Este esperado reinicio
cinematográfico de las Tortugas Ninja ha sido una película muy polémica desde
su puesta en marcha allá por el 2009.
El hecho de reiniciar a unos
personajes que, sin duda, han marcado la infancia de mucha gente ya era de por
sí un elemento de desconfianza para muchos. Luego, si le añadimos que la
Paramount dejó el proyecto en manos de Michael Bay para producirlo, ya hizo que
saltaran las alarmas de mucha gente. Y luego cosas como la elección de Megan
Fox para ser April O´Neil o el diseño de las nuevas tortugas tampoco ayudaron
mucho.
Sin embargo, a lo que a mí
respecta, yo le tenía más fe a este proyecto. A diferencia de toda esta gente
de la que he hablado –la mayoría de ellos, los que se les conoce como
gafapastas –, yo no odio a Michael Bay, me gusta Megan Fox y el nuevo diseño de
las tortugas me convenció desde que salieron aquellas primeras imágenes filtradas.
Además, la película pintaba bastante bien en los numerosos tráilers, clips,
imágenes y Tv-spots con los que el estudio ha promocionado incansablemente este
film en las últimas semanas.
Como veis, no he querido
esperarme a que la película llegue a España el próximo 17 de octubre –y dudo
mucho que alguien lo haga; tan solo los que no les quede más remedio –y ya he
podido verla y puedo dar abiertamente mi opinión sobre ella.
Pero vayamos por partes.
La ciudad de Nueva York está
siendo asolada por una organización criminal conocida como el Clan del Píe.
April O´Neil (Megan Fox), una intrépida reportera que desafía a la cadena donde
trabaja, el Canal 6, la cual la tiene haciendo simples reportajes
sensacionalistas, sigue los pasos de este clan y, una noche, durante un golpe
en los muelles, es testigo de cómo un misterioso vigilante asalta a los
criminales y desaparece en la sombra. Pero, al contarlo en su trabajo, nadie la
cree. Más tarde, siguiendo de nuevo los pasos del clan del píe, es cogida como
rehén junto a muchas otras personas en una estación de metro. La intención del
clan, liderado por Karai (Minae Noji), lugarteniente de Shredder, el misterioso
líder de la organización, es hacer que el justiciero salga a la luz y acabar
con él. Pero ella y todos los miembros del clan se ven sorprendidos por varios
justicieros.
April logra seguirlos hasta una
azotea y allí descubre que estos justicieros son cuatro tortugas mutantes que
hablan y luchan como ninjas. Su sorpresa es mayor cuando descubre que estas
tortugas tienen que ver con su pasado y el de su padre, un científico que
falleció cuando el laboratorio donde trabajaba en una cura milagrosa se
incendió. Trata de advertir a su jefa, Bernadette Thompson (Whoopi Goldberg),
pero esta no la cree y la despide. Tan solo encuentra el apoyo de su compañero,
Vernon Fenwick (Will Arnett), aunque este tampoco cree su historia. Entonces,
decide hablar con Eric Sacks (William Fichtner), el que fuera socio de su
padre, quién le ofrece su ayuda. Finalmente, las tortugas se ponen en contacto
con ella y la llevan a su guarida en el subsuelo de la ciudad ante su padre
adoptivo y maestro, Splinter (Danny Woodburn), una rata mutante. Este le revela
a April sus verdaderos orígenes y el papel que jugó ella en el pasado para su
supervivencia. También le revela que Sacks no es la persona que dice ser y que
guarda un terrible secreto relacionado con Shredder.
Las Tortugas Ninja nacieron en un
cómic creado por Kevin Eastman y Peter Laird en 1984 como parodia de varios
cómics de Frank Miller. Poco a poco, se fueron haciendo populares dentro del
mundo del cómic. Aunque, su gran fama mundial entre el gran público llegó en
1987, gracias a una serie de animación ya mítica emitida por la CBS hasta 1996.
Su salto a la gran pantalla no se
hizo esperar. Este se produjo en 1990, en una película dirigida por Steve
Barron que fue un éxito enorme, con más de 200 millones de dólares recaudados
en todo el mundo, y a día de hoy es un pequeño clásico del cine de superhéroes.
A esta película pronto le siguieron dos secuelas, una dirigida por Michael
Pressman en 1991 y otra escrita y dirigida por Stuart Gillard en 1993, pero
ninguna estuvo a la altura en éxito ni en calidad a su predecesora.
Tendrían que pasar muchos años
para volver a ver a las Tortugas Ninja en el cine, esta vez en forma de
película de animación 3D, con TMNT
(2007), escrita y dirigida por Kevin Munroe, que era como una continuación de
las películas en acción real.
Ahora nos llega este reboot que
mezcla acción real y animación CGI realizada con motion capture y que, como ya
he dicho antes, produce Michael Bay a través de su compañía, Platinum Dunes, y
le dejó la dirección a Jonathan Liebesman, director de, entre otras, Battle: Los Angeles (2011) o Ira de Titanes (2012). Aunque, lo que
más sorprendió fue la elección de Megan Fox para dar vida a April O´Neil cuando
ellos llevaban un tiempo enemistados.
Lo que ocurrió es de sobras conocido.
Ella, tras hacerse mundialmente famosa de la mano de Bay en Transformers (2007), volvió a trabajar
con él en la secuela, Trasnformers: La
Venganza de los Caídos (2009), tras la cual hizo unas duras declaraciones
contra el director, al que comparó con Hitler por su modo brusco y autoritario
a la hora de rodar, y esto a Bay no le hizo mucha gracia.
Megan estuvo un tiempo implicada
en la tercera entrega, Transformers: El
Lado Oscuro de la Luna (2011), incluso salieron unas imágenes donde se la
veía en el set de rodaje. Sin embargo, terminó saliendo bruscamente de la
producción y fue reemplazada por Rosie Huntington-Whiteley. Las razones de su
marcha no están claras del todo. Oficialmente, fue despedida al estar demasiado
delgada y se negó a engordar para el papel –aunque, el que luego contrataran
como sustituta a una modelo de Victoria´s
Secret, para mí echa un poco por tierra esta teoría –, mientras otros dicen
que fue ella la que abandonó al no querer volver a someterse a las órdenes de
Bay. Hay también otras teorías de lo más absurdas que dicen cosas como que Bay
la acosaba sexualmente o que fue Steven Spielberg –productor ejecutivo de la
saga –quién hizo que la despidieran ya que, como judío, no le gustó que ella
comparara a Bay con Hitler.
El caso es que ella y Bay se
distanciaron y parecía que ya nunca más iban a volver a trabajar juntos y que su
relación era ya irreconciliable.
Sin embargo, en febrero del año
pasado, Bay sorprendió a todo el mundo publicando muy entusiasmado en su blog
que Megan Fox volvía a la familia el mismo día que salió la noticia de que ella
se incorporaba al reboot de las Tortugas Ninja para dar vida a April O´Neil;
prueba de que los dos se habían reconciliado. Además, con la noticia del fichaje
de Fox, el proyecto, que había estado unos años dando tumbos, fue tomando forma
hasta quedar listo para estrenarse por estas fechas.
Como ya he dicho, esta película
fue mal recibida desde el mismo momento de su concepción y no ha parado de
recibir críticas e insultos en todo momento. Cosas como el nuevo diseño de las
tortugas, el hecho de que sean CGI o hasta el tema principal de la banda
sonora, el rap Shell Shocked, no han
parado de recibir hostias día sí y día también. Hasta Megan Fox –blanco también
de muchas de esas críticas –se ha mostrado muy molesta con este asunto y, en
una entrevista no hace mucho, no pudo resistirse y volvió a sacar a relucir esa
boquita que tan mala fama le dio hace cinco años afirmando que a los que no les
guste la película “les follen”.
Y, la verdad, yo le doy la razón. Vale que las formas que utilizó no fueron las adecuadas, pero es que ya me cansa esta gente que se dedica a machacar las películas sin haberlas visto aún. Una cosa es que una película no les pinte bien y les de malas vibraciones y otra es juzgarla y tacharla directamente de bodrio sin haberla visto aún. Además, nadie menciona que ella esta vez ha utilizado sus malas formas para defender su película y a la gente que ha trabajado con ella; todo lo contrario que en 2009.
Pero, bueno, dejemos a un lado todas estas cosas y vamos con la película.
Para empezar, le está yendo bastante bien en taquilla. El fin de semana de su estreno sorprendió recaudando solo en EEUU la friolera de 65 millones de dólares, cifra que superaba las previsiones que le daban los expertos. A día de hoy lleva ya recaudados 89 millones de dólares en territorio estadounidense a los que hay que unir 28 millones más recaudados en el resto del mundo, por lo que su recaudación global asciende a 117 millones de dólares; muy cerca de los 125 millones de su presupuesto. La Paramount se ha visto tan satisfecha con estos resultados que, rápidamente, ha confirmado la secuela para 2016.
Por otro lado, el público la ha
recibido medianamente bien y, como era de esperar, la crítica la está
pulverizando.
¿Y qué opino yo? Pues a eso
vamos.
Como ya he dicho, yo tenía
bastante interés en esta película. Es cierto que al principio no me atraía
mucho una nueva película de las Tortugas Ninja en estos tiempos. Pero, poco a
poco, me fui interesando por ella. Y, como ya sabéis, me gusta mucho Megan Fox
y la noticia de su fichaje multiplicó por mil mi interés en el film.
A mí me gustan mucho las Tortugas Ninja. Como la mayoría de gente de mi generación, he crecido con ellas; hasta hicieron que me aficionara por la pizza. Mi primer
contacto con estos persojes fue con la famosa serie animada de los 80. Después,
he leído muchos cómics suyos y, sobre todo, he visto las películas.
La primera película, Las Tortugas Ninja (Steve Barron, 1990)
me gusta mucho. No es un film brillante ni una obra maestra, pero es un film
muy apreciable, muy bien hecho y, sobre todo, es un clásico de mi infancia que
he debido ver ya miles de veces.
La segunda película, Tortugas Ninja II: El Secreto de los Mocos
Verdes (Michael Pressman, 1991) contó con un presupuesto mucho mayor y, de
hecho, técnicamente es bastante superior a la primera. Sin embargo, aunque su
comienzo es bueno, el resultado final es una verdadera mierda que solo consigue
aburrir y abochornar. Eso si, como ocurrió también con Superman IV: En Busca de la Paz (Sidney J. Furie, 1987), la
disfruté mucho en su día viéndola con mis ojos infantiles y me gustó hasta que
empecé a hacerme mayor.
La tercera película, Tortugas Ninja III (Stuart Gillard,
1993), esa es mejor olvidarla. Si la segunda era mala, esta fue aún peor. Al
menos, la segunda estaba bien hecha técnicamente, pero este film es de lo más
cutre en todos los sentidos y hasta resulta muy insoportable de ver. Lo peor es
que se desaprovecha una interesante historia donde las tortugas y April viajan
en el tiempo hasta el Japón del siglo XVII.
La cuarta película, el film animado TMNT (Kevin Munroe, 2007), recuerdo que me resistí mucho tiempo a verla, ya que, aunque la animación estaba muy lograda, el diseño de las tortugas y los demás personajes no era muy bueno y le daban un aspecto demasiado infantil, cosa que me echaba para atrás. Sin embargo, tras animarme a verla, terminó gustándome mucho; incluso más que la película de 1990.
Y ahora toca la película que nos ocupa, la cual he podido ver en cuanto me he hecho con una copia decente que me permite poder analizarla bien.
Como ya he dicho, yo le tenía fe a la película y todo el material visto hasta ahora me daba buenas vibraciones. Eso sí, tampoco me hice una expectativas muy altas y no me esperaba ni de lejos una obra maestra ni un film memorable.
Pues bien, tras haber visto la película, puedo decir que mis expectativas no se han visto defraudadas y la película me ha gustado. Tal y como me esperaba, no es ninguna obra maestra, ni un film brillante, pero he disfrutado mucho viéndola y me he divertido mucho, ya que la película tiene muy buenos golpes de humor; la mayoría de ellos servidos por Michalangelo.
A nivel técnico y visual, la película tiene una factura impecable, eso no se puede negar. Con un gran presupuesto y un gran despliegue de medios a sus espaldas, su diseño de producción es realmente fascinante y los efectos especiales son de lo más logrado.
Las tortugas están muy bien hechas. Como ya he dicho, su nuevo diseño me convencía, pero faltaba verlas actuar en la película. Ya se las había podido ver un poco en los tráilers, clips y Tv-spots, pero es viendo la película entera cuando de verdad aprecias todo eso. Y, desde luego, cumplen a la perfección. Sus gestos, sus movimientos y su forma de interactuar con los personajes reales resultan de lo más realistas y a penas cantan nada. Además, aunque los gafapastas y los detractores de la película dirán lo contrario, son personajes con mucha personalidad y llegas a creerte que son personajes reales y no seres generados por computadora. Desde luego, la motion capture hace maravillas.
La rata Splinter también está muy
lograda y me gusta mucho como se mueve, como lucha y como utiliza su cola como
si de un tentáculo se tratara. Lo único que no me convence es, a diferencia de
las tortugas, su diseño, el cual no es malo del todo, pero no termina de
satisfacerme del todo. Aún así, esto se compensa al ver interpretar al
personaje.
En cuanto a la nueva armadura de Shredder,
resulta bastante aparatosa al principio, pero luego termina convenciendo cuando
la ves en plena lucha.
A pesar de que se nota su mano
como productor, Michael Bay no se adueña de la película como muchos temían y no
llega a encumbrir el eficiente trabajo de su director, Jonathan Liebesman,
quién hace un buen trabajo a lo largo de todo el film. Liebesman es uno de esos
directores que no pasarán a la historia como un gran cineasta, pero es un tipo
muy competente y sabe hacer un buen trabajo cuando el material que le dan es
bueno. Y, en esta película, lo es. Sobre todo, en las secuencias de acción, que
son de lo más espectaculares y muy bien filmadas.
Especial mención requiere la que,
para mí, es la secuencia estrella de la película, la persecución en la nieve,
un momento de lo más espectacular y trepidante, con unos buenos movimientos de
cámara y unas logradísimas secuencias de lucha y acrobacias. Otros momentos
brillantes son el asalto a la guarida de las tortugas, donde podemos ver el
enfrentamiento entre Splinter y Shredder, el cual es de lo más brutal, o la
espectacular pelea final en la torre.
En cuanto al guión, desde luego
no es el punto más fuerte de la película. Es bastante simplón y, además, tiene
algunos fallos. Pero, aún así, no es malo del todo y cumple su cometido.
Sobre como han respetado la
historia y la mitología de las Tortugas Ninja, a eso voy ahora. Aunque, para
hacerlo, antes tengo que destripar el argumento de la película.
ATENCION. Advierto que
lo siguiente contiene SPOILERS de lo más reveladores. Quién no haya visto la
película aún que se abstenga de leer esta parte o lo haga bajo su total
responsabilidad.
Aquí nos encontramos con que las
tortugas y Splinter eran sujetos de laboratorio en un proyecto científico, el
Proyecto Renacimiento, dirigido por Eric Sacks y el padre de April O´Neil que
consistía en administrarles los mocos verdes, los cuales se menciona que son de
origen extraterrestre, con intención de buscar una cura para todas las
enfermedades. Pero, cuando descubrió los perversos planes de Sacks con Shredder,
el padre de April quemó el laboratorio y destruyó todo el trabajo antes de ser
asesinado por Sacks.
Pero April, que era una niña por
entonces –el año 1999 –, salvó a las tortugas y a Splinter del incendio y las
liberó en las alcantarillas, donde sobrevivieron y se convirtieron en lo que
son a causa de los efectos mutantes de los mocos verder. Ella, que pasaba mucho
tiempo en el laboratorio, solía jugar con ellas, les daba de comer pizza a
escondidas –de ahí la afición de las tortugas por esta comida –e, incluso, fue
ella quién les puso los nombres de autores renacentistas por un libro del
renacimiento de su padre.
En las cloacas, Splinter cría a
las tortugas como si fueran sus hijos y les enseña artes marciales que aprende
de un libro que encuentra. Muchos dicen que esto es muy difícil de creer; pero,
vamos, también es difícil de creer que Splinter las aprendiera observando a su
amo desde una jaula siendo solo una simple rata sin mutar.
En cuanto a Shredder, no es el
personaje de Eric Sacks, tal y como se dijo. Este es tan solo el pupilo del
verdadero Shredder, quién acogió a Sacks cuando este, hijo de un militar
americano destinado en Japón, se quedó huérfano tras la muerte de su padre en
Vietnam. El verdadero Shredder, interpretado por Tohoru Masamune, aunque no se
le ve la cara en ningún momento, es japonés, lo que espero que acalle a los que
tanto han criticado que en la película el gran enemigo de las tortugas no es
oriental.
Se podría decir, que con Shredder
nos dan la fórmula de Iron Man 3 a la
inversa; lo cual está muy bien
Fin de los SPOILERS; ya
podéis leer con tranquilidad.
La historia ha sido cambiada, no
lo voy a negar. Sin embargo, aún así sigue siendo fiel a la mitología de los
personajes. Las tortugas y Splinter siguen siendo mutantes a causa de los mocos
verdes, los cuales también en la película son de origen extraterrestre –a eso
es a lo que se refería Michael Bay en aquellas declaraciones que tanta polémica
provocaron al hacer creer a los fans que las tortugas iban a ser extraterrestres
en lugar de mutantes –.
Además, aunque tengan un aspecto
diferente, las tortugas siguen siendo las mismas. Todas tienen sus respectivos
colores, usan las mismas armas y, sobre todo, tienen la misma personalidad.
Leonardo sigue siendo el líder del grupo. Donatello sigue siendo el científico
y cerebro del grupo. Michelangelo, a quién debemos los momentos más cómicos,
sigue siendo el más payaso e irresponsable del grupo. Y Raphael sigue siendo el
duro del grupo, rebelde y solitario, pero fiel a sus hermanos. Raphael siempre
ha sido mi favorito de los cuatro y en la película me gusta mucho como ha
quedado.
Y en cuanto al tema de Shredder,
pues eso. Hay que esperarse a ver la película antes de criticarla sin tener ni
puta idea, porque no hay que esperar mucho para ver que esos temores infundados
no son ciertos. Lo más criticable sería la armadura, la cual tiene mucha
parafernalia, como ya he dicho, pero el personaje, aunque no comparta historia
con Splinter, sigue siendo prácticamente el mismo.
Pasando a los personajes humanos,
aquí el protagonismo recae exclusivamente en April O´Neil.
Ya he dicho que esta chica me
gusta mucho, aunque reconozco que sus cualidades interpretativas suelen ser limitadas;
aunque no completamente nulas, como dicen su detractores. Aún así, ella suele tomarse
en serio los papeles que interpreta y siempre intenta hacerlo lo mejor posible;
todo lo contrario que otras actrices malas que son sobrevaloradas, como la
siempre pésima Penélope Cruz, que ni tan siquiera hacen un mínimo esfuerzo y casi siempre parece que hacen del mismo personaje.
Además, se nota que ha ido mejorando a lo largo de los años.
Y en esta película está muy bien.
A parte de aportar su inmensa belleza al personaje y darle un toque de lo más
sexy, también le da bastante frescura, simpatía y carisma. Además, su faceta de
heroína, heredada de su papel en Transformers,
le viene muy bien para resultar creíble dando vida a alguien que no duda en
meter las narices en todos los fregados y que tiene el valor suficiente para
plantar cara a alguien como Shredder a pesar de que no duraría ni dos segundos
contra él. Para mi hicieron una muy buena elección con ella.
Por lo demás, Will Arnett no está mal como Vernon Fenwick, haciendo un buen trabajo en toda la película. William Fichtner está genial en su papel de Eric Sacks y, desde luego, se le da muy bien hacer de malo. También merece especial mención Minae Noji como Karai, la lugarteniente de Shredder al frente del Clan del Píe; aunque, sinceramente, yo hubiera preferido más a alguien como Kelly Hu o Michelle Yeoh en este papel.
Ahora vamos con las cosas malas.
La película se desarrolla bien,
va directa al grano y el ritmo nunca decae. Lo malo es que se hace demasiado
corta. Su duración es de 101 minutos, pero parece que has visto una película de
80 minutos o menos. Ese es su mayor problema porque, cuando una película se
hace muy disfrutable, por muy larga que sea, el tiempo se pasa volando y a
penas se hace larga. Ese es el caso de esta película, que con una duración de
120 minutos o más a penas hubiera importado.
Desde luego, fue un error hacer
que se redujera la duración del film –seguramente, por exigencias del estudio –,
porque hay un montón de cosas que cortaron en el montaje final, muchas escenas
que se vieron durante el rodaje –como esa de April y Raphael en un parque con
gente disfrazada de personajes infantiles, como Dora la Exploradora –y que al final no salen.
Además, hay personajes que
podrían haber tenido más presencia, como la jefa de April, interpretada por la
siempre estupenda Whoopi Goldberg, que solo sale en un par de escenas. Lo mismo
que el personaje de Abby Elliot, el cual se decía que iba a ser Irma
Langinstein, pero al final es la compañera de piso de April, llamada Taylor.
Vamos resumiendo ya.
Como ya he dicho, la película me ha gustado. Es una película para pasar el rato, solamente; pero un rato de lo más agradable. Desde luego, he disfrutado mucho viéndola y me lo he pasado muy bien con estas nuevas tortugas. Ya tengo ganas de verla de nuevo y, seguramente, iré a verla al cine cuando la estrenen en España allá por mediados de octubre.
Como adaptación, para mí, a pesar de los cambios en la historia, han hecho justicia con las Tortugas Ninja, las cuales he encontrado de lo más logradas y su diseño me convence, dándome completamente igual que les hayan puesto nariz y labios, que vayan cargadas de accesorios, que parezcan negros de Harlen o demás tonterías por la que muchos están tachando este film de sacrilegio, acusando a Michael Bay de robarles su infancia.
Yo, como alguien que ha crecido con las Tortugas Ninja, recomiendo esta película abiertamente.