Llegué a creer que no iba a poder ver esta película antes de que acabase el año, ya que varios problemas han impedido que pudiera verla antes.
Sin embargo, por fin he podido ver esta película, la segunda parte de las tres en que se divide la adaptación que Peter Jackson ha realizado de El Hobbit. Así que, para acabar el año, ya puedo dar mi más clara opinión sobre ella.
Pero, vayamos por partes.
Bilbo Bolsón (Martin Freeman)
continúa el viaje hacia Erebor junto al mago Gandalf el Gris (Ian McKellen) y
los trece enanos liderados por Thorin (Richard Armitage). Tras ser salvados por
las águilas, llegan a la casa de Beorn (Mikael Persbrandt), un hombre con la
capacidad de transformarse en oso, donde pasan la noche. Después llegan al
Bosque Negro, donde Gandalf se separa de ellos una vez más. Dentro del bosque,
los enanos son capturados por arañas, pero Bilbo consigue ayudarles a escapar
con ayuda de su daga, Dardo, pero son apresados de nuevo, esta vez por un
batallón de elfos pertenecientes al reino de Thranduil (Lee Pace) que están
liderados por Legolas (Orlando Bloom), el hijo de Thranduil, y Tauriel
(Evangeline Lilly), una bella guerrera elfa protegida del rey. Los enanos son
encarcelados y Thorin es llevado ante Thranduil, que les propone dejarles ir a
cambio de que le entregue unas valiosas gemas que forman parte del tesoro de
Erebor. Pero Thorin no perdona al rey elfo el no prestarles ayuda cuando fueron
atacados por el dragón Smaug (Benedict Cumberbatch) y rechaza la oferta, por lo
que es encarcelado también. Pero Bilbo, ayudado por el anillo que encontró en
la caverna de Gollum, evita ser capturado por los elfos y ayuda a los enanos a
escapar del reino a través del rey montados en barriles. Los enanos son
perseguidos por los elfos y están a punto de ser capturados de nuevo, pero en
esos momentos aparece una legión de orcos liderada por Bolgo (Lawrence Makore),
el hijo de Azog (Manu Bennett), a quién su padre encomienda la persecución de
Thorin tras ser reclamado en Dol Guldur por el Nigromante.
Mientras, Gandalf investiga junto
a Radagast el Pardo (Sylvester McCoy) las tumbas de los Nazgûl, descubriendo
que estos ya no se encuentran en ellas, lo que significa que han sido
convocados y solo hay alguien que puede convocarlos. Tras hacer que Radagast se
marche para contarle a Galadriel lo que ha descubierto, el mago gris se adentra
solo en Dol Guldur, cayendo en una emboscada de orcos encabezados por Azog.
Ganfalf intenta escapar, pero es encontrado por el Nigromante quién, tras un
enfrentamiento, lo derrota y lo captura. Es entonces cuando Gandalf descubre la
verdad sobre el Nigromante y comprueba horrorizado que sus terribles sospechas
son ciertas. Encerrado en una jaula, el mago contempla como un ejército de
orcos marcha hacia Erebor.
Como ya sabemos bien, la saga
comenzó hace un año con El Hobbit: Un
Viaje Inesperado (2012), ahora continúa con la película que nos ocupa y el
año que viene finalizará con el estreno de El
Hobbit: Partida y Regreso (2014); título que, por cierto, tenía esta
película cuando la adaptación constaba solo de dos films.
Como ocurrió con su predecesora,
la película está haciendo una excelente taquilla, habiendo recaudado 190 millones
de dólares solo en EEUU y 424 millones a nivel mundial, haciendo un total de
614 millones de dólares. No hay duda de que va a ser otro éxito enorme; puede
que algo inferior al de la primera por la pérdida del impacto inicial, pero un
éxito en toda regla. Además, cabe decir que está siendo mejor recibida por
crítica y público que su predecesora
¿Y qué me ha parecido a mí? Pues a
eso voy ahora mismo.
A mí la película me HA ENCANTADO.
Me ha parecido un film excelente, disfrutable de principio a fin y que deja con
muchas, muchísimas, ganas de mas al final. Incluso ahora me alegro de que se
hayan hecho tres películas porque me entusiasma saber que todavía queda una
película más; aunque haya que esperar otro año para verla.
Y es que Peter Jackson está
haciendo de nuevo un excelente trabaja en este regreso a la Tierra Media. No
tan acertado como cuando hizo la trilogía de El Señor de los Anillos, ya que aquí comete algunos fallos, pero un
trabajo excelente de todas formas.
Desde luego, esta secuela es muy
superior a su predecesora, la cual también me encantó. Porque recuerdo que yo
no soy de las personas que se sintieron decepcionadas con la primera, todo lo
contrario. A mí la primera me encantó y ya lo dejé bien claro en este mismo
blog. Y esta secuela me ha encantado mucho mas, algo que ya me esperaba. No
solo es más espectacular, vibrante y épica que la primera, sino que hasta
corrige muchos de los fallos de esta.
La primera película tenía pequeños defectos, pero había dos grandes en especial. Uno era el hecho de adaptar una novela de 300 páginas en tres películas de casi tres horas cada una, lo que obligaba a estirar la historia como si fuera un chicle y a meter mucho material de relleno. Otro problema era a nivel visual, ya que el nuevo formato de 48 fps hacía que se notara más el contraste entre los efectos especiales físicos y los realizados por CGI.
Pues bien, esta película ha mejorado mucho estos aspectos. La sensación de estiramiento es muchísimo menor, llegando casi ni a notarse, todo gracias a un ritmo excelente que nunca decae y una muy lograda estructuración de la historia. Y visualmente la cosa también mejora mucho; se nota que Jackson y los de efectos especiales supieron ver los defectos en la anterior y aquí los han mejorado, tal y como predije.
La película es sensacional. Ya
desde la primera escena la historia engancha y ya no suelta hasta que salen los
títulos de crédito finales. Todo es una sucesión de momentos impresionantes,
como la llegada a la casa de Beorn –un Beorn muy logrado, tanto en su versión
oso como en su versión humano –, la entrada en el Bosque Negro, la escena de
las arañas, la fuga por el río en barriles, el enfrentamiento de Gandalf contra
el Nigromante o el momento estrella de toda la película, el enfrentamiento
contra Smaug, que es sin duda escena del año.
El dragón Smaug es una auténtica
maravilla. A parte de estar muy bien hecho técnicamente, es una bestia
impresionante, amenazadora y de lo mas aterradora, como una especie de Hannibal
Lecter gigante; se me erizaba la piel con solo oírle hablar a pesar de que
todavía no la he visto en V.O. para escuchar la voz de Benedict Cumberbatch,
que este año ha interpretado a dos villanos excelentes sin contamos su
personaje en Star Trek Into Darkness.
Sin duda, este Smaug es la gran revelación de esta trilogía, como Gollum lo fue
de la de El Señor de los Anillos.
A nivel interpretativo, los actores que repiten siguen haciendo el buen trabajo que hacían en el primer film.
Sobre los nuevos actores que se incorporan a la saga, quién más destaca es sin duda Evangeline Lilly, actriz que se hizo famosa por su papel Kate Austen en la serie Perdidos y que aquí da vida a la elfa Tauriel, un personaje que no aparece en ninguna novela de Tolkien y que ha sido inventado por Jackson para la gente como yo, que siempre hemos echamos de menos ver más chicas guerreras en esta historia. Lilly se sale en todo momento, ensombreciendo constantemente al mismísimo Legolas, tanto en las escenas de acción –donde se desenvuelve muy bien –como en los momentos dramáticos. Además, me gusta la rollo que tiene con el enano Kili y algo que encuentro bastante interesante; en El Señor de los Anillos teníamos una historia de amor prohibido entre un hombre y una elfa y aquí podríamos tener algo parecido con una elfa y un enano –aunque esta puede tener un final trágico –.
Otro de los nuevos que también me ha gustado mucho ha sido Luke Evans, que está genial como Bardo –personaje que va a adquirir mucho más protagonismo en la nueva entrega –y no me olvida también del siempre estupendo Stephen Fry, que aquí da vida al corrupto gobernador de Esgaroth y que, como siempre, hace un gran trabajo.
Vamos resumiendo.
La película es muy buena,
EXCELENTE. Me ha encantado, he disfrutado enormemente viéndola y tengo unas
ganas enormes de volver a verla. En este 2013 tan lleno de decepciones –una de
ellas, Pacific Rim, lo que hace que
sea más triste el que Guillermo del Toro se marchara de este proyecto –, es
agradable ver que esta película no solo ha cumplido, sino que hasta ha superado
las expectativas.
Una de las mejores películas del
año, sin duda. Sigue sin estar a la altura de las películas de El Señor de los Anillos, ya que es muy
difícil igualar a esos tres peliculones, pero se le acerca mucho.
De nuevo, Peter Jackson vuelve a
dar en la diana y demuestra que no hay nadie mejor que él para llevar el
universo de Tolkien al cine.
Hola Axa, aun no me he visto la peli, quiero verla en 3D para disfrutarla mejor.
ResponderEliminarDe paso te deseo todo lo mejor para este 2014 y que tus proyectos prosperen.
Abrazos
Muchas gracias, Alejandra.
ResponderEliminarSobre la película, yo desde luego te la recomiendo, es muy buena
Buenísimo tu blog! Te sigo y estaré al tanto de tus recomendaciones. Saludos =) Traffic Club- De luces y sombras
ResponderEliminarMuchas gracias, Soledad
ResponderEliminarAntes de nada, para Alejandra por si aún llego a tiempo: o la veas en 3D. No vale la pena. El efecto no está nada pulido y oscurece mucho la película.
ResponderEliminarBuen análisis. Creo que has sido más benévolo que yo. A mi el hecho de tantos añadidos que o existían en el libro me molestan bastante (como adaptación, no como película)
TRAFFIC-CLUB
OCIO EN POCAS PALABRAS
Bueno, cada uno tiene su opinión; yo, desde luego, respeto la tuya
ResponderEliminarHolaa AXA! A mi la verdad y un poco en secreto, no me gustó tanto como esperaba ésta peli. me pareció un poco enrollada y el recorte abrupto del final, tener que esperar no se cuantos años ootra vez para poder ver la siguiente parte, me aburre en demacía. Saludooos. Traffic-Club Jabonix Arte Sano
ResponderEliminar