¡ATENCIÓN!
Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya
visto aún que se abstenga de leerla o, por el contrario, que lo haga bajo su
total responsabilidad.
Ya
tenemos en los cines de gran parte del mundo una película que,
idenpendientemente de sus resultados y de los gustos de cada uno, es todo un
acontecimiento.
Y
es que asistimos al primer encuentro cinematográfico de dos de los superhéroes
más icónicos de la historia en una película que, además, es la antesala de la
esperadísima adaptación de la Liga de la Justicia.
18
meses después de que salvara al mundo del General Zod, Superman (Henry Cavill)
es una figura admirada y controvertida. Una parte del mundo lo idolatra y hasta
lo ve como un dios; la otra parte desconfía de él y teme que pueda causar en
todo el mundo una ola de destrucción como la que provocó en Metrópolis en la
batalla contra Zod. Uno de estos es Bruce Wayne (Ben Affleck), multimillonario
de Gotham que lucha contra el crimen bajo la identidad de Batman. Wayne estuvo presente
en Metrópolis durante la batalla contra Zod y fue testigo de esa ola de
destrucción que, entre otras cosas, se llevó por delante uno de los edificios
de su compañía. Por otro lado, Superman, bajo la identidad de Clark Kent,
desconfía también de Batman y no comparte sus brutales métodos para combatir el
crimen.
La
tensión va en aumento cuando Superman interviene en un incidente en África
donde Lois Lane (Amy Adams) estaba involucrada y Wallace Keefe (Scoot McNairy),
un hombre que perdió las piernas durante la batalla contra Zod, se convierte en
una figura pública contra el hombre de acero. Aunque, la cosa llega a mayores
tras un atentado durante una vista en el Congreso dirigida por la senadora
Finch (Holly Hunter), una de las más firmes opositoras a Superman. Todo esto ha
sido orquestado por Lex Luthor (Jesse Eisenberg), un millonario excéntrico de
mente brillante que quiere acabar con Batman y Superman a toda costa.
La idea de juntar a Batman y a Superman en una misma película no es algo nuevo. Ya ha habido algunos intentos en el pasado.
El
más conocido es aquel proyecto de 2001 que iba a dirigir el alemán Wolfgang
Petersen, director de películas como El
Submarino (1981), La Historia
Interminable (1984), En el Punto de
Mira (1993), Air Force One (1997)
o La Tormenta Perfecta (2000), sobre
un guión de Andrew Kevin Walker, guionista de Seven (David Fincher, 1995) o Sleepy
Hollow (Tim Burton, 1999). El proyecto estuvo un tiempo en desarrollo y no
pintaba mal, pero la Warner optó –como no –por cancelarlo.
Después,
en 2005, tras el éxito de Batman Begins,
de Christopher Nolan, y ante las buenas expectativas que Superman Returns (Bryan Singer, 2006) estaba generando por aquel
entonces, empezó a hablarse de un proyecto que juntaría a Batman y a Superman
en una película protagonizada por Christian Bale y Brandon Routh y que
dirigirían Nolan y Singer. No obstante, no se volvió a saber nada más de este
proyecto cuando Superman Returns se
estrenó y ya sabemos cómo fue el resultado.
La
película que nos ocupa no tiene nada que ver con ninguno de estos proyectos.
Esta
película iba a ser la secuela de Man of
Steel (2013) y, de hecho, Zack Snyder y David S. Goyer –que repetían como
director y guionista, respectivamente –, comenzaron a desarrollarla como tal.
No
obstante, Warner Bros. tenía prisa por crear un universo cinematográfico
compartido con los personajes de DC Comics que rivalizase con el que Marvel
Studios había creado con Los Vengadores.
Primero lo intentaron con Green Lantern
(Martin Campbell, 2011), pero sus planes se vinieron abajo tras el fracaso de
la película. Así que, Man of Steel
fue la gran elegida como punto de partida para crear este universo, a cuyo
frente estaría Zack Snyder.
La
cosa fue variando. Primero se optó por continuar con la secuela incluyendo en
ella una pequeña aparición de Batman que, poco a poco, se fue agrandando hasta
el punto de reconvertir en proyecto en un crossover entre el hombre de acero y
el hombre murciélago que, además, serviría también como presentación para otros
personajes de DC, como Wonder Woman, Aquaman, Flash y Cyborg.
La
película fue presentada oficialmente en la Comic-Con de San Diego de 2013,
generando una gran expectación. Desde entonces, esta película dio mucho de qué
hablar.
Uno
de los asuntos más polémicos fue la elección del actor que daría vida a Batman.
Muchos se echaron las manos a la cabeza y empezaron a echar la bilis por la
boca cuando se anunció que Ben Affleck era el gran elegido. El actor había
ganado bastante prestigio gracias a sus trabajos como director, pero muchos
tenían aún el recuerdo de su interpretación de Daredevil en la mediocre película de 2003 dirigida por Mark Steven
Johnson.
Otra
elección muy polémica fue la de Gal Gadot como Wonder Woman. La actriz recibió
muchas críticas por su físico, considerado demasiado delgado; incluso la
luchadora Ronda Rousey (Los Mercenarios 3)
–quién iba tras el papel –se mofó públicamente de su físico. Para contrarrestar
estas críticas, la actriz se sometió a un duro entrenamiento; mostrando
imágenes en las redes sociales con sus progresos.
Sin
embargo, cuando la película fue tomando forma y fue mostrándose poco a poco a
través de imágenes y tráilers, los fans se fueron aplacando.
Originalmente,
la película tenía previsto estrenarse en 2015. Sin embargo, su complejo proceso
de producción hizo que se retrasase hasta el 6 de mayo de este año. Esto
provocó lo que yo llamo la Batalla del 6
de Mayo, ya que Marvel Studios tenía reservada una película para esa fecha;
película que más tarde se sabría que era la tercera entrega del Capitán
América.
Esto
provocó un tira y afloja entre Marvel Studios y Warner y DC donde estos últimos
parecían tener las de ganar, ya que creíamos que el Capitán América tenía poco
que hacer contra una película que juntaba a dos personajes tan icónicos como
Batman y Superman. Sin embargo, Marvel Studios no cedió y, para nuestra
sorpresa, fue Warner la que terminó cediendo y trasladó el estreno de esta
película al 25 de marzo; una buena noticia, ya que el estreno se adelantaba
–precisamente, el estudio utilizó esto para minimizar su derrota –.
Finalmente, la película ya está en los cines y, de momento, parece que le van bien las cosas en taquilla. Aún no hay datos definitivos pero, según las estimaciones más recientes, la película lleva recaudados 82 millones de dólares en EEUU y 115 millones en el resto del mundo, haciendo un total de 197 millones de dólares. El presupuesto de la película ha sido de 250 millones de dólares, una cifra muy alta, pero no los exagerados 380 millones –sin contar gastos de publicidad –que muchos le atribuían.
Sobre cómo ha sido recibida, las reacciones de los fans fueron muy entusiastas en los preestrenos. No obstante, las opiniones del público están ahora muy divididas entre los que adoran la película, los que la odian y los que se quedan en un término medio.
La
crítica, en cambio, es otro cantar. Ya desde antes del estreno se dedicaron a
machacar la película y, desde entonces, no han parado de poner a la película a
caer de un burro como si tuvieran algo personal contra ella; los fanáticos de
DC Comics llegan hasta a ver en esto una conspiración de Marvel.
¿Y
qué me ha parecido a mí? Pues a eso vamos.
Ya
sabéis los que me seguís en el blog matriz lo mucho que esperaba esta película
y las enormes expectativas que tenía sobre ella. Así que, el día de su estreno
en España –el 23 de marzo –viajé a la ciudad para verla –porque si espero a
verla en el cine de mi pueblo lo más seguro es que vea antes un acuerdo de
gobierno que la película –y ya por fin la he visto y puedo dar una clara
opinión sobre ella.
Como
ya sabéis, mis opiniones son totalmente sinceras y no están condicionadas por
nada, ni por los críticos, los fans o las opiniones generalizadas. Esto es algo
que siempre quiero dejar claro.
El
caso es que, una vez vista la película, debo decir que esta me ha gustado
mucho, me ha parecido una película muy buena, la colocaría entre lo mejor del
año y siento que ha valido la pena el viaje para verla.
Sin
embargo, debo decir también que las enormes expectativas que tenía con ella se
han visto cumplidas, pero no del todo y, aunque no me ha decepcionado del todo,
si me ha dejado cierto aroma de decepción.
La
película es muy buena, como ya he dicho, y he disfrutado viéndola. Sin embargo,
no llega a ser una película del todo redonda y tiene varios defectos que le
impiden ser una obra maestra. Sinceramente, si tuviera que elegir entre esta
película y Man of Steel, me quedaría
sin dudarlo con Man of Steel; y, si ya la comparamos con las películas de Batman
de Christopher Nolan, ahí si que no hay color.
Vamos
a empezar por lo bueno.
Zack
Snyder vuelve a estar brillante en la dirección; especialmente, en las escenas
de acción, tan brutales como espectaculares.
La
escena estrella de la película, el tan esperado enfrentamiento entre Batman y
Superman, es LA HOSTIA; una alucinante secuencia de más de ocho minutos que te
deja con la boca abierta. Y, pese a la opinión de los detractores, para mí la
forma en que se resuelve me ha parecido acertada.
Otro
momento brillante es la parte del principio, que es la impresionante batalla
final de Man of Steel vista desde el
punto de vista de Bruce Wayne y que también me ha parecido un momento de lo más
brillante. Lo mismo que la escena de la persecución con el Batmóvil; otro
momento de lo más alucinante.
Y
luego está la otra secuencia estrella del film, la batalla final contra
Doomsday que, aunque no llega a alcanzar los niveles de épica de las batallas
finales de Man of Steel o de Los Vengadores (Joss Whedon, 2012), es
un momento de lo más espectacular e impresionante.
Otro
de los grandes aciertos de Snyder es el diseño de producción; sobre todo, en lo
que fidelidad a los cómics se refiere. Como ya hizo con 300 (2007) o Watchmen
(2009) –película que me vino varias veces a la cabeza; sobre todo, en las escenas de los créditos iniciales –, Snyder vuelve a recrear muy bien el aspecto visual
de los cómics. No es una recreación tan fiel como la de las dos películas antes
nombradas, pero la película respira aroma a cómic en todos y cada uno de sus
fotogramas.
Otro
acierto ha sido la fotografía. Aquí, Snyder ha prescindido de la fotografía
cruda y grisácea de Man of Steel –una
de las pocas cosas que me rechinan de aquella película –, sustituyendo a Amir Mokri por Larry
Fong, con quién ya trabajó en 300, Watchment y Sucker Punch (2011), quién le ha dado a la película un ambiente oscuro y colorido a partes iguales que le ha venido muy bien.
Los
efectos especiales son excelentes, aquí no me enrollo.
En
cuanto a los actores. Henry Cavill vuelve a estar tan acertado dando vida a Superman como lo estuvo en Man of Steel;
además, tanto el actor como el personaje han evolucionado muy bien con respecto
a la anterior película. El nuevo traje que luce en la película es idéntico al
anterior con algunas minúsculas variaciones, así que aquí no me meto mucho. Me gustó el traje que llevaba en Man of Steel y me gusta también el que lleva aquí.
Cavill
es ya la segunda vez que lo vemos como Superman, pero no ocurre lo mismo con
Ben Affleck como Batman. El actor no solo venía precedido por las malas
críticas que suscitó su elección, sino por el trabajo de Christian Bale en la
trilogía de Nolan, quién dejó el listón muy alto.
No
voy a mentir, yo también tuve mis dudas cuando lo eligieron pero, a diferencia
de otros que ya lo defenestraron sin esperarse a ver la película, yo decidí darle un voto
de confianza. Además, las imágenes que iban saliendo de él caracterizado como
el hombre murciélago me iban convenciendo más.
Pues
bien, tras verlo en la película, debo decir que me ha gustado mucho como
Batman; y como Bruce Wayne también, que esto también es importante. Su Batman es un Batman muy diferente a lo
visto hasta ahora en cine, un Batman más violento, despiadado y paranoico, muy
inspirado en el de Frank Miller –de hecho, le hace más de un guiño en la
película –y en el de los cómics originales. Una cosa muy criticada de la
película es que este Batman provoca muertes; sin embargo, como dijo Zack Snyder
en una entrevista reciente, se trata de muertes indirectas y hay que recordar
que, en sus inicios, Batman también mataba de una forma similar.
Sobre
el traje que lleva, me ha parecido muy bien. Siempre he dicho que el atuendo
que suele llevar Batman en los cómics es difícil de trasladarlo a las películas
porque, a diferencia de las viñetas, puede hacerle quedar ridículo. Sin
embargo, como el talentoso director que es, Snyder ha sabido solventar este problema
empleando un material que en ningún momento le hace parecer un disfraz y poniéndole un
gris más oscuro que apenas desentona con el negro de la capucha, la capa o los
guantes. En cuanto al Batmóvil, para mí está muy bien. La otra cara de la
moneda es el Batwing, cuyo diseño no termina de convencerme.
No
obstante, la gran pregunta es si este nuevo Batman me ha parecido mejor que el
Batman interpretado por Christian Bale. Pues bien, como ya he dicho, este nuevo
Batman me ha gustado mucho, me ha parecido un estupendo Batman y, de hecho, yo
lo colocaría entre los mejores hombres murciélagos cinematográficos. Sin
embargo, como he mencionado antes, Christian Bale dejó el listón muy alto y,
personalmente, para mí Bale continúa siendo el mejor Batman cinematográfico a
pesar de que este nuevo Batman ha hecho muchos méritos para quitarle el puesto.
Jesse
Eisenberg, quién da vida al villano principal, Lex Luthor, me ha encantado
mucho su trabajo en la película. El actor hace un papelón, digno de ser
nominado a un oscar. Otra cosa es el personaje, el cual me despierta
sentimientos contradictorios. Y es que me gusta cómo nos han presentado a este
nuevo Lex Luthor en plan genio millonario emprendedor, como el creador de
Facebook –a quién, precisamente, Eisenberg dio vida en el cine –y, durante la
mayor parte de la película, el personaje está muy bien. Sin embargo, en la
última parte el personaje evoluciona de una manera lamentable, convirtiéndose
en un desquiciado que recuerda más al Joker que a Luthor.
Aunque,
lo que más me ha rechinado del personaje es cuando, al final de la película, lo
meten en la cárcel y, como si de Auschwitz se tratase, le afeitan la cabeza. Así
vemos que el personaje no es calvo y que ese ridículo peinado que luce en la
película no es una peluca. No sé a los demás, pero a mí eso me sentó como una
patada en el estómago.
Otro
que hace también una gran interpretación en la película es Jeremy Irons, quién
está fantástico como Alfred a pesar de que me hubiera gustado que hubiera
tenido un poco más de presencia en la película.
Amy
Adams vuelve a esta estupenda como Lois Lane. Aunque, a diferencia de Man of Steel, aquí el personaje no
parece aportar mucho a la historia –la escena de la bañera para mí es lo más destacable de ella en la película –y da más la sensación de que, si la hubieran
suprimido del film, a penas se hubiera notado.
Sin embargo, hay otra fémina que ha salido menos que ella, pero ha destacado mucho más y ha brillado con luz propia pese a su corta aparición. Hablo, naturalmente, de WONDER WOMAN. He estado muchos años esperando ver a mi amada y admirada Wonder Woman en una
pantalla de cine y, con esta película, he cumplido mi sueño.
Y,
desde luego, el resultado no ha podido ser mejor. Esta Wonder Woman es fabulosa
y su presencia de lo más imponente, tanto en las escenas en las que aparece
como Diana Prince, como en la batalla final, cuando ya la vemos como Wonder
Woman con ese acertado atuendo. Casi se me saltan las lágrimas de emoción
cuando la veía pelear contra Doomsday y utilizar sus famosas armas; encima, con
esa fabulosa banda sonora que le ponen y que, desde luego, me encanta. Desde luego, ahora tengo más ganas que nunca de ver su película en
solitario el año que viene.
Sobre
la actriz que le da vida, Gal Gadot, me ha gustado mucho su interpretación y ha
demostrado con creces ser una muy buena elección para el personaje. Lo único
que raya todavía es el físico. Como ya he dicho, la actriz se puso muy en forma
para el papel y esto se nota; sobre todo, en las piernas. No obstante, aún se
la ve delgada para el papel; para poneos un ejemplo, cuando la vemos con un
vestido que deja la espalda al aire, se echa de menos esa espalda ancha que el
personaje luce en los cómics. Sin embargo, los logros de la actriz y lo logrado que está el personaje son virtudes suficientes para poder pasar estas cosas por alto. Para mi...
...WONDER WOMAN HA SIDO DE LO MEJOR DE LA PELÍCULA.
Por
lo demás, el resto del reparto hace un buen trabajo; unos mejor que otros, pero
todos están muy bien.
Ahora
vamos con las cosas malas estropean la película. Ya he mencionado algunas antes con los personajes, ahora vamos con las demás.
Si
hay algo que caracteriza a las películas de Batman
de Christopher Nolan o a Man of Steel,
es que estas tenían guiones excelentes, muy trabajados y, sobre todo, muy bien estructurados. El guión de esta película no es malo, que conste, pero si lo he
visto bastante mal estructurado y con varios fallos de ritmo que hacen que la
película, a ratos, se haga pesada. Especialmente, en la primera parte, ya que,
pese a su gran comienzo con las escenas de los créditos iniciales y la vibrante
secuencia de Metrópolis, la película luego tarda mucho en arrancar y, menos mal
que el enfrentamiento entre Batman y Superman es alucinante, porque la espera
hasta él se hace bastante interminable.
Luego,
pese a la larga duración, a la película le falta mucho metraje. Varios
personajes, como la senadora interpretada por Holly Hunter –quién hace un
excelente trabajo, por cierto –o la Mercy Graves interpretada por Tao Okamoto, están muy desaprovechados. Además de que hay varias subtramas en la película,
como la referente al personaje de Scoot McNairy, que quedan bastante inconexas.
La
forma en que Lex Luthor crea a Doomsday me parece muy cogida por los pelos.
Además, aunque este Doomsday es impresionante y su puesta en escena es muy
brutal, el diseño de la criatura –que parece una mezcla de los trolls de El Señor de los Anillos y las Tortugas
Ninja de Michael Bay –no termina de convencer del todo. Hay un momento en el
que el personaje cambia de aspecto, dándole una apariencia algo más asemejada a
su homólogo en los cómics, lo que hace que no entienda por que no le hacen
cambiar de aspecto una segunda vez y le dan un aspecto mucho más fiel.
Otra
cosa que no me ha convencido mucho es como Lex Luthor fuerza el enfrentamiento entre
Batman y Superman, extorsionando a este último teniendo a Martha Kent –de nuevo
una excelente Diane Lane –secuestrada. Yo recuerdo un guión que se filtró –que ahora
veo que es falso o una de sus muy primeras versiones –donde Luthor, utilizando
su mente brillante y sus influencias –manipulaba, no solo a la opinión pública,
sino a ambos superhéroes para forzar su enfrentamiento.
Eso
me parece mejor que lo de secuestrar a la madre de Superman. Al menos, esto nos
ofrece otra gran escena de la película, que es cuando, tras el enfrentamiento,
Batman acude a rescatarla y se enfrenta a los mercenarios de Luthor, encabezados por el
personaje de Callan Mulvey –que no es otro que Anatoli Knyazev, que en los cómics
es el alter ego de KGBestia –en una escena de acción brutal, espectacular,
adrenalítica y, sobre todo, muy comiquera, ya que vemos a Batman peleando de
una forma muy similar a los cómics; incluso la cosa culmina en una escena que
es un claro homenaje a El Regreso del
Señor de la Noche de Frank Miller.
Una cosa de la película que me ha fastidiado, y mucho, ha sido esa manía de dejar claro en todo momento que los lugares que son destruidos están deshabitados o desalojados. Sin duda, quieren evitar las críticas que recibió Man of Steel por la cantidad de personas muertas que dejaba la lucha entre Supermas y Zod. Algo que me jode mucho porque ha sido un acto de censura en toda regla.
Una cosa de la película que me ha fastidiado, y mucho, ha sido esa manía de dejar claro en todo momento que los lugares que son destruidos están deshabitados o desalojados. Sin duda, quieren evitar las críticas que recibió Man of Steel por la cantidad de personas muertas que dejaba la lucha entre Supermas y Zod. Algo que me jode mucho porque ha sido un acto de censura en toda regla.
Los
esperados cameos de Aquaman (Jason Momoa), Flash (Ezra Miller) y Cyborg (Ray
Fisher), como claro adelanto a la esperada adaptación de la Liga de la
Justicia, no están mal; pero creo que podrían haber sido algo mejor. Por
cierto, no hay escena post-créditos; yo me esperé hasta que terminaron
esperando algo y, al final, nada de nada. Sin duda, Warner y DC se quieren
distanciar mucho de Marvel Studios; aunque todo esto se lo estamos debiendo al
enorme éxito de Los Vengadores por
mucho que los fanáticos de DC se empeñen en negarlo.
Y
ese es el mayor defecto de la película. Como ya he dicho al principio, Warner
tiene prisa por confeccionar su universo compartido y eso le ha pasado factura
a esta película que, en mi opinión, debería haber venido precedida, además de
por Man of Steel, por una película en
solitario de Batman. Esto es algo bastante indignante, ya la Warner tuvo
oportunidad de haber hecho la Liga de la
Justicia en la década pasada con George Miller, pero se echaron atrás y
ahora van con prisas intentando alcanzar a sus rivales de Marvel, pese a que estos les sacan una gran ventaja.
Yo
ya he dicho muchas veces que no me posiciono en la ridícula guerra entre
fanáticos de Marvel y fananáticos de DC. Pero, de momento, en lo que a
universos compartidos se refiere, Marvel continúa teniendo la sartén por el
mango. Y lo tiene porque ellos tienen las ideas más claras y, sobre todo, han
estado muchos años preparando su universo; todo lo contrario que Warner, el mayor lastre que tiene DC. Pero, bueno, habrá que esperar a ver cómo
va evolucionando este nuevo universo de DC que, por lo menos, tiene a un talento
como Zack Snyder detrás. En verano nos llega Escuadrón Suicida, que pinta muy bien, y el año vienen las mencionadas películas de Wonder Woman y Justice League.
Bueno,
vamos resumiendo ya.
Como
ya he dicho, la película es muy buena. Zack Snyder ha hecho un excelente
trabajo como director, los actores están geniales en sus respectivos papeles, es
un buen planteamiento para Justice
League y el tan esperado enfrentamiento entre dos pesos pesados del cómic como
Batman y Superman ha estado a la altura. Es una película que, desde luego,
recomiendo.
Sin
embargo, tiene demasiados defectos que le impiden ser una película redonda y,
sobre todo, una obra maestra. Si tuviera que puntuarla, como máximo le daría un
8. Y es una pena, porque una película donde se juntan a dos personajes tan
icónicos del mundo comiquero debería haber sido de 10 o, por lo menos, de 9. Pero,
en fin, esto es lo que hay.
Eso sí, la película no se merece, ni de coña, las nefastas críticas que está teniendo y, desde luego, cada vez tengo más claro que los críticos están siendo de todo menos objetivos con esta película. Claro, que que se puede esperar de esta gente que en su día menospreció a Alfred Hitchcock o que puso a Superman Returns por las nubes.