The Relic es la adaptación de la novela Relic, conocida en España como El Ídolo Perdido, la primera de las novelas conjuntas que escribieron el dúo formado por Douglas Preston y Lincoln Child; dos escritores que, aunque viven a miles de kilómetros de distancia el uno del otro, trabajan juntos con la ayuda de internet y las nuevas tecnologías.
La película se sitúa en el Museo de Historia Natural de Chicago, donde la llegada de unas cajas procedentes de sudamérica coincide con unos misteriosos asesinatos que se producen en el museo y que ponen en peligro una importante exposición sobre supersticiones. El teniente de policía Vincent D'Agosta (Tom Sizemore) investiga los asesinatos, descubriendo que estos tienen relación con un barco en el que todos sus tripulantes fueron brutalmente asesinados y que provenía del mismo lugar de donde vinieron las cajas, las cuales contenían la réplica de una criatura mitológica conocida como Kothoga y unas extrañas hojas que portan una misteriosa bacteria. Creyendo que son las hojas de embalaje y que están infectadas, son inmediatamente destruidas, pero una de las científicas del museo, Margo Green (Pennelope Ann Miller), se hace con unas cuantas para estudiarlas, haciendo un terrible descubrimiento.
Debo decir que, cuando vi la película en el cine, en el verano de 1997, no me había leído la novela, por lo que no la vi como adaptación, sino como una mas de las muchas monsters-movies de serie B con toques de Alien que tanto me gustan. Dos años después, me hice con la novela -una novela muy buena, por cierto -casi por causailidad y me la leí. Descubrí, entonces, que la película se había comido a muchos personajes y subtramas del libro y, además, se habían hecho muchos cambios con respecto al texto original. Pero, aún así, se mantenía bastante fiel a la estructura de la historia y los orígenes de la bestia.
Entre los cambios mas significativos estaba el hecho de cambiar la historia de ciudad. Mientras la novela transcurría en Nueva York, la película tiene lugar en Chicago. Esto se debió a que la producción no consiguió el permiso del Museo de Historia Natural de Nueva York para rodar allí, tal y como tenían previsto, y se vieron obligados a encontrar otras alternativas; siendo Chicago una de ellas.
Un cambio que si me gustó es el nombre del monstruo. En la novela, este recibe el impronunciable nombre de Mbwun –“El que camina a cuatro patas” según su traducción –. En la película estuvieron mas acertados rebautizándolo como Kothoga, que es el nombre que, en la novela, recibe la tribu indígena que lo adora como un dios.
Aunque, el cambio mas importante fue la exclusión de la historia del protagonista principal, el carismático agente del FBI Aloysius Pendergast, cargando así el protagonismo en los personajes de Margo Green y Vincent D'Agosta –aunque, este último adquiere algunos de sus rasgos –. Pendergast no es solo el protagonista de Relic, también es el protagonista de la mayoría de las novelas de Preston y Child, siendo a estos escritores lo que Sherlock Holmes fue para Arthur Conan Doyle, James Bond para Ian Fleming o Jack Ryan para Tom Clancy. Es muy probable que los escritores, pensando ya en convertir a Pendergast en su personaje fetiche, pusieran como condición, a la hora de vender los derechos, el que el agente del FBI no apareciera en la película.
Por lo demás, la película se centra mas en la historia del monstruo, eliminando varias de las subtramas de la novela –la conspiración de los directivos del museo, la investigación privada que lleva a cabo Margo Green con un amigo... –; incluso se elimina el final abierto que había en la novela y que daba píe a la secuela literaria, titulada El Relicario.
En fin, la película como adaptación no es mala del todo, pero es bastante flojilla con respecto al texto original y es comprensible que muchos fans de la novela echen pestes sobre el film.
Como monster-movie, en cambio, es bastante buena. No es una gran película, no nos engañemos, pero si un film muy bueno dentro del cine terror y las películas de monstruos.
Para empezar, está muy bien dirigida. Su director, el veterano Peter Hyams, autor de títulos como Capricornio Uno (1978), Atmósfera Cero (1981), Los Jueces de la Ley (1983), Testigo Accidental (1989) o Timecop (1994) –una de las mejores películas de Jean Claude Van Damme –, hace un estupendo trabajo como director, con una logradísima atmósfera –muy bien acompañada por una tenebrista fotografía, obra del propio director –, una muy buena dirección de actores, una excelente forma de llevar el ritmo y un perfecto uso de la violencia, el gore y los momentos de suspense.
Los actores hacen un buen trabajo. Especialmente, sus dos protagonistas: la estupenda Pennelope Ann Miller que está muy bien en un rol muy poco habitual en su carrera, y el eterno secundario Tom Sizemore, que hace un gran trabajo en el que es uno de sus poquísimos papeles protagonistas. En general, el reparto hace un buen trabajo; no son interpretaciones de oscar –aunque haya actores oscarizados, como Linda Hunt –, pero si buenas actuaciones.
Aunque, la gran estrella del film es, sin duda, el monstruo. Obra del gran Stan Winston, la bestia, Kothoga, es toda una maravilla. A parte de que está muy bien hecha, su diseño es muy bueno y está de lo mas logrado. Todo muy bien acompañado con unos buenos efectos especiales que la hacen moverse de una forma muy creíble –aunque hay momentos en los que canta el ordenador, todo hay que decirlo –y darle mucho efecto en las escenas de acción y los momentos gore; porque la película tiene gore por un tubo.
Hay un montón de decapitaciones a lo largo del metraje. Pero hay una realmente impresionante, donde vemos como el monstruo persigue a un SWAT, lo agarra y le arranca la cabeza delante de la cámara. Recuerdo que en el cine hubo gente que se tapó los ojos o miró para otro lado durante esa escena; eso si, yo no aparté ni un segundo la mirada.
Resumiendo.
Una película buena. Puede que no sea una gran película y que como adaptación sea bastante fallida, pero como monster-movie está de lo mas lograda, da lo que promete y hace pasar un muy buen rato. Todo gracias a un director muy eficiente que, desgraciadamente, tras esta película comenzó su decadencia, ya que no ha vuelto a hacer nada destacable desde entonces. Esta se podría decir que fue su última película brillante.
No entiendo como no fue un éxito de taquilla. Porque, a pesar de un buen arranque que la llevó a liderar la taquilla estadounidense su primer fin de semana, solo logró recaudar 33 millones de dólares, todo con un presupuesto de 60 millones; un fracaso total. Puede que muchas críticas y comentarios que tachaban a esta película como una copia de Alien tuvieran la culpa; aunque, no les faltaban razón, ya que esta película bebe mucho del inmortal film de Ridley Scott. Pero, de todas maneras, son muchas las películas que han copiado a Alien como para crucificar a un solo film.
De todas maneras, esta es una película muy reivindicable y totalmente recomendable para todo el que le guste el cine de terror o las películas de monstruos. Yo disfruté mucho viéndola en el cine y, siempre que tengo oportunidad, la reviso.