Pacific
Rim era una película que he esperado con muchas ansias y gran
entusiasmo. Primero porque era el regreso de Guillermo del Toro a la
dirección después de cinco años y, segundo, porque trata un tema
que a mi me interesa mucho, ya que soy alguien que ha crecido viendo
un sin fin de películas y series de monstruos japonesas y robots gigantes a las que este film hace un homenaje.
En un
futuro muy cercano, la Tierra es atacada por unas monstruosas
criaturas gigantes, los Kaijus, provenientes de un portal
interdimensional en el fondo del océano Pacífico. Para combatirlas,
los gobiernos de la Tierra se aliaron y construyeron unos gigantescos
robots llamados Jaegers pilotados por dos personas cuyas mentes están
conectadas neuronalmente. Con ellos se consiguen contener los
ataques de las bestias durante unos años. Sin embargo, estas pronto
empiezan a ser mas agresivas e inteligentes y los Jaegers empiezan a
tener mas dificultades para detenerlas, por lo que los gobernantes
deciden prescindir de ellos y confiar mas en otro tipo de defensas,
como enormes muros costeros.
Sin
embargo, el hombre encargado del programa Jaeger, el mariscal Stacker
Pentecost (Idris Elba), se resiste a cancelar el programa y, desde
Hong Kong, decide reavivarlo por su propia cuenta con ayuda
financiera del mercado negro. Entre sus planes está reactivar un
modelo de Jaeger que se creía obsoleto y, para pilotarlo, decide
recurrir a Raleigh Becket (Charlie Hunnam), un experimentado piloto
de Jaeger que ahora vive retirado trabajando en la construcción de
los muros costeros. El compañero de Raleigh era su propio hermano, a
quién estaba muy unido, tanto mental como emocionalmente, y esto
supone un problema para encontrar un compañero que se complemente
con él. Pero él parece encontrar a la persona perfecta en la joven
e inexperta Mako (Rinko Kikuchi). Pero esta es la protegida de
Pentecost y este no está muy de acuerdo con esta decisión.
Como
ya he dicho antes, Pacific Rim es el regreso a la dirección
de Guillermo del Toro después de cinco años de ausencia; una
ausencia justificada.
Después
de Hellboy II: El Ejército Dorado (2008), el director
mexicano fue elegido por Peter Jackson para dirigir las películas
que iban a adaptar El Hobbit y el tipo viajó a Nueva Zelanda
dispuesto a dedicar varios años de su vida a este proyecto y así
estuvo mucho tiempo trabajando en la pre-producción de las
películas. Sin embargo, el proyecto no conseguía salir adelante por
motivos de los que ya hablé anteriormente (la bancarrota de MGM,
problemas sindicales en Nueva Zelanda, incendios...) y Del Toro, al
igual que muchos, llegó a perder la esperanza de que las películas
llegaran a hacerse algún día y terminó por abandonar el proyecto.
No me
quiero imaginar la cara que se le quedaría cuando, solo unos meses
después de su abandono el proyecto recibió finalmente luz verde y
las películas se iban a hacer sin él; aunque, afortunadamente,
muchas de sus aportaciones al guión, diseños y storyboards fueron
empleados en los films.
Por
suerte, Del Toro es alguien con muchos proyectos por delante. Uno de
ellos es una adaptación de En las Montañas de la Locura, del
gran H. P. Lovecraft, tras la que ha estado varios años y que, por
fin parecía que iba a salir adelante cuando, en el verano de 2010,
se anunció la puesta en marcha de un proyecto que se iba a rodar en
3D bajo el sello de la Universal y que iba a contar con James Cameron
como productor y Tom Cruise como estrella principal.
Pero,
en marzo de 2011 se anunció que el proyecto era cancelado por
razones que son todavía muy difusas. Al principio se dijo que la
Universal se echó atrás ante la insistencia de Del Toro en que la
película tuviera la calificación R –recordemos que los estudios
están ahora muy tontos con esto de las calificaciones por edad –;
aunque en 2012 el propio Del Toro afirmó que las similitudes con
Prometheus, de Ridley Scott, fue lo que lo echó para atrás
–algo que a mi me parece una soberana tontería; sobre todo,
viendo los resultados del film de Scott –.
El
caso es que Del Toro se tuvo que buscar un nuevo proyecto y fue
entonces cuando surgió este Pacific Rim que, en un principio,
se pensó que iba a ser la nueva versión americana de Godzilla
que se está haciendo ahora mismo y que también está producida por
Warner Bros. Y Legendary Pictures, los mismos estudios que producen y
distribuyen este film.
La
película se estrenó en EEUU el pasado 12 de julio y, desde luego,
su taquilla está siendo bastante pobre, habiendo recaudado a día de
hoy 84 millones de dólares en la taquilla estadounidense, ni tan
siquiera a superado los 100 millones, lo cual no es muy buen augurio
para una película que ha costado 190 millones de dólares.
Afortunadamente, la película salva los muebles con la taquilla
internacional, habiendo recaudado 140 millones millones mas que hacen
que que su recaudación global sea de 224 millones de dólares. Aún
así, la película no está rindiendo en taquilla tanto como se
esperaba y esto pone en serias dudas la secuela que hay planificada.
En cuanto a como está siendo recibida, tanto el público como la crítica la están recibiendo con opiniones mixtas.
¿Y que opino yo de esta película?
El estreno en España estaba planeado también para el 12 de julio, pero por razones que aún no entiendo, solo unas semanas antes se retrasó el estreno hasta el 9 de agosto. Ya conocéis mi impaciencia con mis películas mas esperadas, así que en cuanto he podido la he visto en una calidad decente que me permite analizarla en condiciones.
Como ya he dicho, esperaba esta película como agua de mayo por lo mucho que me han gustado siempre este tipo de películas de robots gigantes contra monstruos y por ver que nos podía ofrecer Guillermo del Toro después de cinco años. Pues bien, una vez vista la película debo decíos que esta me ha gustado pero, a la vez, también me ha decepcionado y me ha dejado con cierta sensación de frialdad.
Y es
que, la verdad, esperaba mucho mas del regreso de Del Toro a la
dirección; aunque no ha sido, precisamente, en la dirección donde
Del Toro ha decepcionado.
La
película, visualmente, es genial. El nivel técnico es impecable.
Los efectos especiales están logradísimos y el diseño de
producción es excelente. Los Jaegers y los Kaijus son impresionantes
y su puesta en escena es sensacional; además, las escenas de peleas
entre estos son brutales y llenas de espectacularidad. También el
diseño de los trajes que llevan los pilotos de los Jaegers están
muy bien y es otro punto a su favor.
Desde
luego, en lo que refiere al aspecto técnico y visual no tengo
ninguna pega. Aquí, sin duda, Del Toro aprueba con nota con una
dirección excelente y una muy buena forma de llevar una
superproducción tan enorme.
También
la banda sonora es estupenda y acompaña muy bien la acción del
film.
Otro
aspecto muy conseguido es el que refiere al reparto, ya que los
actores hacen en general un buen trabajo; otra cosa es como están
tratados los personajes, algo de lo que hablaré mas adelante.
Charlie Hunnam, el protagonista principal, está genial en su papel, lo mismo que Idris Elba, Max Martini, Charlie Day o Burn Gorman. Ron Perlma está impecable, como siempre, y Santiago Segura no está nada mal en su habitual cameo en una película de Del Toro –aunque aquí tiene bastante mas presencia que en otras apariciones –. Aunque, quién mas destaca de todos es, sin duda, Rinko Kikuchi, quién llega a sorprender con su estupenda interpretación.
A
nivel tecnico y visual, a nivel de dirección, a nivel de música y a
nivel de interpretación la película funciona de maravilla. Pero
queda todavía un nivel muy importante, y aquí es donde la película
falla mucho estropeando bastante el acabado final.
Hablo de EL GUIÓN.
El
guión, escrito por Travis Beacham y el propio Del Toro, es su punto
mas débil, porque es un puñetero desastre. Simplón a mas no poder,
muy poco trabajado, lleno de diálogos insípidos, tópicos en
abundancia, situaciones previsibles en todo momento y personajes de
lo mas estereotipado. Aunque el mayor problema es que está muy mal
estructurado.
ATENCIÓN,
que lo que vienen ahora son SPOILERS, así que no lo leáis hasta que
veáis la película o hacedlo bajo vuestra total responsabilidad.
La
película comienza con un resumen de como empezaron los ataques de
los Kaijus y como se dio comienzo al programa Jaeger para
combatirlos, pero es un resumen demasiado breve que pasa muy deprisa
y a penas deja ver los estragos que causan los ataques de los Kaijus
en todo el mundo y el impacto que supuso en la población. Luego,
vemos al protagonista con su hermano en una pelea con un Kaiju que
les sale rana y, aunque logran vencer al monstruo, el hermano muere
dejando al protagonista traumatizado, todo ello sin que a penas
profundicen, ni tan siquiera un poco, en la relación entre ellos ni
nada mas. Luego la historia se estanca en un montón de situaciones
dentro de la base de los Jaegers en Hong Kong y, entonces, no
volvemos a ver una nueva pelea entre Kaijus y Jaegers hasta mas de la
mitad de la película. Y tan solo son dos: 1) la espectacular pelea
en Hong Kong –esa que tanto se ve en los trailer con el Jaeger
cogiendo un barco a modo de bate de baseball –y 2) la batalla final
bajo el mar; que, encima, culmina con un final que recuerda mucho a
Independence Day (Roland Emmerich, 1996).
Ya
está, esas tres son las únicas batallas que vemos en la películas -sin contar algunas fugaces que se ven en el resumen del principio o por Tv en los informativos -.
Son brutales y muy espectaculares, eso si, pero todo lo que hemos
visto en los numerosos trailers son solo eso.
Y es
que la historia debería haberse planteado de otra forma. El resumen
del principio debería haber sido mas largo; algo así como el de El
Regreso de la Momia (Stephen Sommers, 2001) o el de El Señor
de los Anillos: La Comunidad del Anillo (Peter Jackson, 2001).
Luego, la historia entre el protagonista y su hermano debería haber
estado un poco mas trabajada. Y, para acabar, mientras se desarrolla
la historia debieron haber ido metiendo de vez en cuando mas peleas
entre Kaijus y Jaegers; especialmente, para ver en acción a los
Jaegers de otros países. Porque en la película, a parte del Jaeger
de los protagonistas, el americano, solo vemos al australiano, el
ruso y el chino; pero estos a penas llegan a lucirse.
Fin
de los SOPILERS, ya podéis leer con tranquilidad.
Por
mucho que esta película sea robots dándose de hostias con monstruos
gigantes, no se merecía un guión tan pobre ni tan mediocre como
este.
Podrían
recaer todas las culpas sobre Beacham, cuya experiencia se limita a
unos cuantos cortos y dos películas –el remake de Furia de
Titanes y otra poco conocida –, pero la verdad es que no es la
primera vez que Del Toro me decepciona a nivel de guión. Ya lo hizo
en la sobrevalorada El Laberinto del Fauno (2006), la cual
todo el mundo adora pero a mi a penas me gustó, y en la ya
mencionada Hellboy II: El Ejército Dorado, que me gustó
mucho mas que El Laberinto del Fauno, pero a nivel de guión
la encontré inferior a su predecesora, la estupenda Hellboy (2004).
En fin, una lástima porque la película prometía mucho. Yo, desde luego, esperaba colocarla entre lo mejor de 2013 junto con Man of Steel; cosa que ya no puede ser.
Aún
así, la película no está mal y se deja ver. Puede que falle mucho en el
guión pero, al menos, es un buen espectaculo y las peleas, aunque
pocas, son de lo mejor en cuanto a acción y efectos especiales se
refiere; la parte de la pelea en Hong Kong es la hostia y para mi
uno de los mejores momentos de este año.
Además,
la película va a despertar, aunque no mucho, la nostalgia de los
que, como yo, han crecido con las películas de Kaiju-eiga y las
series Super Sentai, porque la película les hace un buen homenaje;
además, añadiéndole toques del manga y del anime –especialmente,
la serie Evangelion –.
Una
película muy recomendable para pasar el rato, pero que nadie se
espere una obra maestra. La verdad es que no es de extrañar su
semi-fracaso comercial; esperemos que a la nueva película de
Godzilla le vaya mucho mejor el año que viene.