La tercera entrega de la saga Underworld es una precuela de la historia que relata los sucesos que provocaron la guerra entre vampiros y licántropos; eje central de esta saga.
La historia retrocede mas de mil años antes de los acontecimientos de las dos primeras películas y se sitúa en las salvajes tierras del oeste de Hungría. Los descendientes de los hijos del inmortal Alexander Corvinus han tomado caminos muy distintos. Los vampiros, descendientes de Markus, han crecido como aristócratas elegantes que habitan opulentos castillos, mientras que los hombres lobo, descendientes de William, ha crecido completamente salvajes, incapaces de recuperar su forma humana, y habitan los bosques. Viktor (Bill Nighy), líder de los vampiros, gobierna el lugar con puño de hierro, ejerciendo un gran poder sobre los humanos, a los que obliga a pagar altos tributos a cambio de proteger sus tierras de los hombres lobo.
Al mismo tiempo, en su castillo tiene toda una legión de hombres lobo esclavos. Estos hombres lobo, a los que llama licántropos, son una nueva estirpe, mas civilizada y capaz de cambiar de forma a voluntad. Todos ellos surgieron de Lucian (Michael Sheen), quién nació en las mazmorras de una mujer lobo capturada y que Viktor, al ver sus cualidades, conservó con vida para crear mas licántropos mediante sus mordeduras y así tener esclavos que, además de encargarse de los trabajos mas duros, protegiesen el castillo durante el día. Pero la cosa se complica cuando Sonja (Rhona Mitra), la hija de Viktor, se enamora de Lucian y ambos inician una relación en secreto que, sin saberlo, se convertirá en el motor para que los licántropos se revelen y de comienzo una guerra entre vampiros y hombres lobo que durará hasta nuestros días.
La película se estrenó en EEUU el 23 de enero de 2009 y a España no llegó hasta el 13 de marzo de ese año. Con un presupuesto de 35 millones de dólares, recaudó 46 millones en EEUU y 45 millones en el resto del mundo, haciendo un total de 91 millones de dólares. No hizo una mala taquilla, pero sus resultados fueron inferiores a los de sus predecesoras, que hicieron 95 millones y 111 millones, respectivamente.
El film tiene varios cambios. Para empezar, no dirige Len Wiseman, director de las dos primeras que aquí se limitó a la producción y al guión, siendo sustituido por Patrick Tatopoulos, diseñador de producción y experto en efectos especiales cuya experiencia como director se limita al cortometraje Bird of Passage (2000). Luego está que Kate Beckinsale, protagonista principal de la saga, no regresó aquí, puesto que los hechos de la película son anteriores al nacimiento de su personaje, siendo reemplazada por Rhona Mitra, quién da vida a Sonja, la hija de Viktor, a la que pudo verse en un flashback de la primera entrega interpretada por la modelo Jázmin Dammak. Todo esto sin mencionar que, esta vez, la historia tiene lugar enteramente en la época antigua y no en la actualidad.
Como ya sabéis los que me leéis y conocéis, soy fan de esta saga. La primera entrega, Underworld (2003), me gusta mucho y la segunda entrega, Underworld: Evolution (2006), me gusta mucho mas. Por eso, cuando esta película llegó la esperaba como agua de mayo y, al verla, mis sentimientos están algo encontrados. Por un lado me parece una buena película. Pero, por el otro, la encuentro muy inferior a sus predecesoras y me deja con la sensación de que se podría haber hecho mejor.
Veamos.
La película nos es mala, ni mucho menos. Cumple bien sus funciones y se deja ver. Técnica y visualmente está muy lograda, el guión es simplón, pero cumple, y las interpretaciones, salvo algunas excepciones, están a la altura.
Patrick Tatopoulos dirigiendo no lo hace mal del todo. Se nota que conoce bien la saga –puesto que trabajó en las anteriores entregas –y que ha aprendido de los muchos directores con los que ha trabajado. No obstante, tiene el mismo problema que suele haber cuando un experto en algo se mete a director: que algunos campos están mas trabajados que otros.
Eso es lo que ocurre aquí, donde cosas como el diseño de producción y los efectos especiales están logradísimos y, en cambio, otros aspectos como las escenas de acción, la fotografía o la dirección de actores, aunque logrados, no están tan a la altura.
En cuanto a Rhona Mitra, a parte de muy bella, tampoco lo hace mal y, además, se desenvuelve bien en las escenas de acción. Sin embargo, no logra ni por un momento hacer olvidar a la gran Kate Beckinsale, cuya ausencia se nota en toda la película. Afortunadamente, lo compensa el regreso de Michael Sheen –esta vez, con mas protagonismo que en la primera –, cuya interpretación es de nuevo excelente.
Resumiendo.
Un buen film, que se deja ver y se disfruta sin problemas, pero muy alejado de las primeras películas; sobretodo, de la segunda.
Sin duda, el capítulo mas flojo de la saga.
Yo como vos soy fan de esta saga me encanta y me encanta Kate aunque en esta no salga, Para mi talves no es la mejor de las 3 y talves no era necesaria pero igual me gusta porque permite desarrollar personajes tan importantes en esta saga como son Viktor, Sonja, Lucian, Tannis y Raze.Y amplia más el mundo fantastico de underwold.
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