La película está compuesta por
cuatro historias.
En Solo otra Noche de Sábado, Marv (Mickey Rourke) se despierta en una
carretera en medio de lo que parece un accidente sin recordar cómo ha llegado
hasta allí. Poco a poco irá juntando las piezas en su alborotada cabeza hasta
descubrir que estaba persiguiendo a unos universitarios que estaban atacando a
un mendigo.
En Una Dama por la cual Matar, Dwight (Josh Brolin) trata de dejar
atrás su violento pasado trabajando como detective privado. Sin embargo, su
pasado regresa en la forma de Ava (Eva Green), una mujer fatal que fue amante
suya y le dejó una gran marca. Esta quiere escapar de su millonario y abusivo
esposo, Damien (Marton Csokas). Él al principio se niega, pero termina rendido
a los encantos de Ava y accede a ayudarla sin saber que se está metiendo en la
boca del lobo y que las intenciones de Ava son otras.
En La Larga Mala Noche, Johnny (Joseph Gordon-Levitt) es un joven
jugador que llega a la ciudad con intención ganarlo todo. Cosa que consigue, ya
que no hay juego que se le resista y gana una gran cantidad de dinero. Es
entonces cuando decide enfrentarse al senador Roark (Powers Boothe) –con quién
guarda un oscuro secreto –en una timba de poker y consigue ganarle. Sin
embargo, las consecuencias para él serán terribles.
Y en El Último Baile de Nancy, nos encontramos a Nancy Callahan (Jessica
Alba) cuatro años después de la muerte del Bastardo Amarillo y el suicido de
John Hartigan (Bruce Willis), quién sigue velando por ella en forma de
fantasma. Nancy se encuentra atormentada por la muerte de Hartigan y su única
obsesión es vengarse de Roark a toda costa; incluso a base de manipular a su
amigo Marv.
La secuela de Sin City (Robert Rodriguez y Frank
Miller, 2005) era una de las películas más esperadas y también una de las que
más se hicieron de rogar. Durante años no paraban de sonar rumores y noticias
que no llegaban a nada mientras la película no se terminaba de hacer y cada vez
se dudaba más de si terminaríamos viéndola a pesar de que Robert Rodriguez no
paraba de decir que la película era una realidad y que al final se terminaría
haciendo.
Finalmente, en marzo de 2012 se
anunció oficialmente su puesta en marcha junto con la secuela de Machete (Robert Rodríguez y Ethan
Maniquis, 2010), otro éxito del director mexicano. Originalmente, su estreno
estaba previsto para octubre de 2013, pero fue retrasado hasta agosto de 2014.
Varios actores de la primera
entrega, como Bruce Willis, Jessica Alba, Rosario Dawson o Mickey Rourke,
repetían en sus respectivos roles. Otros, en cambio, reemplazaban a actores de
la primera, Josh Brolin, Jamie Chung o Dennis Haysbert son los mejores ejemplos.
Mientras, nuevos actores se unían a la saga encarnando nuevos personajes, como
Eva Green, Joseph Gordon-Levitt, Juno Temple, Christopher Meloni, Ray Liotta y
hasta la cantante Lady Gaga.
Finalmente, la película se
estrenó, acabando con nueve años de espera ante una gran expectación. Ya que,
como he dicho, muchas eran las ganas de ver esta secuela y muchas eran las
expectativas puestas en ella.
Sin embargo, los resultados no
fueron, ni de lejos, los esperados. Con un presupuesto de 65 millones de dólares,
la película solo ha hecho 14 millones en EEUU y 25 millones más en el resto del
mundo, lo que significa una recaudación total de 39 millones de dólares, casi
lo que costó la primera entrega.
Tristísimo. Pero el fracaso de la
película no solo se limita a lo económico, ya que son muchos los fans de la
primera que han salido decepcionados de verla.
Rodriguez ya experimentó un
fracaso así con Machete Kills (2013),
la mencionada secuela de Machete. Sin
embargo, se esperaba mucho más de esta, ya que la primera Sin City es una película que gustó mucho y que a estas alturas es
ya toda una película de culto.
Dado que la película no tiene
fecha de estreno en España –y ya es evidente que no la va a tener –, he tenido
que arreglármelas para poder verla y saber si esta película ha fallado o, por
el contrario, se trata de una secuela incomprendida.
Una vez la he visto, debo decir
que, lamentablemente, la película tiene en parte justificado su fracaso y me
dispongo a decir por qué. Pero, vayamos por partes.
Yo estoy entre quienes esperaban
esta película como agua de mayo. Adoro los cómics de Sin City y la primera película me encantó y, de hecho, está entre
mis adaptaciones de cómic favoritas. Durante años no paraba de leer y escuchar
noticias y rumores relacionados con esta película esperando que la hicieran de
una vez hasta que, finalmente, el sueño se ha convertido en realidad.
Desgraciadamente, los resultados no han sido los esperados.
La película no es mala del todo; para mí aprueba. Sin embargo, si tuviera que puntuarla, le pondría una nota que oscilaría entre el 5 y el 6 porque, desde luego, no es una película que me haya entusiasmado tanto como lo hizo en su día la primera entrega. Mi sensación después de verla ha sido de una gran frialdad y, desde luego, espero que no llegue a estrenarse en España porque no es una película que valga la pena molestarse en ver en cines y yo, sin duda, tendría la obligación de ir solo por cumplir con la industria cinematográfica; eso sí, la vería con una pereza tremenda.
El gran fuerte de esta película
está en el apartado visual.
Visualmente, la película aprueba
con nota, ya que conserva el estilo comiquero de la primera y la dirección de
Rodriguez y Miller vuelve a estar muy acertada. Los efectos especiales cumplen
y el diseño de producción es magnífico, igual que en la primera película.
Sobre los actores, la mayoría de
los que repiten vuelven a hacer un buen trabajo, a la altura del primer film;
algunos, incluso, mejoran, como Mickey Rourke, que está mucho más metido en el
papel de Marv. Desgraciadamente, no todos vuelven a estar tan acertados. Uno de
ellos es –por mucho que me duela decirlo –mi admirado Bruce Willis que, aunque
no lo hace mal, su interpretación es bastante forzada y eso se nota.
En cuanto a los actores nuevos,
aquí sin ninguna duda se lleva el primer premio Eva Green, que está fantástica
en el papel de femme fatale, encarnando maravillosamente a su personaje, una
mujer que es el demonio en persona. Originalmente, el papel iba a ser
interpretado por Angelina Jolie, quién no dudo que hubiera hecho también un
gran trabajo. Pero, sin desmerecer a Angelina, debo decir que la película ha
salido ganando con el cambio, porque Eva Green es maravillosa, llena la
pantalla en todo momento y apenas le cuesta trabajo seducir al espectador. Una
joya y lo mejor de la película, sin ninguna duda.
Joseph Gordon-Levitt también está
genial y hace un estupendo trabajo. Juno Temple está inmensa a pesar de su
corta aparición. Jamie Chung consigue que no echemos de menos a Devon Aoki,
todo lo contrario que Dennis Haysbert, quién hace un buen trabajo, pero no
consigue hacer olvidar al tristemente fallecido Michael Clarke Duncan. Lo mismo
se podría decir de Josh Brolin, un estupendo actor, pero que aquí no está tan
acertado como en sus otros trabajos.
En definitiva, a nivel
interpretativo la película también aprueba, con menos nota que en el apartado
visual, pero aprueba.
Es en el guión donde la película
recibe un gran suspenso.
La primera película no necesitó ni
guión ni storyboard, ya que sus autores se limitaron a trasladar el cómic a la
gran pantalla; eso sí, supieron cómo hacerlo bien, porque eso no es tan fácil
como parece y, si se hace mal, al final la película da la misma sensación que
un museo de cera. En cambio, aquí si han necesitado un guión escrito por ellos
mismos y el guionista William Monahan –aunque, al final, solo es Miller quién
aparece acreditado –. Todo eso porque aquí tan solo han utilizado un par de
historias de los cómics y el resto son historias inventadas; cosa que no
entiendo, ya que el cómic está repleto de buenas historias para que tengan que
inventárselas.
Pero eso no es lo malo, porque
está bien que quieran expander el universo de Sin City, a eso no me opongo; de hecho, me gusta. El problema es
que lo han hecho de una forma un tanto pésima.
Las dos historias sacadas del
cómic, Solo otra noche de Sábado y Una Dama por la cual Matar son geniales.
Ambas historias están muy bien adaptadas y funcionan de maravilla. Hasta ahí
todo bien.
Las que fallan son las dos
historias inventadas: La Larga Mala Noche
y El Último baile de Nancy.
Argumentalmente, no están mal. Sin embargo, ambas han sido llevadas de forma un
tanto chapucera, con un guión que no aprovecha nada las virtudes de cada una y,
al final, terminan siendo de lo más insustanciales y contrastan una barbaridad
con las historias sacadas del cómic. Por no hablar de que da mucho la sensación
de que están metidas con calzador.
Así que, de una película
compuesta por cuatro historias, tan solo dos funcionan; y, una de ellas, tan
solo es una historia corta que sirve de introducción. Así, normal que la
película no funcione.
Desde luego, es una pena que,
después de nueve años esperando, la tan esperada secuela de Sin City haya sido tan decepcionante.
Peor aún si los artífices de la primera son los que están detrás de ella.
Yo tenía muchas ganas de que se
hiciera esta secuela. Pero, viendo el resultado, ahora pienso que mejor que se
la hubieran ahorrado y dejar a la maravillosa Sin City como una película totalmente autosuficiente.
Entre esta y la secuela de Machete, Robert Rodriguez está
últimamente que no levanta cabeza.
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