previstas para 2016 y 2018, respectivamente, y un spin-off de Venom y otro de Los Seis Siniestros.
Sin embargo, las cosas
no salieron como tenían planeadas. Los resultados de The Amazing Spider-Man 2 no fueron los esperados y esto puso al
estudio en una situación delicada. Pusieron Venom en 2016 y retrasaron la
tercera entrega a 2018, quedando la cuarta entrega y Los Seis Siniestros en el aire, pero estaban como pollo sin cabeza
sin saber como continuar la franquicia.
En los correos
electrónicos filtrados en el Sony Hack se reveló que estaban tan desesperados
que hasta llegaron a reunirse con Sam Raimi para intentar hacerle volver. Sin
embargo, la bocaza de Amy Pascal, co-presidenta de Sony Pictures por aquel
entonces, en uno de los correos filtrados acabó con esa posibilidad al comparar
a Raimi con Joel Schumacher cuando dirigió Batman
y Robin (1997).
No obstante, otros correos
filtrados dejaron ver que había empezado a haber conversaciones para producir
conjuntamente una nueva película de Spiderman. Aunque, al principio ambos
estudios negaron esto, en febrero de 2015 se anunció la llegada de un acuerdo
para reiniciar de nuevo al arácnido e introducirlo en el universo
cinematográfico de Marvel.
La nueva película sería
producida por Kevin Feige por parte de Marvel Studios y por Amy Pascal por
parte de Sony Pictures. Marvel Studios tendría el control creativo de la
película, aunque sería Sony Pictures la que financiaría el film, se encargaría
de su distribución y promoción y se llevaría los todos beneficios con excepción
de los del merchandising, ya que están en poder de Marvel.
Por su parte, Marvel
Studios conseguía algo que los fans no paraban de pedirle, poder introducir a
Spiderman en su universo y juntarlo con los Vengadores. De hecho, un año antes
de la llegada de esta película, el nuevo Spiderman hizo su primera aparición en
Capitán América: Civil War (Hermanos
Russo, 2016), logrando un gran éxito.
El actor elegido para
dar vida al nuevo hombre araña sería Tom Holland, un actor joven, ya que Kevin
Feige quería un Spiderman joven al que veríamos crecer a lo largo de la saga de
una forma parecida a Harry Potter. Aunque, el fichaje que más llamó la atención
fue el de Marisa Tomei como la nueva Tía May, dándonos por primera vez una Tía
May sexy.
Después, posteriores
elecciones de casting levantaron cierta polémica. La más sonada fue la de la
actriz y cantante Zendaya para un personaje conocido como Michelle. Sin
embargo, empezaron a surgir rumores de que su personaje era, en realidad, Mary
Jane y esto generó una oleada de críticas y hasta insultos que convirtieron la
red en un concurso de ver quién dice la mayor burrada. Muchos ya decían que la
película iba a ser una mierda sin haber visto ningún material de ella y otros
hasta empezaron a pedir que le devolvieran los derechos a Sony cuando está aún
los sigue poseyendo.
Ni la elección de
Michael Keaton como villano principal o la inclusión en la película de Iron Man
(Robert Downey Jr.) parecía aplacar esta oleada de protestas. En el caso de
Tony Stark fue peor, ya que su mucha presencia en los tráilers y posters hizo
creer a muchos que esto iba a ser más un Iron
Man 4 que una película de Spiderman.
Sin embargo, todo esto
no impidió que la película siguiera adelante. Jon Watts, director poco conocido
y con una filmografía poco destacable, fue el elegido para dirigir la película.
Por su parte, el guión corrió a cargo de John Francis Daley y Jonathan
Goldstein –que también aspiraron a dirigir la película –; aunque, su libreto
luego pasó por muchas manos, incluidas las del propio director.
Finalmente, la pelicula
se terminó y ya la tenemos en los cines. En taquilla, aunque no está siendo un
gran bombazo, está teniendo mucho éxito, llevando recaudados 280 millones en
EEUU y 355 millones más en el resto del mundo, llevando ya un total de 635
millones de dólares. Todo esto con un presupuesto de 175 millones de dólares;
nada de los desorbitados presupuesto de 230 y 255 millones de las películas de
Marc Webb.
Fuera de las taquillas,
la crítica la ha recibido muy bien y en el público hay división de opiniones;
aunque ganan mucho más las positivas que las negativas.
¿Y que opino yo?
Tenía mucho interés en
ver esta película. Este nuevo Spiderman me gustó mucho cuando lo ví en Capitán
América: Civil War. Sin embargo, aún faltaba ver como se desenvolvía en su
propia película.
No obstante, el hecho de
que fuera Marvel Studios la que tuviera el control creativo me daba cierta
tranquilidad, ya que estos se están currando muy bien su universo
cinematográfico y sus películas en general son buenas; unas más que otras, eso
si, pero en general buenas.
Y, desde luego, con esta
película han vuelto a estar muy acertados. Porque la película ME HA ENCANTADO.
Me ha parecido una
película muy buena, con la que he disfrutado mucho y, pese a los muchos cambios
que hacen, me ha parecido una muy buena adaptación que traslada muy bien los
orígenes del hombre araña a los tiempos actuales; con un montón de huevos de
pascua del MCU y, sobre todo, muchas referencias a los cómics del arácnido –la
escena de Spiderman sepultado por bloques de hormigón nos trae ciertos recuerdosrecuerdos –. Y es que, después de cinco años, siento que he vuelto a ver una película
de Spiderman de verdad, como me ocurrió con las dos primeras películas de Sam
Raimi.
Y es que, sinceramente,
aunque Andrew Garfield fue un buen Spiderman –y Emma Stone una estupenda Gwen
Stacy –, las películas de Marc Webb, aunque no eran malas, fueron bastante
decepcionantes al centrarse más en intentar emular al Batman de Christopher
Nolan que en adaptar al hombre araña; por no mencionar que los villanos que nos
sacaron eran una auténtica mierda –tan solo rescato a Electro; pero solo cuando
es Electro, porque ese nerd despeinado que se ponía a fantasear delante de un
espejo… –.
Esta película, en
esencia, recuerda más a las películas de Sam Raimi; aunque, eso si, es muy
diferente a estas.
Para empezar, la
película ya desde el principio es una pasada con ese comienzo ambientado poco
después de la batalla de Nueva York de Los
Vengadores (Joss Whedon, 2012) en donde se nos presenta al villano
principal. Después nos tocan la vena nostálgica presentándonos el logo de
Marvel Studios con la melodía de la serie animada de los 60 de fondo para luego
enlazar de una forma genial, y muy divertida, los sucesos de Capitán América: Civil War con la
película.
A partir de ahí, la
película va progresando –aunque hay algún que otro pequeño altibajo en la
primera parte –hasta culminar en un final que, desde luego, a mí me ha parecido
brillante, con Peter rechazando formar parte de los Vengadores –pese a que este
era su gran sueño al principio –y el nuevo traje mejorado que le ofrece Tony
Stark –que podría tratarse de la Iron Spider –, ya que se da cuenta de que
todavía no está preparado para eso.
Y es que, en el fondo,
la película va de eso. Muchos se quejan de que en todo el metraje no llegan a
decir la famosa frase de un gran poder
conlleva una gran responsabilidad. Sin embargo, no lo hacen porque no lo
necesitan, ya que el significado de esta frase está presente en todo momento.
Cuando Kevin Feige dijo
que quería que viéramos crecer a Peter Parker, no solo se refería a verlo
crecer físicamente, sino a verle madurar, aprender de sus errores, a darse
cuenta de que sus acciones tienen consecuencias y, sobre todo, a pensar más en
la gente que le rodea. Todo eso está tratado en la película de una forma muy
lograda gracias, especialmente, a un guión muy eficaz y trabajado que no da en
ningún momento la sensación de haber pasado muchas manos.
En el aspecto visual, no
hay mucho que decir. La película está genial, como las demás películas de
Marvel Studios. Los efectos especiales son estupendos y el diseño de producción
es alucinante.
Jon Watts no se puede
decir que sea un Sam Raimi, el tipo no le aporta a la película la misma
personalidad que Raimi si aplicaba a sus películas –al menos, las dos primeras
–. Sin embargo, a su favor tiene que es un director muy eficiente que ha hecho
en la película un estupendo trabajo. Especialmente, en las escenas de acción,
muy bien rodadas y de lo más espectaculares; con momentos alucinantes, como la
escena del monumento a Washington, la escena del Ferri o, sobre todo, el climax
final con el avión. Además, la puesta en escena es sensacional; sobre todo, en
los momentos en los que El Buitre hace su aparición.
Pero, no es solo en las
escenas de acción donde ha despuntado. El tipo maneja muy bien a los actores y
en los momentos dramáticos logra estar a la altura. Aquí no tenemos la muerte
del Tío Ben ni se hace mención a ella –tan solo una referencia a un hecho
trágico en la familia; que ya han confirmado que se trata de la muerte del Tío
Ben –. Sin embargo, digo lo mismo que con la famosa frase, pese a que no la
mencionan, la muerte del tío Ben está presente en toda la película.
De hecho, la presencia
de Iron Man y el hecho de que en este universo Tony Stark sea el mentor de
Spiderman, obedece al intento por parte del protagonista de buscar una nueva
figura paterna que supla la ausencia de su tío fallecido.
Por cierto, Iron Man tiene una presencia justa en esta película. Muchos se echaron las manos a la cabeza al ver una gran presencia suya en los tráilers, posters y demás material promocional; incluso a los que les gusta prejuzgar a las películas sin haberlas visto aún ya se referían a ella como Iron Man 4. Pero, nada más lejos de la realidad. Iron Man no se apodera para nada de esta película y tiene la presencia bastante reducida, apareciendo solo cuando tiene que aparecer.
Otra cosa beneficiosa de la presencia de Iron Man en esta película es algo que ya se veía en Capitán América: Civil War, que es el hecho de que sea Tony Stark quién le proporciona a Peter el traje sofisticado mientras este, antes de conocerle, combatía el crimen con un traje más casero y artilugios que él mismo se fabricaba con lo que encontraba en la basura.
Ya vimos este traje, cuyo diseño me encanta, en la nombrada película del Capitán América y aquí vemos que tiene un montón de parafernalia –tiene hasta calefacción, no os lo perdáis –y hasta llega a estar dotado con una inteligencia artificial, Karen –que cuenta con la voz de la estupenda Jennifer Connelly; quién “casualmente” es la esposa en la vida real de Paul Bettany, quién le ponía voz a JARVIS y ahora interpreta a Vision –.
Muchos se han quejado de
que el traje tiene demasiada tecnología y que, en ocasiones, llega a resultar
abrumadora; llegando a parecer más una armadura de Iron Man que un traje de
Spideman.
Es cierto que el traje
tiene demasiada parafernalia, no lo voy a negar. Sin embargo, ahí radica otro
de los aciertos de la película. Porque toda esta tecnología termina superando a
Peter y este termina perdiendo le traje cuando Tony Stark le ordena que se lo
devuelva. Esto le obliga a volver a su traje y sus artilugios caseros para
enfrentarse con El Buitre, aprendiendo la lección de tiene que ser él mismo
para ser un héroe.
Vamos ahora con el que,
para mí, es el mayor acierto de la película: EL VILLANO.
Para mí, El Buitre ha
sido un villano estupendo. Con una excelente interpretación de Michael Keaton,
una indumentaria de lo más acertada y unas las alas mecánicas que están
logradísimas y, a parte de permitirle volar, también son una peligrosa arma que
lo convierte en un enemigo impracable; muy en la linea de su homólogo en las
viñetas. Desde luego, es para coger a Marc Webb de las orejas y enseñarle como
se hace un villano de Spiderman en condiciones.
Aunque, el gran acierto
del personaje es su parte humana y como ha sabido potenciarla en la película; algo
que hizo Raimi muy bien en su día y que aquí, alegremente, han recuperado.
Una cosa que ha hecho siempre
que Spiderman guste tanto es que es un superhéroe con el que te puedes
identificar. Ya que, pese a sus superpoderes, es una persona normal y corriente,
que estudia, trabaja y suele tener problemas personales y económicos. En la
película todo eso se ha respetado pero, además, se lo ha aplicado también al
villano, que en la película es un simple currante y padre de familia puteado
por la gente de arriba.
No es que le esté
justificando, pero si es fácil ponerse en la piel de este personaje e
identifiacarse con él; seguro que a más de uno le entró ganas de aplaudir
cuando le da el puñetazo a ese cabrón del Departamento de Control de Daños –a
mí, desde luego, si –.
Luego, encima, nos dan
la gran sorpresa de que resulta ser el padre de Liz, la chica que le gusta a
Peter, llevando el enfrentamiento entre él y Spiderman a terrenos más personales.
Además de que esto ayuda a lo que he dicho antes de que Peter descubre que sus
acciones tienen consecuencias, ya que, al derrotarlo y destruir su
organización, también destroza la vida de Liz que, a parte de descubrir que su
padre es un criminal, se ve obligada a abandonar el instituto y la ciudad,
dejándole a él un sentimiento de culpa pese a haber hecho lo correcto.
Por todo esto y mucho
más, este Buitre es, sin duda, uno de los mejores villanos del MCU y del cine
de superhéroes en general. Además, sé que me arriesgo a que me lapiden por lo
que voy a decir, pero Michael Keaton me ha gustado más en este papel que como
Batman.
En la película tenemos más villanos; pero son villanos más secundarios que, en realidad, son secuaces de El Buitre y que eran antes sus trabajadores. Tenemos a Shoker por partida doble con los alter egos de Jackson Brice, interpretado por Logan Marshall-Green, y Herman Schultz, interpretado por Bokeem Woodbine. El otro villano es Tinkerer –El Chapucero para los españoles –, interpretado por Michael Chernus, que es el cerebro de la organización de El Buitre, encargado de convertir la tecnología extraterrestre en armas.
Así es como la película ha sabido introducir varios villanos sin llegar a abrumas o saturar la película. Incluso nos introducen a potenciales villanos para futuras secuelas. Como Mac Gargan, interpretado por Michael Mando, que no es otro que MacDonald Gargan, el alter ego del Escorpión y que ya nos lo anuncian como futuro supervillano en una de las escenas post-créditos; donde, además, se hace alusión a que otros villanos se están reuniendo contra el hombre araña y que podría ser una referencia a Los Seis Siniestros.
Siguiendo con el reparto. De Tom Hollando no me hace falta decir mucho. Ya en Capitán América: Civil War demostró ser un excelente Peter Parker y el mejor Spiderman cinematográfico y en esta película no solo continúa demostrándolo, sino que hasta mejora y todo.
Lo mismo digo de Marisa
Tomei como una Tía May madura y sexy –algo de lo que se mofan en la película
unas cuantas veces –. Los puristas no paran de tocar las narices pidiendo una
Tía May anciana. Pero a mí no me desagrada, porque no soy nada purista, ya
tuvimos una estupenda Tía May anciana en las películas de Raimi y, para que
negarlo, Marisa Tomei está para comérsela.
Luego tenemos a los
compañeros de instituto de Peter, un casting que ha levantado mucha polémica
por el intercambio de razas.
Ya he hablando antes de
los rumores de que Zendaya iba a ser Mary Jane y la polémica que esto suscitó.
Pero, nada de eso. Su personaje se llama Michelle Jones y al final dice que la
llamen MJ, pero solo como una broma; ya he dicho que esta película tiene muchas
mofas.
Dejando esto a un lado.
A mi Zendaya me ha gustado mucho en esta película. La chica lo hace bien y su
personaje mola mucho, una chica que pasa de todo y va a su bola, pero que es
más inteligente de lo que aparenta –me recordó a Scarlett Johansson en La Puntuación Perfecta (Brian Robbins, 2004) –. Aquí la han tenido como muy secundaria,
pero me da que va a dar bastante más juego en las secuelas; no hay más que ver
su último plano, que nos deja ver que va a deducir dentro de poco que Peter
Parker es Spiderman –si es que no lo ha deducido ya –.
En cambio, Laura Harrier
si interpreta a Liz Allan, que en los cómics es una chica blanca y rubia. Sin
embargo, Liz Allan nunca ha sido un personaje muy relevante en los cómics y en
esta película, aunque es el interés amoroso del protagonista y la hija del
villano, tampoco tiene mucha relevancia, ya que aquí no hay romance en la linea
de las películas de Raimi y Webb.
El hawaiano Jacob
Batalon interpreta a Ned Leeds, que aquí lo han convertido en un gordo nerd que
es el mejor amigo de Peter. Batalon hace un buen trabajo, pero el personaje es
un poco cargante y si lo hubieran eliminado a mitad de la película ni me habría
enterado.
Luego tenemos a Toni
Revolori, un actor estadounidense de origen hispano que da vida al famoso Flash
Thompson, generando también polémica; no solo racial, sino por el nuevo enfoque
que le han dado al personaje, convirtiéndolo en un matón de internado
británico. Para mí, el actor ha hecho un buen trabajo y el nuevo enfoque que le
han dado no me desagrada, es otro tipo de matón que, en lugar de dar palizas,
ataca con las palabras, que pueden llegar a ser más hirientes que los golpes.
También tenemos a Betty Brant, que aquí es una amiga de Liz. Está interpretada por Angourie Rice, que es una actriz blanca, así que no hay polémica racial. No obstante, su aspecto recuerda más a Gwen Stacy que a la Betty Brant de los cómics. Sin embargo, en la película vemos que trabaja en el noticiario del instituto, lo que nos hace ver que le interesa el periodismo, algo que en el futuro la puede llevar a trabajar en la redacción de cierto periódico.
Por lo demás, a parte de
Robert Downey Jr., que vuelve a interpretar a Tony Stark como si hubiera nacido
para ello, tenemos de nuevo a Jon Favreau, que vuelve a estar en su salsa como
Happy Hogan, y nos dan la alegría de recuperar a Gwyneth Paltrow –a quién no
veíamos desde Iron Man 3 (Shane
Black, 2013) –, que vuelve a estar fantástica como Pepper Potts.
Además, también
participa Chris Evans como Capitán América. Pero no solo aparece en los vídeos
didácticos del instituto, también protagoniza la segunda escena post-créditos,
la que aparece justo al final de todas las letras. Una escena tronchante donde los
responsables de la película se mofan tanto de ellos mismos como de los que nos
quedamos viedo los créditos para ver esas escenas.
Una escena como esa deberían
haber incluido al final de los créditos de Batman
v Superman: El Amanecer de la Justicia; al menos, nos habríamos reido un
poco en lugar de salir del cine con dos palmos de narices.
Bueno, vamos con cosas
que no me han gustado de la película, que las tiene, ya que no es una película
del todo redonda.
Una cosa que me molesta
mucho son las escenas que sacan en los tráilers y luego en la película ni están
ni se las espera. Y aquí hay unas cuantas: ¿Dónde esta ese plano de Spiderman y
Iron Man volando juntos hacia la pantalla?
Luego tenemos que
ninguno de los dos Shocker que aparece en la película lleva máscara. Pero, ese
no es el problema. El problema es que unas imágenes filtradas del rodaje de la
película mostraban a un Shocker con máscara que lucía un aspecto genial;
además, también salieron unas promo arts de la película que también mostraban a
Shocker con máscara. ¿Qué narices ha pasado?
Volviendo al rodaje, hay
también otras escenas que se vieron rodándose –como aquella que se rodó con un
helicóptero en la que Spiderman salvaba a unas chicas –que luego en la película
ni se las ve. Para mí que la película iba a ser mucho más larga y quedó mucho
material en la sala de montaje. Por suerte, el montaje final no da la sensación
de ser una película mutilada.
Luego tenemos que la
película tiene mucha comedia. Los momentos cómicos están muy logrados y el tono
cómico encaja muy bien con este nuevo Spiderman. Pero, si es cierto que a veces
se pasan un poco con la comedia y hay algunas escenas y personajes cómicos –como
el ya nombrado Ned Leeds –que sobran.
Bueno, vamos resumiendo
ya; que esta review me está durando más que las obras del Escorial.
Para mí, Spider-Man:
Homecoming me ha parecido una película muy buena, un estupendo reinicio del
personaje y una logradísima forma de introducirlo en el MCU; esto ya lo
hicieron en Capitán América: Civil War,
pero aquí lo continúan muy bien.
Desde luego, me ha
dejado con ganas de ver más, por lo que espero con muchas ganas la secuela –prevista
para 2019 –y, sobre todo, ver de nuevo a este Spiderman en Avengers: Infinity
War; donde si se pondrá esa Iron Spider que le proporcionó Tony Stark al final –se
vio en el tráiler mostrado en la Comic-Con de San Diego –.
Comparándola con las otras películas y los otros Spidermans cinematográficos, aquí tengo dos opiniones.
Para mí, este Spiderman interpretado por Tom Holland me parece el mejor Spiderman cinematográfico visto hasta la fecha; ya lo dije en Capitán América: Civil War y aquí lo mantengo. Sin embargo, una cosa es el personaje y otra cosa son las películas.
Para mí, esta película
supera con creces las dos entregas de la saga de Marc Webb; es que les pasa por
encima como un Monster Truck pasando por encima de dos coches. En cuanto a la
saga de Sam Raimi, a Spiderman 3 (2007)
la supera con creces –aunque, esto no es muy difícil –, sin embargo, personalmente,
para mí se queda por detrás de Spiderman
(2002) y Spiderman 2 (2004), que
todavía siguen siendo las mejores películas que se han hecho del hombre araña.
Eso si, aunque esta
película no consiga superar o igualar a esas películas, si se les acerca mucho.