Vamos
con una película que hace que se me salten las lágrimas al hablar de ella; y
no, precisamente, de emoción. Es que ni me molesto en escribir la sinopsis, la
cual he copiado directamente de Filmaffinity.
Patience
Philips (Halle Berry) trabaja como diseñadora gráfica para una empresa de
cosméticos, dirigida por el despótico George Hedare (Lambert Wilson) y su
esposa, la supermodelo Laurel (Sharon Stone). Se entera por casualidad de un
terrible secreto sobre un revolucionario producto de belleza que está a punto
de ponerse a la venta y es eliminada por unos sicarios. Sin embargo,
misteriosamente, vuelve a la vida con unas cualidades y una fuerza
extraordinaria. Se convierte entonces En "Catwoman" y prepara su
venganza con la ayuda de la enigmática Ophelia Powers (Frances Conroy). Pero su
doble vida complica su relación con el apuesto detective Tom Lone (Benjamin
Bratt).
De
todas las féminas que pueblan el universo de Batman, Catwoman es, sin duda, la
más famosa, e importante, de todas. Lo que la hace más interesante es que hay
una historia romántica entre ella y el hombre murciélago de por medio pero, a
la vez, los dos están a ambos lados de la ley, lo que les convierte en
antagonistas y amantes a la vez.
A
pesar de su importancia, esta antiheroína siempre tuvo un rol secundario en los
cómics. No obstante, la cosa cambió con el estreno de Batman Vuelve (Tim Burton, 1992), donde fue interpretada por una
muy sensual Michelle Pfeiffer. El éxito de la película hizo que su fama se
disparase hasta el punto de que, en 1993, protagonizó su propia serie de cómics
y pronto llamó la atención de la Warner, que puso, rápidamente, en marcha un
proyecto cinematográfico con ella de protagonista.
La película iba a ser dirigida por Tim Burton y contaría de nuevo con Michelle Pfeiffer de protagonista. Sin embargo, el proyecto se retrasó durante varios años. Las razones fueron las mismas por las que Burton tuvo que cederle la dirección de la tercera entrega de Batman a Joel Schumacher: el estudio encontraba su visión demasiado oscura y querían una película más alegre y colorida.
Tras varios años de tiras y aflojas, tanto Burton como Pfeiffer se cansaron de esperar y el proyecto quedó unos años en suspenso hasta que, en 2001, se decidió reactivarlo.
La
nueva actriz encargada de interpretar a la mujer gato era Ashley Judd, pero
esta acabó abandonando. Después llegó Nicole Kidman, pero duró menos tiempo que
Judd. Y así, fueron pasando actrices hasta que el papel recayó en Halle Berry,
cuya carrera había ascendido meteóricamente por aquella época tras ganar un
oscar.
Sobre el asunto interracial, cabe decir que no es la primera Catwoman negra que existe, ya que en la serie de Batman de los años 60 hubo una interpretada por Eartha Kitt. Así que aquí no me meto mucho; aunque, si me preguntáis mi opinión, yo siempre preferiré una Catwoman blanca, como en los cómics.
Por
otro lado, el elegido para dirigir el film fue el francés Jean-Christophe Coma,
más conocido como Pitof, supervisor de efectos especiales que había trabajado
en películas como Alien Resurrección
(Jean-Pierre Jeunet, 1997) o Asterix y
Obelix contra César (Claude Zidi, 1999) y que debutó en la dirección con la
genial Vidocq (2001).
Y
así llegamos a la película que ahora nos ocupa.
En
su día se anunció como un gran bombazo, pero las cosas no fueron así ni por
asomo. En la taquilla, los resultados no pudieron ser más desastrosos. Con un
presupuesto de 100 millones de dólares, la película solo hizo 40 millones en
EEUU y 42 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 82 millones
de dólares; ¡ni siquiera logró recuperar su presupuesto con la taquilla
mundial!
Pero
el desastre no solo se limita a lo económico, ya que la película recibió
críticas terribles. Pero no solo hablamos de los críticos profesionales. Las
malas críticas también vienen de la mayoría del público, que salió echando
pestes de ella y, sobre todo, de los fans de los cómics, que ocupan el lado de
los más indignados.
¿Y
qué opino yo de ella? Pues a eso es a lo que vamos.
Como
ya sabéis, mis opiniones sobre las películas son mías al 100% y no vienen
condicionadas por ningún factor externo; especialmente, las opiniones de los
críticos profesionales o la opinión general que hay en torno de un film. Más de
una vez he demostrado estar en desacuerdo con la opinión generalizada que hay
en torno a una película –el año pasado tenéis un buen ejemplo con Lucy –, porque yo cuando tengo una
opinión clara de una película no la cambio para quedar bien con los demás y no
parecer un bicho raro.
Sin
embargo, aquí se da uno de esos casos en los que mi opinión coincide
completamente con la opinión general. Porque la película es una soberana,
solemne y santísima…
…PUTA
MIERDA.
Una
película terriblemente mala, espantosa, desastrosa, infumable… y no continúo
con los adjetivos porque la vida es demasiado corta. Lo peor de todo es que destroza
uno de los mejores y más fascinantes personajes femeninos que ha dado el mundo
del cómic e hizo dar un paso atrás a las adaptaciones de cómic protagonizadas
por heroínas.
La
dirección es terriblemente nefasta; cuesta creer que el director de la
estupenda Vidocq esté detrás de este
engendro. Puede que el estudio le pusiera demasiados límites o que el tipo
gastara todo su talento como director en su primera película, pero el caso es
que su trabajo en este film es terriblemente torpe. Los momentos dramáticos y
la dirección de actores son totalmente planos y las escenas de acción resultan
hasta ridículas; encima, acompañadas de unos efectos especiales de los más
cutre, más propios de una mala película de serie B que de una superproducción
de 100 millones de dólares.
Sobre
el reparto, tres cuartos de lo mismo. Comenzando por su protagonista.
Para
mí, Halle Berry fue un error desde el principio. Aunque me gustan algunos de
sus trabajos, como cuando hace de Tormenta en la saga de X-Men o en algunas películas, como Operación Swordfish (Dominic Sena, 2001), la tía como actriz no es
santa de mi devoción y, desde luego, a pesar de su impresionante físico,
tampoco es de las que más me atraen. No me hizo ninguna gracia que terminara dando vida a
Catwoman pero, ya que lo hizo, al menos podía habérselo currado mejor en lugar
de hacer una mala parodia de la Catwoman de Michelle Pfeiffer, que fue la
impresión que a mí me dio.
Claro,
que no toda la culpa es suya. La nefasta dirección de actores no es que sacara
lo mejor de ella y, encima, la caracterizaron de una forma que daba pena, con
un traje más propio de una striper que de la mujer gato que todos conocemos.
Luego
está la mala, interpretada por una gran actriz como Sharon Stone. Me encantaría
decir que ella es lo más salvable de la película, pero, desgraciadamente, no es
así. Decir que en este film hace uno de sus trabajos más flojos es quedarse
cortos. Pero, lo peor, es que luce un aspecto horrible en toda la película, sin
resultar en ningún momento sexy ni sensual. Y eso que estamos hablando de uno
de los mayores sex symbols de la historia; alguien que con 57 años todavía hace
correr sudores fríos al personal. Indignante.
En
cuanto al resto del reparto, me tendrían que pagar para que hablara de ellos,
así que no me meto.
Y
vamos ahora con lo que es la cumbre en esta gran montaña de mierda:
EL
GUIÓN
Para empezar, olvidaos completamente de que esto es una adaptación
de cómic, porque lo único que esta bazofia tiene de Catwoman es el título y lo
único que tiene de los comics de DC es la mención que se hace de estos en los
títulos de crédito, porque aquí se los pasan completamente por el forro de los
cojones. Desde luego, decir que esto es una adaptación de Catwoman y de los
comics DC es, prácticamente, un insulto a estos.
Pero el guión no solamente falla en lo que a adaptación se refiere;
falla en todo lo demás. Personajes planos, insustanciales y de lo más estereotipados,
diálogos estúpidos que llegan a sobrepasar la vergüenza ajena, situaciones
ridículas cada dos por tres... Sin hablar de una trama que no hay por donde
cogerla. El guión es una puta basura se mire por donde se mire. Increíble que
los de la Warner se gastaran 100 millones de dólares en un guión tan malo como
este.
Y esto me resulta preocupante, porque por aquellos años hubo un
proyecto cinematográfico de Wonder Woman
escrito y dirigido por Joss Whedon –el mismo de Los Vengadores –, pero la Warner lo rechazó porque no les convencía
el guión También hubo un proyecto de adaptar Flash escrito y dirigido por David S. Goyer –el mismo que ayudó a
Christopher Nolan con sus películas de Batman –, pero también fue rechazado
porque a la Warner tampoco les convencía el guión. En cambio, si dieron luz
verde a un engendro como este.
Recuerdo que, en una entrevista, John Brancato y Michael Ferris,
guionistas de la película junto a John Rogers, afirmaron que escribieron una
gran cantidad de guiones diferentes, pero todos eran rechazados continuamente por
la Warner hasta que se quedaron con este que, visto lo visto, apuesto a que era
el peor de todos. Así que, una de dos: o los ejecutivos de la Warner –al menos,
los que estaban al frente del estudio por aquella época –tienen un gusto pésimo
o es que escogieron el peor guión con intención de sabotear su propia película.
Entre esta y Superman
Returns, han tenido mucha suerte de que Christopher Nolan se cruzara en su
camino, porque si no…
Una película tan mala que hasta da vergüenza ajena y que destroza
por completo a uno de los mejores personajes femeninos de los cómics. Años
esperando a que hicieran una película de Catwoman para que, al final, hicieran
semejante chapuza.
Desde luego, uno de los mayores errores que se ha podido cometer
es dejar que se hiciera un bodrio tan monumental como este. No hay ningún
argumento en el mundo que justifique la existencia de esta mierda.
La futura película que están preparando de Wonder Woman no solo debería
evitar tener esta basura como referente, sino que debería ternerla totalmente
vetada; estando prohibida hasta su más mínima pronunciación.
Demos gracias a que existe Christopher Nolan que, al igual que le
devolvió la dignidad a Batman con Christian Bale, también se la devolvió a ella
con Anne Hathaway. Y también demos gracias a Bruno Heller, que también nos ha ofrecido una estupenda Catwoman en sus orígenes en la serie Gotham muy bien interpretada por una estupenda Camren Bicondova.
No olvides también a Bruno Heller, quien también le devolvió la dignidad a la personaje en Gotham, siendo interpretada por Camren Bicondova, quien tranquilo, yo ya se que todavía no es Catwoman, pero al menos es Selina Kyle
ResponderEliminarTiene razón. Me había olvidado completamente de esta nueva Catwoman televisiva -porque es Catwoman, aunque todavía no haya cogido la personalidad, no te preocupes -que, aunque sea una niña de 15 años, ha demostrado ya ser mucho mejor Catwoman de lo que es esta.
ResponderEliminarAhora mismo actualizo el final de la review para hacer justicia
Y es muy bueno que en Gotham, si sea Selina Kyle
ResponderEliminarEso sobre todo. Porque lo de Patience Philips hace que hasta me salgan ampollas de sangre
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. He empezado a ver Gotham y hay personajes que están muy bien trabajados (no como la insoportable Fish Mooney de Jada Pinkett-Smith, que es insufrible). Sin embargo, Selina Kyle, Alfred, el Pingüino... no tienen nada que envidiarle a los personajes de Tim Burton.
ResponderEliminarRespecto a la peli de Catwoman... me gustó tanto que ni me acuerdo. Y no tengo intención de verla otra vez, la verdad...
Totalmente de acuerdo. Desde el primer capítulo, esa Fish Mooney me ha parecido un personaje de lo más prescindible. Una completa cagada de personaje; no entiendo como no se la cargaron en los primero capítulos.
ResponderEliminarSPOILER
A ella se la tenían que haber cargado y no ha esa chica que contrató para aparentar ser la madre de Falcone que, desde luego, valía más que ella.
/SPOILER