Paranormal Activity ha sido uno de los mayores fenómenos cinematográficos de los últimos años. Adorada por unos y vapuleada por otros, esta película de bajísimo presupuesto, ópera prima de su director y guionista, se convirtió de la noche a la mañana en un enorme éxito, generando su propia saga, cuya tercera entrega está a punto de llegar y está claro que no será la última.
Esta película fue realizada en el año 2007 por el israelí Oren Peli, un director sin estudios de cine ni ninguna sola experiencia. Con un presupuesto de 15.000 dólares, Peli empleó su propia casa y una cámara de vídeo para rodarla –mejor dicho, grabarla –con un reparto muy reducido compuesto por actores completamente desconocidos.
La película trata sobre una joven pareja, formada por Katie (Katie Featherston) y Micah (Micah Sloat), que se traslada a vivir a una casa de un suburbio de San Diego (California) donde pronto comienzan a suceder sucesos paranormales. Katie pronto identifica estos sucesos con una entidad demoníaca que la lleva persiguiendo desde que era una niña. Un médico les aconseja que vayan a ver a un importante experto en demonología, pero Micah se niega y decide resolver el asunto por su cuenta. Por ello, compra una cámara y un equipo de vídeo y decide grabar lo que sucede por las noches, mientras ellos duermen. Las consecuencias de esto serán imprevisibles.
En un principio, la película fue vista solo en algunos festivales sin despertar mucho interés –de hecho, festivales importantes como el de Sundance la rechazaron –, lo que obligó a Peli a hacer algunos ajustes, aunque sin ningún éxito. La cosa cambió cuando una copia en DVD de la película cayó en manos de Ashley Brooks, ejecutivo de producción de Dreamworks, a quién gustó la película y la fue pasando a mas directivos del estudio hasta que cayó en manos del mismísimo Steven Spielberg.
Se cuenta –aunque yo no me lo creo mucho –que Spielberg devolvió la película al día siguiente envuelta en una bolsa de basura creyendo que esta estaba maldita, algo fruto del miedo que le había entrado cuando la veía. Sea verdad esto no, el caso es que Spielberg decidió apostar por el film y contrató a Peli para volver a rodarla, esta vez con mas medios. No obstante, tras unos pases de prueba de la cinta original, donde se dice que mucha gente del público salió huyendo de la sala por el miedo, se decidió estrenar, finalmente, la película original; eso si, añadiéndole algunos cambios, sobre todo al final.
Porque la película tiene tres finales.
Lo que viene a continuación son SPOILERS; los que aún no hayan visto la película que se abstengan de leerlo.
El primer final, el original, mostraba a Katie, poseída por el demonio, regresando al dormitorio ensangrentada y con un cuchillo después de haber matado a Micah. La chica se quedaba mucho tiempo en un estado catatónico hasta que la policía llegaba. Entonces, ella sale del estado de shock y, sin saber que está pasando, va hacia los policías y estos le disparan y la matan.
El segundo final solo pudo verse una vez en 2008. Este era completamente igual al primero, con la diferencia de que Katie, cuando regresaba al dormitorio poseída y ensangrentada, lo que hacía era cortarse el cuello frente a la cámara.
El tercero y definitivo –que fue ideado por Spielberg, según tengo entendido –, muestra a la poseída Katie arrojando a Micah contra la cámara con una fuerza sobrehumana. Luego se coloca sobre el cuerpo y empieza a olfatearlo antes de quedarse mirando a la cámara con una diabólica sonrisa y abalanzarse sobre ella.
Fin de los SPOILERS.
La película se estrenó bajo el sello de Paramount Pictures, que se hizo con los derechos por 300.000 dólares, en septiembre de 2009 y se convirtió en un enorme éxito. Con su presupuesto de 15.000 dólares, la película recaudó 107 millones de dólares en EEUU y 85 millones en el resto del mundo, haciendo una taquilla global de 193 millones de dólares, un exitazo en toda regla. Su secuela no se hizo esperar, estrenándose al año siguiente, y, como ya he dicho, su tercera entrega se estrena este año y todo apunta a que no será la última.
A parte del éxito, la película, como ya he dicho, se convirtió en uno de los mas recientes fenómenos cinematográficos, no dejando a nadie indiferente. Las opiniones sobre el film se dividen entre los que la adoran como una gran película y los que la desprecian como una engañosa campaña de marcketing.
Yo, desde luego, no me voy a inclinar por ninguno de los dos bandos y, como siempre, voy a dar mi mas sincera opinión sobre la película basándome en lo que esta me ha parecido.
Empecemos.
La película pertenece a lo que se conoce como mockumentary o falso documental, un subgénero que no es nada nuevo en el mundo del cine, ya que lleva empleándose desde hace bastantes años –y es mucho mas antiguo que El Proyecto de la Bruja de Blair (Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, 1999), a la que muchos consideran erróneamente su inspiradora –. No obstante, este subgénero se ha puesto muy de moda en los últimos años gracias a films como REC (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007) o Monstruoso (Matt Reeves, 2008).
El film está realizado de dos maneras. Por un lado, están las escenas rodadas cámara en mano como si de un vídeo doméstico se tratara. Por el otro, están las escenas nocturnas con la cámara fija mientras los protagonistas duermen y van sucediéndose los sucesos paranormales.
Debo decir que esta propuesta me gusta mucho y es, de hecho, lo que mas me atrae del film. La sola idea de que sucedan cosas extrañas mientras duermes es algo que ya de por si da bastante mal rollo y poder ver las cosas que se suceden por las noches en el film mientras los protagonistas duermen plácidamente, da, de verdad, bastante miedo.
No hay duda de que Oren Peli tuvo una muy buena idea. El problema es que no ha sabido llevarla del todo bien.
Para empezar, se nota mucho su inexperiencia a la hora de dirigir. Deja demasiado a la improvisación, sobre todo en lo que es el uso de la cámara, haciendo que haya veces que resulte difícil seguir el hilo de la trama. Luego está el hecho de que los momentos de terror, aunque muy logrados y verdaderamente terroríficos, son muy, pero muy, pocos y la película se pierde demasiado en una larga sucesión de escenas de discusiones de la pareja protagonista, llegando a veces a aburrir en algunos momentos.
No tengo duda de dos cosas: 1) que con un director mas experimentado la cosa hubiera quedado mejor y 2) que el enorme éxito que ha tenido la película se debe mas a su campaña publicitaria –mostrando a gente en los cines asustándose mientras ven, supuestamente, la película o con la leyenda del canguelo que le dio a Spielberg –que a sus méritos cinematográficos.
Aún así, la película no es mala del todo. No es un gran film, ni una película redonda, pero tampoco es un bodrio o una mala película. A pesar de sus defectos, a mi me resulta un buen film. Su historia al final resulta interesante y, una vez que la ves mas veces y te acostumbras a las interminables discusiones de pareja y resulta mas entretenida. Además, el trabajo de los actores es muy bueno, sobre todo el de los protagonistas.
Tanto Katie Featherston como Micah Sloat hacen un estupendo trabajo y resultan de lo mas creíbles en sus respectivos papeles. Son buenos interpretes y se nota que saben improvisar, algo indispensable en este film, ya que la dirección de actores es algo casi ausente. Desde luego, a nivel interpretativo, la película está bastante bien.
Resumiendo.
Una película a la que se ha sobrevalorado e infravalorado a partes iguales. Un buen film de terror que, aunque se podría haber hecho mejor, resulta agradable de ver y, además, nos ofrece una muy buena propuesta. Yo, desde luego, ni lo adoro ni lo odio, pero si me ha llegado a gustar.
Se merece el aprobado.