Bueno, ya por fin he visto El Origen del Planeta de los Simios, la nueva película de la franquicia iniciada por El Planeta de los Simios, aquel gran clásico de 1968 protagonizado por Charlton Heston y que generó un sin fin de secuelas, series de Tv y hasta un remake, dirigido por Tim Burton, que resultó de lo mas decepcionante.
En esta ocasión, la historia se traslada a nuestro tiempo, antes de que los simios tomen el control y cuando los humanos aún son los que tienen el mando.
Will Rodnan (James Franco), es un científico que, en la búsqueda de una cura contra el alzheimer que pueda ayudar a su padre (John Lithgow), realiza una investigación con primates administrándoles un virus que los vuelve mas inteligentes. Pero, el experimento es detenido cuando una chimpancé hembra es abatida al escapar de su jaula. Rodman descubre poco después de que la chimpancé trataba de proteger a su cría, un pequeño chimpancé al que bautiza como César. Al ver que César experimenta los mismos avances que su madre, Rodman decide adoptarlo y llevarlo a su casa para estudiarlo. Pasan cinco años y César crece como un chimpancé muy inteligente (Andy Serkis). Pero, debido a un incidente con un vecino, el simio es ingresado en un centro para primates donde sufrirá abusos y maltratos por parte de uno de los cuidadores (Tom Felton) y será rechazado por los demás simios, que lo ven como algo diferente a ellos. Sin embargo, César emplea su inteligencia para ir ganándose a los demás simios y hacerse el cabecilla de un plan de fuga y de revuelta contra los humanos.
Antes de meterme de lleno en la película quiero dejar las cosas bien claras. Este film es un REBOOT de la saga y, aunque forme parte de la franquicia de los simios, es un completo reinicio de esta y, salvo varios guiños, poco tiene que ver con el film protagonizado por Heston y, mucho menos, con el remake de Burton. Es un nuevo origen para una nueva saga, como lo fue en su día Batman Begins.
Lo digo porque se está hablando mucho de incoherencias con las otras películas y quiero dejar claro que, al ser un reinicio, no las hay, puesto que este film rompe por completo con las otras películas; aunque, eso si, se mantiene fiel a ellas.
Voy a hablar un poco de su historia.
En 2001, la película de Tim Burton, a pesar de ser vapuleada allá donde iba, fue un gran éxito de taquilla y se puso inmediatamente en marcha una secuela que jamás llegó a ver la luz y de la que Burton –que llegó a afirmar que prefería estar muerto a dirigir otra película de simios –como sus protagonistas se desentendieron totalmente. Buscando la resurrección de la franquicia de los simios, la Fox aprobó en 2008 un proyecto de remake de la película La Rebelión de los Simios (J. Lee Thompson, 1972), cuarta entrega de la saga original donde los simios, convertidos en esclavos y mascotas de los humanos, iniciaban una revuelta encabezada por César, hijo de dos simios que habían llegado del futuro en la entrega anterior y habían muerto a manos de los humanos.
Este proyecto, escrito por Amanda Silver y Rick Jaffa, guionistas de la estupenda The Relic (Peter Hyams, 1997), inició una larga pre-producción en la que sufrió varios cambios. El mas significativo fue reemplazar la idea del remake por la de un reboot de de la franquicia inspirado en el film de Thompson, convirtiéndose así en la película que ahora nos ocupa.
Otros cambios que ha sufrido mucho este film ha sido en el título. Comenzó llamándose Genesis Apes cuando aún era un remake. Luego pasó a llamarse Caesar, después fue rebautizada como Caesar: Rise of the Apes para llamarse luego, solamente, Rise of the Apes. Este era su título definitivo hasta que, unos meses antes de su estreno, se decidió cambiarlo por Rise of the Planet of the Apes, como una forma de no hacer olvidar que, por mucho reboot que sea, sigue siendo una película de El Planeta de los Simios.
Otro cambio significativo ha sido en la creación de los simios, donde se ha decidido reemplazar el maquillaje y los disfraces de mono por el CGI y la técnica de la motion capture, consistente en generar personajes digitales mediante actores enfundados en trajes con sensores que registran sus movimientos. Esto, como era de esperar, no ha gustado nada a los puristas o los que odian los efectos especiales por ordenador. Gente con la que yo no me quiero identificar porque, como digo siempre, si el resultado es bueno, da igual como lo hagan o que material utilicen.
Y aquí, desde luego, el resultado ha sido muy, pero que muy, bueno.
Los simios digitales son impresionantes, su aspecto es muy realista y a penas cantan y parecen totalmente reales. Para nada son personajes fríos y sin vida, como dicen muchos por ahí, son personajes con vida propia, con personalidad y totalmente reales, como los dinosaurios de Parque Jurásico (Steven Spielberg, 1993) o los extraterrestres de Avatar (James Cameron, 2009).
Destaca de entre todos el protagonista, César, al que da vida Andy Serkis, un gran actor y todo un experto en esta materia de la motion capture; de hecho, es co-propietario de la compañía WETA, la empresa de efectos especiales de Peter Jackson principal impulsora de esta técnica. Él fue quién dio vida de esta forma al Gollum de la trilogía de El Señor de los Anillos –uno de los mejores personajes digitales jamás creados –y, también a las órdenes de Peter Jackson, dio vida al mítico King Kong en el remake de 2005. Y aquí está genial como César, creando un personaje totalmente carismático con, a parte de un buen uso de esta técnica, una estupenda interpretación.
La película es muy buena. Desde luego, me ha gustado mucho.
Está muy bien dirigida. Fue un total acierto no recurrir a un director de renombre y buscar a un director poco conocido, pero con talento. Rupert Wyatt hace aquí un trabajo excelente, con unas escenas muy bien rodadas, una estupenda dirección de actores, un ritmo que no decae en ningún momento y una muy buena forma de mantener el equilibrio entre el dramatismo y la acción. Todo acompañado por un logrado guión que logra mantener muy bien el interés hasta el final, sin que la película aburra lo mas mismo o haga perder el interés, y, sobre todo, hace llegar muy bien al espectador el mensaje del film.
Porque la película tiene mensaje, como lo tuvieron sus antecesoras; ese mensaje que nos dice claramente que no son, exactamente, los simios los causantes de la destrucción de nuestra civilización y la pérdida del poder en el futuro. No lo son porque, precisamente, de eso ya nos encargamos nosotros mimos.
En la original la causante eran las guerras y las armas nucleares. Aquí, en cambio, es la ciencia o, mejor dicho, el mal uso de ella; sobre todo, cuando se quieren forrar a base de ella. Cabe decir que, durante los créditos finales, hay una escena que muestra muy bien todo esto y da la respuesta a todos los que se preguntan como es que los simios nos ganan la batalla.
Sobre el tema del reparto, ya he hablado de Andy Serkis, pero vuelvo a recalcar que ha sido de lo mejor del reparto, con una gran interpretación de César que no ha estado nada empañada por los efectos especiales, como ya ocurriera con sus otros trabajos. Cabe decir que él y Wyatt han sido contratados para realizar una nueva adaptación de Rebelión en la Granja, de George Orwell, realizada de la misma forma que este film y yo ya estoy contando el tiempo para poder verla.
James Franco hace una interpretación de lo mas correcta, pero no logra destacar lo que tiene que destacar para ser el protagonista (humano) del film y termina sucumbiendo a Serkis y a los secundarios de lujo, John Lithgow y Brian Cox, que hacen un trabajo excelente. Freida Pinto hace un buen trabajo, pero su personaje está muy poco aprovechado y, aunque no termina siendo un simple florero, tampoco pasa de ser la chica del film; practicamente, la única chica del film, porque los personajes femeninos en el reparto principal brillan por su ausencia. Tom Felton lo hace bien, pero su personaje –el cuidador de simios cabrón –es de lo mas tópico y estereotipado que se ha visto en mucho tiempo y su presencia en el film da la sensación en todo momento de estar muy forzada. Además, Felton debería buscarse otro tipo de papeles porque, entre este y el Draco Malfoy de Harry Potter, va a terminar totalmente encasillado en roles de malo.
Quiero destacar también en el reparto a David Hewlett, quién da vida al vecino piloto de Franco y Lithgow que provoca el encierro de César y al final de la película adquiere una gran importancia. Hewlett es conocido principalmente por ser uno de los protagonistas de Stargate: Atlantis, serie spin-off de Stargate SGU que emite –o, al menos, emitía hasta no hace mucho –la cadena Neox y que a mi, particularmente, me encanta.
La película está siendo muy bien recibida, tanto por crítica y público, y está teniendo mucho éxito. Con un presupuesto de 93 millones de dólares, ya lleva recaudados 112 millones solo en EEUU y su recaudación global es de 186 millones de dólares. Ni que decir tiene que ya se habla de una secuela.
De hecho, en la película hay un guiño a una posible continuación. En un momento dado de la película se ve por la Tv el lanzamiento de una nave espacial llamada Icarus que, según dicen, pretende realizar una misión importante para la NASA. Mas tarde, unos niños reparten periódicos en cuyo titular se habla de astronautas desaparecidos; no dicen quienes son, pero se adivina que son los tripulantes del Icarus. ¿Quién nos dice que esos astronautas no han viajado al futuro y han llegado a la Tierra dominada por los simios con la Estatua de la Libertad medio enterrada?
Resumiendo.
Una película muy buena. No llega a la brillantez del film de 1968, pero si supera, y por mucho, al film de Burton. Con unos simios digitales de lo mas logrados y totalmente creíbles; quién diga que son personajes vacíos, sin vida y que cantan mucho para mi miente o no ve mas allá de sus narices. Una película solo estropeada por algunos tópicos en su guión y lo estereotipados que resultan varios de sus personajes, pero que no influyen mucho en el estupendo conjunto final.
Un film totalmente recomendable, tanto para los que adoran la película original y la saga simiesca como para los que no han visto nunca ni una sola de estas películas.
A mi me sigue resultando impresionante y como bien dices, los simios digitales están de un conseguido impresionante, nada que ver con cosas ya vistas. Me impresionó muchísimo las grandes capacidades gestuales de las caras de los apes, impresionante.
ResponderEliminary lo del amigo "Malfoi"... este ya no se quita el papelón de encima.
Tengo gana de volver a verla pero esta semana tenemos a Conan y Super 8, así que no creo que cuele ir de nuevo al cine con la misma peli, a no ser que vaya sola ;-)
Conan aún no la he visto, pero Super 8 ya la vi hace tiempo -de hecho, tengo un análisis de ella en este mismo blog -. Te la recomiendo.
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