Hay películas que
despiertan odio desde el mismo momento de su concepción y no paran de generar
odio a lo largo de su producción y hasta después de su estreno.
Ese es el caso de esta
película, la cual está siendo odiada por mucha gente en todo el mundo por dos
razones: 1) porque reinicia una película que es todo un clásico de los años 80
y 2) porque han cambiado el género de sus protagonistas.
Pero vayamos por partes.
Erin Gilbert (Kristen
Wiig) trabaja como profesora de física en la Universidad de Columbia, donde
espera que la hagan fija. Para ello, trata de ocultar su pasado en el que se
dedicaba a investigar sucesos paranormales junto a su antigua colega, Abby
Yates (Melissa McCarthy). Cuando se entera de que el libro que escribió junto a
Yates hablando de la existencia de los fantasmas está a la venta y podría poner
en peligro su puesto si la universidad lo descubre, decide ir a hablar con ella
y convencerla de que lo retire de la venta.
Yates continúa
investigando sucesos paranormales con una nueva colega, la doctora Jillian
Holtzmann (Kate McKinnon), una física muy escéntrica. Yates logra convencerla
de que las acompañe a investigar un suceso paranormal en una casa abandonada
que está siendo utilizada como atracción turística y allí tienen un claro
contacto con un fantasma. Sin embargo, la universidad lo descubre y Erin es
despedida. Esto hace que se una a Abby y Jillian en una sociedad para buscar y
capturar fantasmas. A ellas se les une Patty Tolan (Leslie Jones), una mujer de
Harlem que trabaja en el metro y ha tenido contacto con un fantasma, y Kevin (Chris
Hemsworth), un joven atractivo, aunque por con pocas luces, que entra a
trabajar para ellas como su nuevo recepcionista.
Los Cazafantasmas (1984), dirigida y producida por Ivan Reitman y protagonizada por Bill
Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis y Ernie Hudson, fue un gran éxito en su día y
ha llegado hasta nuestros días como un título de culto de los años 80.
La película tuvo una
secuela, Cazafantasmas II (1989),
también dirigida por Reitman y con los mismos protagonistas, la cual también
tuvo éxito, pero no gustó tanto como la primera.
Durante años, se habló
de una tercera entrega, pero esta no lograba salir adelante; principalmente,
por el poco interés que Bill Murray ponía en regresar.
Hace unos años,
estuvieron cerca de hacerla. Finalmente, convencieron a Murray haciendo que su
personaje hubiera muerto y estuviera en la película como fantasma y los otros
miembros del equipo original se dedicaran a entrenar a un equipo más joven de
cazafantasmas, haciendo así un relevo generacional para nuevas entregas.
Sin embargo, este
proyecto no salió adelante porque Sony consideraba a Ivan Reitman demasiado
viejo para dirigirlo y quiso a un director más joven. Reitman se negó y,
entonces, comenzó un tira y afloja entre el director y el estudio. Al ser
productor, Reitman tenía la última palabra en la elección del director, pero el
estudio era el que ponía el dinero para poder hacer la película, así que el
problema tenía poca pinta de resolverse pronto.
Esto hizo que Murray
terminase por abandonar y el proyecto volvió a paralizarse. Luego llegó la
noticia del fallecimiento de Harold Ramis, uno de los protagonistas y, además,
encargado del guión de la película original y su secuela junto a Dan Aykroyd.
Fue entonces cuando se empezó a desechar la idea de una tercera entrega y
empezó a hablarse más de un reboot de la franquicia.
La película se puso en
marcha en agosto de 2014. Ivan Reitman, finalmente, decidió limitarse a la producción
y le cedió el testigo a otro director.
El elegido fue Peter
Feig, director de exitosas comedias como La
Boda de mi Mejor Amiga (2011), Cuerpos
Especiales (2013) o Spy (2015),
películas protagonizadas principalmente por mujeres. Ya que este director, como
él mismo ha afirmado muchas veces, solo quiere hacer películas protagonizadas
por féminas.
Esto es lo que ha
llevado a hacer el cambio más polémico de toda la película: la creación de un
equipo de cazafantasmas enteramente femenino formado por Kristen Wiig, Melissa
McCarthy, Kate McKinnon y Leslie Jones.
Este cambio aumentó las
iras contra un proyecto que ya era bastante odiado por su condición de reboot,
haciendo que muchos sacaran al Neandertal que llevan dentro y provocó que
internet se llenara de comentarios que bien podrían calificarse de pinturas
rupestres, obra de personas –por llamarlos de alguna manera –que más bien
debería estar viviendo en la selva o en la jaula de un zoo comiándose los
cacahuetes que les tiran los visitantes.
Ni que decir tiene que,
cuando salió, su primer tráiler fuese el que más dislikes recibió en YouTube,
logrando batir todo un record.
Aunque, lo peor es que
todo este odio se llegó a materializar en insultos contra sus protagonistas. La
peor parada ha sido Leslie Jones, quién se vio obligada a cerrar su cuenta de
Twitter y, más recientemente, ha sido hackeada su página web, publicando en
ella fotos suyas desnuda.
Todo este odio, al
final, le ha pasado factura a la película en lo que ha taquilla se refiere. Con
un presupuesto de 144 millones de dólares –sin contar los gastos de publicidad
–, la película lleva recaudados 127 millones en EEUU. Aunque, la cosa es peor
en el resto del mundo, donde la película solo lleva recaudados 99 millones, lo
que hace que su recaudación global sea de 226 millones de dólares; una cifra
muy alta, pero muy pobre para una superproducción de este tipo.
Encima, para empeorar
las cosas, la película no podrá beneficiarse del mercado chino, el cual ha
salvado otras superproducciones –como Warcraft
este mismo año –, ya que la película ha sido prohibida en China, a cuyas
autoridades no les gusta el tema de los fantasmas y lo sobrenatural y no
quieren que el resto de la población lo vea. Así de liberales, tolerantes y
democráticos son en ese país que está destinado a ser el sustituto de EEUU como
nuevos amos del mundo; menudo futuro nos espera.
La película, al menos,
tiene a su favor que no es el mayor desastre del verano. Ahí tenemos el remake
de Ben-Hur haciendo cifras
desastrosas. No obstante, ya nos podemos ir olvidando de esa secuela que había
planeada.
Bueno, dejando a un lado
las cifras de taquilla, la crítica ha sorprendido a todo el mundo siendo
bastante benevolente con la película sin que su director haya tenido que
meterse con el cine de superhéroes para ello. En cuanto al público, la opinión
está bastante dividida; aunque el número de los que odian la película es mayor
que a los que les ha gustado.
Y a todo esto, ¿Qué
opino yo? Pues a eso vamos.
Este proyecto, no lo
esperaba con odio. Yo adoro la película original, pero no me parecía ninguna
aberración que fueran a hacer un reboot; aunque, eso sí, hubiera preferido más
una tercera entrega.
Sobre que los nuevos
cazafantasmas sean mujeres, ya sabréis que eso para mí no supone ningún
problema; todo lo contrario, supone un incentivo.
No obstante, después del
visionado del primer tráiler, mi interés empezó a descender. No es que lo que
viera me pintara un desastre; de hecho, la película no me pintaba mal. Sin
embargo, también es cierto que no me despertaba tanto el hype como otras
películas.
Aún así, mi interés en
la película no se desvaneció del todo y seguí teniendo interés en verla;
aunque, no con muchas prisas, como habéis podido comprobar con lo tarde que la
he visto.
En fin, la cosa es que la
película me ha gustado.
No es ninguna obra
maestra, no es un film memorable y no es una película que vería más de una vez
en el cine. Pero no es ningún bodrio ni ninguna película regulera. Es una buena
película para pasar el rato; pero un rato de lo más agradable.
Para empezar, la
película es divertidísima. Me he reído una barbaridad viéndola. En serio. Ha
habido momentos en los que he soltado una carcajadas tan fuertes que creía que
me ahogaba. Y mira que hoy en día hay pocas comedias que me hagan reír mucho.
Luego, la película está
muy bien hecha. Los efectos especiales son buenísimos. Los fantasmas son
geniales y están de lo más logrados; uno de los mejores es, sin duda, el
fantasma del metro, el cual es una pasada. Desde luego, los encargados de los
efectos especiales han hecho un excelente trabajo. La película puede gustar o
no, pero quién diga que los efectos especiales son malos miente o es más miope
que Rompetechos.
El diseño de producción
también es genial, mezclando muy bien el estilo clásico de la original con un
estilo más moderno.
Luego están sus
protagonistas, que son de lo más criticado de la película, pero a mí me han gustado
y me ha parecido que han hecho un muy buen trabajo.
Kristen Wiig ha estado
genial en todo momento. Melissa McCarthy me ha gustando mucho en su papel; y
eso que esta actriz no es santa de mi devoción. Leslie Jones, actriz a la que a
penas conocía antes de esta película y que era la que menos me atraía del
reparto principal, ha estado impresionante y disfrutas mucho de sus momentos.
Aunque, sin duda, la que
mejor ha estado de las cuatro ha sido Kate McKinnon. Ya en los tráilers se
intuía que ella se iba a llevar la película de calle y, una vez vista la
película, puedo corroborarlo añ 100%. La chica hace un trabajo sobresaliente,
derrocha carisma en todo momento y devora la pantalla con cada una de sus
apariciones. Y no solo la actriz, su personaje –una ingeniera tan brillante
como zumbada –es el que más mola de todo el film y protagoniza varios de los
mejores momentos; la escena que tiene hacia el final de la película
enfrentándose a unos fantasmas –esa en la que chuca una de las dos pistolas que
sostiene –ha sido realmente sensacional y hasta llega a impresionar.
Por lo demás, Chris Hemsworth
ha estado muy bien en su personaje de rubio tonto; un personaje muy criticado
por gente que no ha entendido que es una crítica irónica contra los arquetipos
femeninos sexistas vistos en muchas películas, principalmente, comedias.
Además, el baile que se monta durante los créditos finales, lejos de resultar
ridículo, me ha parecido la hostia, en serio; daban hasta ganas de levantarse y
ponerse a bailar con él –.
En cuanto al malo de la
película. El actor, Neil Casey, lo hace bien. El problema es que el personaje
no está de lo más logrado. Más que un villano principal, parece el típico
secuaz idiota.
Por lo demás, los demás
actores hacen un trabajo que, generalmente, está bien. Tenemos a algunas caras
conocidas, como Andy Garcia, que da vida al alcalde de Nueva York, o Charles
Dance, que da vida al rector de la universidad donde trabaja el personaje de
Wiig.
En el caso de Charles Dance,
me da algo de rabia que tengan a este actor en la película y hayan dejado
escapar un cameo cojonudo. Porque podrían haber hecho algo parecido a lo que
hizo Peter Jackson en Agárrame esos
Fantasmas (1996), donde puso a R. Lee Ermey a hacer un personaje que,
practicamente, era el fantasma del sargento cabrón que interpretó en La Chaqueta Metálica (Stanley Kubrick,
1987). Aquí podrían haber hecho algo parecido con Dance.
Imaginaos. Durante la
invasión de fantasmas del final, podrían haber metido una escena en la que
alguien –ya sea una de las protagonistas o un personaje anónimo –entra en el
cuarto de baño y, al abrir la puerta, se encuentra al fantasma de Tywin
Lannister sentado en el retrete; con las flechas clavadas y todo. Ahí ya me
habría revolcado por el suelo de la risa si llegan a meterlo. Desgraciadamente,
no lo hicieron. Y no creo que fuera porque no se les ocurrió, porque me cuesta
creer que a ninguno de los responsables de la película se les ocurriera algo
así. Lo más seguro es que no lo hicieran por problemas de derechos o cosas así.
Una pena, porque hubiera
sido un soplo de aire fresco entre tantos guiños hacia la película original.
Porque la película está tan llena de guiños y referencias a la película de 1984
que llega a ser abrumadora. Está bien que homenajeen a la original; pero aquí
se pasan un poco. Hasta hay una escena post-créditos con una clara referencia que
da pistas sobre por donde podrían ir los tiros en esa secuela que ya no se va a
hacer.
Tenemos hasta los cameos
de los actores de la original –Bill Murray, Dan Aykroyd, Ernie Hudson, Sigourney
Weaver y Annie Potts –, los cuales están bastante bien, y hasta de varios de
los fantasmas, como el bicho verde comilón –que ahora hasta tiene familia –o el
gigante de los marshmallow; aunque, no en forma de fantasma, exactamente.
Para mí, aquí es donde
radica el gran problema de la película: su intento de emular en todo momento a
la original. Recuerda un poco a cuando Bryan Singer hizo Superman Returns (2006), donde en todo momento trataba de emular a
la película de Richard Donner; aunque aquí, por lo menos, te ríes y no te
mueres de aburrimiento como en aquella.
Yo sigo pensando que, en
lugar de un reboot, lo que debían haber hecho es una continuación. Una película
en la que los cazafantasmas originales llevasen años inactivos y las
protagonistas sean unas admiradoras suyas que deciden continuar su legado. Pero
no empiezan con buen píe, ya que carecen de sus conocimientos, y esto hace a
los cazafantasmas originales salir de su retiro para adiestrarlas y
convertirlas en unas cazafantasmas profesionales.
Eso hubiera sido mejor.
Desgraciadamente, Sony está emperrada con los reboots. Aunque, parece que este
desastre –unido a otros, como el de la franquicia Spiderman –les ha hecho abrir los ojos, porque la nueva película de
Jumanji que están preparando va a ser
ahora una secuela y no un reboot, como se decía al principio.
Bueno, vamos resumiendo
ya.
A mi la película me ha
gustado. He pasado un rato de lo más agradable viéndola y, sobre todo, me he
reído muchísimo. Es cierto que no es una gran película y es bastante mejorable
en varios aspectos pero, desde luego, está muy lejos de ser el bodrio infumable
que muchos dicen que es por puro odio.
Yo hasta me atrevería a
decir –a riesgo de que me lapiden –que la prefiero a Cazafantasmas II. Y, desde luego, me gustaría que se hiciera la
secuela –aunque sea con una campaña de kickstarter –porque me gustaría ver más
a estas nuevas cazafantasmas en acción.
Yo, desde luego, la
recomiendo a todo el mundo –aunque, a saber si a estas alturas queda alguien
que no la haya visto ya –; sobre todo, a los que quieran pasar un buen rato y
hecharse unas cuantas risas. Y, sobre todo, vedla sin complejos ni miedos de
ningún tipo porque el ver esta película no hará que te guste menos la original;
ni mucho menos.
Y a todos esos colegas
de Pedro Picapiedra a los que les parece una aberración y un insulto que la película esté
protagonizada por mujeres…
Pues a mí también me entretuvo. La que menos me gustó fue Melissa McCarthy, y me encantó Kristen Wiig (vale, igual no soy muy objetivo...). Yo creo que es una peli entretenida a la que le hubiese ido mucho mejor si no tuviéramos el referente de la original.
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