29 de noviembre de 2011

LA COSA (2011)
















Bueno, he tardado pero ya he visto esta precuela de la gran película de John Carpenter de 1982 que transcurre en el campamento noruego donde fue descubierta la cosa y la nave donde llegó a la Tierra. El film cuenta los acontecimientos sucedidos allí, los cuales preceden a los del film de Carpenter.

La Antártida, 1982. Unos investigadores pertenecientes a una expedición noruega descubren una enorme nave extraterrestre que lleva miles de años sepultada en la nieve y a una extraña criatura congelada no muy lejos de ella. Kate Lloyd (Mary Elizabeth Winstead), una joven paleontóloga americana, es enviada al campamento de la expedición para investigar a esa criatura. Pero, una vez allí, la criatura resulta seguir viva y logra escapar del bloque de hielo donde estaba atrapada. Pero eso no es lo peor, ya que Kate descubre que esa cosa puede transmutarse en cualquier ser vivo que toca y podría haber suplantado a uno o varios miembros del equipo, lo que hace que la desconfianza entre ellos crezca mientras tratan de impedir que la cosa escape del campamento y se propague por el mundo.

La película se estrenó en EEUU el pasado 14 de octubre –en España lo hizo el 21 de octubre – y, la verdad, no le está yendo muy bien, que digamos. Con un presupuesto de 38 millones de dólares solo lleva recaudados 16 millones en EEUU y 2 millones en el resto del mundo, por lo que su recaudación global es de 18 millones de dólares; un fracaso en toda regla. Eso sin mencionar lo mal que ha sido recibida por la crítica; aunque, leyendo la mayoría de las críticas, tengo la impresión de que los críticos están mas interesados en compararla con el film original que en valorarla como es debido.



La verdad es que no me sorprende este fracaso, ya que se trata de una película bastante innecesaria, ya que cuenta una historia que los fans del film de Carpenter nos montamos en la cabeza hace tiempo viendo la original y, seguro, cada uno tiene en mente su propia versión, digo yo. Eso si, esto no significa que la película se merezca este fracaso.

A mi, desde luego, me ha gustado mucho.

Está muy lejos de estar a la altura del film de Carpenter, eso creo que no hace falta que lo diga, pero eso no significa que sea mala. Yo adoro la película de 1982, un film excelente y todo un clásico del cine de terror y ciencia ficción; para mi, incluso, supera a la película que remaquea, El Enigma de Otro Mundo (Christian Nyby, 1951). Sin embargo, yo no llego al nivel de fanatismo del que hacen gala muchos fans que ya juzgaron y crucificaron esta película desde el mismo día que se anunció el comienzo de su producción y que, aunque les haya llegado a gustar, seguirán diciendo que es una mierda creyendo que si dicen lo contrario están traicionando al film original.

Yo ya he dicho muchas veces que no soy así y si la película me ha gustado no tengo por qué decir que no lo ha hecho solo por quedar bien con una panda de amargados que malviven creyendo que su film adorado va a caer en el olvido ante las nuevas generaciones cuando lo importante es que se mantenga vivo dentro de su cabeza.

Pero, bueno, dejemos ya estas cosas y vamos a lo que importa. Comenzaré, como siempre, por lo bueno.



Para empezar, la película está muy bien dirigida, con una buena forma de llevar el ritmo y de crear momentos de tensión. Su director, el holandés Matthijs van Heijningen Jr., un tipo practicamente desconocido surgido de la publicidad, hace un muy buen trabajo en el que es  su primer film. Sin duda, no llega a la maestría de Carpenter, pero demuestra ser un buen director, logrando sacar este film adelante en todo momento. Además, no solo no intenta superar la película de Carpenter, sino que también se la toma muy en serio y se muestra muy respetuoso con ella.

La película está rodada de una forma que recuerda el estilo del cine de los 80 y, sobre todo, al de la película original. Además de que el diseño de producción está muy logrado y recrea con bastante fidelidad lo visto en la película que precede. En serio. El campamento noruego que vimos destruido en el anterior film aquí podemos verlo a pleno rendimiento muy bien recreado.

Otro punto muy a favor del film es su reparto. Todos los actores, sin excepción, hacen un trabajo muy bueno y la dirección de actores es genial. Desde luego, a nivel interpretativo, la película aprueba con nota; y en una película con tan pocos personajes, estas cosas se aprecian muy bien.


No obstante, el film falla en algunas cosas.

El guión no es malo del todo, pero es bastante simplón. También, aunque la película ata muy bien los cabos para que el final coincida con el principio de la película de Carpenter, hay un fallo bastante grande y que resulta algo inaudito.











Lo que viene a continuación contiene SPOILERs,  así que quién no haya visto la película aún que se abstenga de leerlo o lo haga bajo su total responsabilidad.







Hablo de la nave extraterrestre. En la película de 1982 veíamos en unas grabaciones –que, en realidad, era material de archivo de la versión de 1951 –como los noruegos colocaban cargas explosivas para dejar la nave al descubierto. Sin embargo, aquí vemos al final que la razón de que la nave se quite la nieve de encima es que la cosa, intentando escapar en ella haciéndola despegar hasta que es detenida por la protagonista.

Resulta bastante chocante que con lo que cuidan otros detalles –lo del perro perseguido por los noruegos en el helicóptero o el tipo que se abre las venas y la sangre congelada le cuelga de las muñecas –aquí cometan un fallo tan gordo. Mi única explicación es que lo hicieran a propósito, tomándose esa licencia porque de la otra forma queda mas espectacular. No sé.

La película está llena de guiños a la original, pero hay algunas escenas que ya son copia descarada. Como esa en la que, después de que los pilotos americanos (Joel Edgerton y Adewale Akinnuoye-Agbaje) se escapan de donde les han encerrado y tratan de entrar donde están los otros personajes y estos les oyen romper un cristal y corren hacia ellos para descubrir que estos se han hecho con armas y se hacen con el control de la situación; igual que MacReady (Kurt Russell) en la cinta de Carpenter. Con cosas como estas no es de extrañar que algunos la acusen de ser mas un remake que una secuela.







Fin de los SPOILERS.









Aunque, donde mas falla el film es en los efectos especiales. Mientras algunos efectos son muy buenos y están muy logrados, otros, en cambio, resultan algo cutres y bastante cantososos.

Un buen ejemplo está en la escena del helicóptero, cuando el tipo del bigote se descubre como la cosa. Al principio, se le parte la cabeza; un momento realmente genial, muy en la linea de la película de Carpenter. Pero luego se le abre el cuerpo en forma dentada sacando miles de tentáculos bastante mal hechos y que cantan una barbaridad, haciendo que ese efecto contraste mucho con la de la cabeza, quitándole así impacto a la escena.



Otros ejemplos son la cosa con las dos cabezas fusionadas que vimos quemada en la anterior película –y que aquí vemos como se forma –, la cual está muy lograda y su diseño es muy bueno, o la noruega –el otro personaje femenino del film –convertida en cosa, que es realmente genial. Por el contrario, cuando parten el brazo-cosa (así es como lo llamo yo) con un hacha y esta vuelve a juntarse, ahí los efectos son realmente malísimos.

Y así toda la película. Hay momentos en que los efectos están muy logrados y bien hechos, pero en otros son de un cutre impresionante; como si se hubieran currado mucho mas unos efectos que otros o que el equipo de efectos especiales estuviera formado por vagos y competentes por igual.

Luego tenemos el climax en el interior de la nave, donde se produce el enfrentamiento final con la cosa.

El interior de la nave alienígena –algo que quedó pendiente de la película de 1982 –me gustó mucho y está realmente logrado. Un escenario perfecto para un final espectacular. No obstante, el climax se queda a medias. El enfrentamiento final con la cosa no está mal del todo, pero deja bastante sensación de frialdad. Por un lado, el diseño de la cosa a la que se enfrenta la chica es realmente lamentable. Encima, el rostro humano que le ponen está hecho de forma penosa; deberían haber utilizado motion capture para hacerlo, pero se ve que no –es un efecto mas propio de una película de los años 90 que de un film de 2011 –. Luego, la situación se resuelve demasiado rápido OJO SPOILER con la protagonista volando a la cosa con una simple granada FIN DEL SPOILER.




Claro, que ahora que lo pienso, este fallo también se lo podemos achacar a la película de Carpenter. Porque una de la pocas cosas que me rechinan de ese film es el enfrentamiento final, que no estaba a la altura del conjunto de la película y, al igual que pasa aquí, el diseño de la cosa no me convenció del todo y la situación se resolvía de una forma muy similar. Claro, que eso no exculpa a esta película, ya que podían habernos ofrecido un final mucho mas espectacular.

Resumiendo.

Una buena película que no llega, ni intenta llegar, a la maestría de la gran obra de John Carpenter. Pese a los fallos que tiene, el conjunto es bastante bueno y la película se disfruta de principio a fin. Como precuela, la película funciona muy bien. Pese al fallo que he dicho antes en el spoiler, ata muy bien los cabos para enlazar su trama con la del film original, al que respeta en todo momento –salvo algunas escenas copiadas descaradamente, como ya he dicho antes –y se la toma muy en serio.

Como ya he dicho al principio, es una película que no había mucha necesidad de hacerla. Pero, ya que la han hecho, es agradable de que nos hayan ofrecido un buen film que no abochorna a los fans del film de 1982; al menos, a mi no me ha abochornado.

Después de ver a Mary Elizabeth Winstead en este film y como se desenvuelve en las escenas de acción, cada vez tengo mas claro que la desaprovecharon mucho como action women en La Jungla 4.0.










22 de noviembre de 2011

LAS AVENTURAS DE TINTíN: EL SECRETO DEL UNICORNIO (2011)














Ya he visto la última –de momento –versión cinematográfica del famoso personaje de cómic creado por el belga Georges Remi, mas conocido como Hergé, en 1929 y que es todo un icono del cómic europeo; película que ha sido realizada por dos grandes genios del cine actual: Steven Spielberg y Peter Jackson.

El film ha sido realizado enteramente en animación CGI mediante la cada vez mas popular técnica de Motion Capture, consistente en animar personajes digitales a partir de los movimientos capturados por computadora de actores reales. Algo en lo que Jackson y su compañía de efectos especiales, WETA, son unos grandes expertos, ofreciéndonos maravillas como el Gollum de El Señor de los Anillos, los Na´vi de Avatar o los simios de la reciente El Origen del Planeta de los Simios.

La película adapta tres historietas del cómic de Tintín: El Secreto del Unicornio, El tesoro de Rackham el Rojo y
El Cangrejo de las Pinzas de Oro.


La historia comienza cuando Tintín (Jamie Bell) adquiere en un mercadillo una maqueta de barco que, poco después, un misterioso individuo, Ivanovitch Sakharine (Daniel Craig), trata de comprársela a cualquier precio. Tintín se niega a venderla y la lleva a su casa. Poco después, investiga sobre la maqueta y descubre que esta es una reproducción de El Unicornio, un barco que en el siglo XVII se hundió portando un gran tesoro. Tras regresar a su casa, descubre que le han robado la maqueta e, inmediatamente, sospecha de Sakharine. Afortunadamente, Milú, su fiel perro, le descubre que los ladrones no han podido llevarse un pequeño pergamino que ocultaba la maqueta.

Prosiguiendo su investigación, Tintín es secuestrado por los hombres de Sakharine y llevado hasta el Karaboudjan, un barco del que se ha apropiado. Este quiere el pergamino, pero este le fue robado a Tintín poco antes por un carterista al que persiguen los detectives Hernández (Simon Pegg) y Fernández (Nick Frost). Una vez le dejan solo, Tintín no tarda en escaparse con la ayuda de Milú y, en su huida, se topa con Haddock (Andy Serkis), el capitán del barco, quién se encuentra prisionero de Sakharine. Ambos logran huir del barco, pero son perseguidos por Sakharine, quién está muy interesado en capturar a Haddock con vida. Tintín no tarda en descubrir que Haddock es descendiente de Sir Francis Haddock, el capitán que comandó El Unicornio y que guarda la clave para encontrar el tesoro.

La relación de Tintín con el cine no es algo nuevo.

La primera adaptación cinematográfica fue en la película Tintín: El Cangrejo de las Pinzas de Oro (Claude Missone, 1947), un film de animación de producción belga realizado con marionetas animadas con stop-motion. A esta siguieron dos películas con personajes reales, El Secreto del Toisón de Oro (Jean-Jacques Vierne, 1961) y El Misterio de las Naranjas Azules (Philippe Condroyer, 1964) –esta última rodada en España con co-producción española –y varias películas de animación tradicional; sin contar también series de Tv e, incluso, obras de teatro.

Spielberg tuvo su primer contacto con Tintín tras el estreno de En Busca del Arca Perdida (1981), cuando un rotativo francés dijo que la primera película de Indiana Jones tenía muchas similitudes con los cómics de Tintín. Spielberg entró, entonces, en contacto con la obra de Hergé y quedó maravillado, llegándose a reunir con el autor para proponerle llevar su obra al cine. Hergé, que no quedó muy contento con las anteriores adaptaciones, quedó entusiasmado con la idea. Aunque no llegaría a verlo, ya que falleció en 1983, siendo su esposa la que cerró el trato con Spielberg poco después.


Spielberg, entonces, puso a Melissa Mathison, guionista de E.T. El Extraterrestre (1982), a trabajar en el guión de la futura película. Pero esta no llegó a arrancar y, poco a poco, Spielberg fue perdiendo interés. Después, los derechos fueron recuperados por la Fundación Hergé y, en los años siguientes, varios directores mostraron su interés en adaptar a Tintín; entre ellos, el gran Jean-Jacques Annaud. Sin embargo, ningún proyecto logró salir adelante.

Fue en 2001, tras el exitoso estreno de Shrek, cuando Spielberg volvió a interesarse en Tintín, esta vez para adaptarlo en una película realizada en animación digital. Un año después, volvió a hacerse con los derechos y puso en marcha el proyecto. Pero este tampoco terminaba de arrancar hasta que, a mediados de la década, Peter Jackson, que también llevaba años queriendo adaptar a Tintín, se cruzó en su camino y los dos decidieron sacar adelante el proyecto conjuntamente.

Y así, de esa colaboración surgió el film que ahora nos ocupa. Película producida por Jackson y Spielberg, quién también se ha hecho cargo de la dirección. Cabe decir que este es el comienzo de una trilogía cuya tercera entrega ya está en marcha en vista del enorme éxito que la película está teniendo en Europa –a día de hoy lleva recaudados 187 millones de dólares, siendo su presupuesto de 135 millones –antes de su desembarco en EEUU, donde el personaje es mucho menos conocido, a mediados de diciembre.

Bueno, empecemos ya.

Tintín no está entre mis personajes de cómic favoritos, pero si he leído sus historias y conozco bien al personaje y su entorno. Así que me puedo defender bien para decir que, como adaptación, la película es bastante buena. Se mantiene fiel a los cómics y, además, fusiona muy bien las tres historias que adapta gracias a un guión bastante eficaz.



Luego está el aspecto visual y técnico, donde la película aprueba con matrícula. El trabajo que hace WETA –que ya se ha apuntado este año un buen tanto con la estupenda revisión de El Planeta de los Simios –es de nuevo para quitarse el sombrero, con una animación excelente y unos personajes digitales de lo mas logrados y reales a los que ayudan mucho la interpretación de los actores que les dan vida, como Jamie Bell como Tintín, Andy Serkis como Haddock o Daniel Craig como Sakharine.

Como film de animación y adaptación de Las Aventuras de Tintín, la película es muy, pero que muy, buena. Sin embargo, hay algo en ella que no termina de convencerme del todo.

La película es buena y me ha gustado, pero hay algo en ella que no termina de convencerme. Y creo que se lo que es.

La dirección de Spielberg.

Ya he dicho varias veces que, ultimamente, Spielberg, uno de mis directores mas admirados, me gusta mas como productor que como director. No es que el tipo haya empezado a dirigir mal. Por el contrario, sigue digiriendo muy bien y, de hecho, la dirección de esta película es genial. El problema es que, en los últimos años ha perdido ese toque personal que tanto le caracteriza en sus películas y que le diferencia de los demás cineastas.

Os voy a poner un ejemplo.

Hace años, cuando todavía no había visto El Imperio del Sol (1987) regresaba una noche a mi casa y encendí la Tv. En esos momentos estaban emitiendo esa película en no se que canal y yo, en esos momentos, desconocía por completo de que película se trataba, ya que no sabía la programación de esa noche, en el teleprograma no ponía nada –tan solo lo de “película a determinar” –y aquel televisor era tan viejo que no tenía txt. Sin embargo, me bastó ver solo unos segundos de esa película para saber que se trataba de una película de Spielberg. No sabía que película era, pero si sabía que la había dirigido el Rey Midas del cine porque su toque personal estaba por todas partes en cada uno de los forogramas; ese toque que puede apreciarse fácilmente en todas las películas que ha realizado en los años 70, los años 80 y los años 90. Pero que, a partir de A.I. Inteligencia Artificial (2001), parece que ha perdido por completo.



Sus películas siguen siendo muy buenas y Spielberg sigue dirigiendo muy bien. Pero ya no logro identificarle en ninguna de sus películas. Es mas, parece que en cada una de ellas se deja influenciar mas por el estilo de otros directores; como aquí, donde se ven muchos planos y movimientos de cámara mas propios de Jackson. Ni tan siquiera la reciente entrega de su famoso arqueólogo, Indiana Jones y El Reino de la Calavera de Cristal (2008), me trajo de vuelta, ni tan siquiera un poco, al Spielberg de siempre; y eso que a mi la película no me llegó a desagradar tanto como a la mayoría de los fans.

Y esa es lo que pasa con esta película, donde tampoco puedo ver a Spielberg por ningún lado. Y ese es el problema, porque si se hubiera limitado solo ha producir, pues no habría problema. Pero es que también dirige, y vuelve a hacerlo sin su toque personal; el cual dudo si lo recuperará algún día.

Por eso, aunque Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio es buena, está muy lograda y, sobre todo, deja con ganas de mas –ya la he visto dos veces –, como película de Spielberg flojea bastante. Por eso, a pesar de sus logros, no puedo incluirla en el Rincón de las Muy Buenas.



Eso si, es una película totalmente recomendable. Tanto para los fans de Tintín como para los que nunca han leído una historia suya en su vida.

Para acabar, quiero recalcar que la película está llena de guiños a las historias de Tintín. De todos, me quedo con el del alchool que, ante la falta de gravedad, adquiere una forma parecida a la de una pompa de jabón y sale volando. Tengo solo vagos recuerdos, pero esa escena aparecía es una de las primeras historietas de Tintín que leí y de eso es lo que mas me acuerdo.










4 de noviembre de 2011

BATMAN (1989)













El 20 de julio de 2012 se estrena The Dark Knight Rises, la tercera película de Batman dirigida por Christopher Nolan, el hombre que le devolvió la vida al hombre murciélago en el cine después de que Joel Schumacher lo asesinara salvajemente en 1997. No hay duda de que -a pesar de que algo me lo impida -escribiré aquí su correspondiente análisis en cuanto la vea. Pero, hasta entonces, pienso analizar aquí todas las películas de Batman.

Y comienzo con el film con el que Tim Burton revolucionó el cine de superheoes a finales de los 80 y que hasta 2005 tuvo el honor de ser la mejor película de Batman que se había hecho.

Aunque yo soy mas del Batman de Nolan, como bien sabéis los que me leéis, no me olvido de este film con el que he crecido y que me hizo disfrutar en mi infancia. Aunque, sinceramente, aunque me sigue gustando, ya no me impresiona como antes. Y no lo digo solo por el impacto que produjeron en mi las películas de Nolan, sino porque el paso del tiempo no le ha sentado nada bien a esta película y, hoy día, cada vez me fijo mas en sus defectos que en sus virtudes; no solo como fan de Batman, también como amante del cine en general.


Pero vayamos por partes.


La película comienza en Gotham City, una gran urbe asolada por el crimen organizado, el cual está representado por Carl Grissom (Jack Palance), el gran capo local. No obstante, las cosas empiezan a cambiar cuando surge un misterioso enmascarado en la noche que empieza a combatir el crimen a espaldas de la policía disfrazado como un murciélago y haciéndose llamar Batman. Este misterioso justiciero no es otro que Bruce Wayne (Michael Keaton), un millonario que, siendo niño, vio como sus padres eran asesinados por un atracador, lo que hizo que decidiera dedicar su vida a la lucha contra el crimen; labor en la que le ayuda Alfred Pennyworth (Michael Gough), su fiel mayordomo.
Pronto, las acciones de Batman empiezan a ser seguidas, además de por la policía o los hombres de Grissom, por los periodistas. Entre estos últimos está Vicky Vale (Kim Basinger), una tenaz reportera y fotógrafa que llega a Gotham con intención de desenmascarar al hombre murciélago. Mientras tanto, Grissom descubre que su esposa, Alicia (Jerry Hall), tiene una relación con su principal lugarteniente, Jack Napier (Jack Nicholson), por lo que decide deshacerse de él enviándole, bajo el pretexto de eliminar pruebas, a una fábrica de productos químicos donde caerá en una emboscada de la policía. Napier logra escapar de la policía, pero Batman le corta el paso y, en plena pelea, el gamster cae a una gran olla de ácido. Es dado por muerto, pero logra sobrevivir, aunque completamente desfigurado, adquiriendo la apariencia de un payaso. Ha nacido el Joker.

Esta película tardó diez años en ver la luz. En 1979, tras el éxito de Superman (Richard Donner, 1978), la Warner puso en marcha un proyecto cinematográfico para llevar al cine a Batman. No obstante, este proyecto no lograba salir adelante y el estudio empezó a perder interés en él. La cosa cambió a mediados de los 80, cuando Frank Miller le dio un nuevo impulso al hombre murciélago en los cómics con El Regreso de el Señor de la Noche y hasta que Tim Burton se puso, finalmente, al frente del proyecto después de una incansable búsqueda de posibles directores entre los que se encontraban Joe Dante, Ivan Reitman o, incluso, Ridley Scott.

La película fue un éxito enorme. Con un presupuesto de 35 millones de dólares, logró recaudar 250 millones de dólares solo en EEUU y superó los 400 millones de dólares con la taquilla mundial. También fue muy bien recibida por crítica y público y se convirtió, a parte del inicio de una saga, en todo un fenómeno cultural, poniendo de nuevo a los cómics en el punto de mira de Hollywood, como ya hiciera en su día el Superman de Donner. Además, ayudó al público no lector de cómics a quitarse de la cabeza la imagen hortera que tenían de Batman heredada de la serie de Tv de los años 60 y la versión fílmica de esta. Aunque, lo mas importante es que gustó a los fans de Batman.


¿Y que me parece a mi este film?

Como ya he dicho, yo aluciné con esta película en mi infancia pero, con el paso de los años, el impacto se ha ido desinflando; además, cabe decir que por entonces me tragaba cualquier cosa sobre Batman, incluso la serie hortera de los 60, por lo que no es de extrañar que alucinara tanto. Hay muchas películas que han marcado mi infancia. Unas han envejecido bien y para mi se mantienen tan frescas como el primer día; otras, en cambio, han ido perdiendo fuerza con el paso de los años y, aunque siguen gustándome mucho, vistas a día hoy no causan el mismo impacto.

Esta es una de ellas.

Visualmente, la película es maravillosa. El diseño de producción –por el que la película ganó un muy merecido oscar –es realmente excelente, muy fiel a los cómics y con una estética, que mezcla la moda propia de los años 20 o 40 con elementos propios de la época actual, muy lograda. El diseño del traje de Batman me encanta, lo mismo que el de su nuevo logo o el del Batmóvil y el Batwing, que son realmente alucinantes. La dirección de Burton está muy lograda. Aunque el tipo no es muy conocedor de los cómics –tal y como él mismo ha reconocido en varias ocasiones –, su estilo oscuro y gótico sirvió muy bien a la película. Lo mismo que la estupenda banda sonora, obra del gran Danny Elfman -que es colaborador habitual de Burton -, la cual es realmente impresionante.

También a nivel interpretativo la película está muy acertada. Los actores lo hacen muy bien y su trabajo es realmente muy bueno. Sobre los actores no hay ningún problema. El problema es como están tratados los personajes; cosa de lo que hablaré mas adelante.


A nivel visual y de interpretación, la película está bien. Pero, hace falta mucho mas para lograr una gran película y, sobre todo, una gran adaptación de Batman, uno de los personajes de cómic mas complejos que existen.

Uno de los puntos débiles del film es, sin duda, su guión, el cual no es malo, pero es bastante simplón y, a veces, está mal esquematizado. Es bien sabido que la elaboración del guión de esta película fue un auténtico caos, con un montón de borradores y reescrituras, y eso se nota mucho en el film.

Además, como adaptación falla mucho. La película se centra mucho en mostrar a Batman como el personaje oscuro y rodeado de oscuridad que se ve en los cómics, hasta ahí bien. Pero, por otro lado, pasa por alto muchas cosas esenciales en las historias de Batman. Una es su alter ego, Bruce Wayne, el cual es otra parte fundamental para entender la psicosis del personaje y que en la película es una personalidad casi nula a pesar de la estupenda interpretación de Michael Keaton, que es un excelente actor y ha sido mejor Batman que su antecesor, Adam West, o sus sucesores, Val Kilmer y George Clooney. Pero, aún así, no me parece que sea el Batman definitivo.

Lo mismo que el Joker, villano principal del film y la némesis de Batman en los cómics, que aquí está interpretado por otro excelente actor: Jack Nicholson.

Este Joker luce un aspecto impresionante y muy fiel al de los cómics, captando hasta el mas mínimo detalle, tanto en su vestimenta, como en su aspecto físico. Además, la interpretación de Nicholson es sensacional y el personaje mantiene mucho de la personalidad y el humor negro que lo caracterizan. Este Joker está muy logrado y es un estupendo villano. Sin embargo, le falta un detalle fundamental. Y es que este Joker...



...NO DA MIEDO.



En los cómics, el Joker es un personaje terrorífico. Un auténtico hijo de puta. Alguien a quién no querrías tener ni a diez kilómetros de distancia. En serio, a mi este personaje siempre me ha acojonado leyendo los cómics. Solo de pensar que pudiera existir alguien así en la vida real se me ponen los pelos como escarpias.

No quiero decir que este Joker sea una hermanita de la caridad –o un payaso a secas como el de la serie de los 60 –, pero os juro que en ningún momento me llegó a dar miedo, ni siquiera cuando vi la película por primera vez con 11 o 12 años –tenía 9 años cuando la estrenaron en el cine, pero no pude verla entonces y tuve que esperar un poco para ello –. Es un cabrón, un psicópata y un cachondo que se parte de risa cuando mata a la gente sin pestañear y que desfigura mujeres. Pero, aún así, no me llegó a dar ni una pizca del pavor que me produce en las viñetas.


Eso sin mencionar lo mucho que me fastidia que le busquen unos orígenes, algo que no me gusta nada. Incluso en La Broma Asesina, el estupendo cómic de Alan Moore, las partes correspondientes al origen del Joker me parecen prescindibles. Uno de los mejores puntos del Joker es no saber quién es, ni de donde ha venido o cuales son las razones de su demencia. Precisamente, por eso es el mayor adversario de Batman, ya que es un oponente al que el héroe no puede llegar a comprender.

De que le conviertan en el asesino de los padres de Batman, ya ni hablo –los hay que, para justificarlo, dicen que el que le acompaña en la escena del asesinato de los padres es el mismo Joe Chill, el verdadero asesino de los padres en los cómics, pero eso no me vale – . Aunque, bueno, es una licencia que se puede pasar por alto.

Lo que de verdad no me hace ninguna gracia es que lo maten al final. David S. Goyer, co-guionista de las películas de Nolan, afirma que fue el mayor error que cometieron en la película y yo, desde luego, le doy la razón. Burton lo justificó diciendo que no veía lógico que el Joker volviera a aparecer en futuras secuelas. Una tontería y, desde luego, no es razón para matar al mayor enemigo de Batman. Da igual que no fuera a aparecer en otras películas, el solo hecho de saber que está vivo y preso en Arkham para mi es mas que suficiente.

Además, en la película Batman es causante de otras muertes, convirtiéndole en un asesino; algo que ni por asomo es en los cómics.


Quién de verdad sufre un trato realmente nefasto en la película es, sin duda, el comisario Gordon, personaje que en los cómics tiene una gran importancia como aliado del hombre murciélago, pero que en la película lo convierten en un secundario del tres al cuarto, cuya relación con Batman es casi nula y su presencia en el film es completamente anodina. Al menos, el actor que le da vida, Pat Hingle, hace un buen trabajo; ya he dicho que el trabajo interpretativo del film es bastante bueno.

Por otro lado, Vicki Vale está realmente fantástica. Interpretada por Kim Basinger, que además de muy bella es una excelente actriz, la chica del film es sin duda de lo mejor de la película a nivel de personajes junto con Alfred, el fiel mayordomo de Bruce Wayne y mano derecha de Batman, interpretado por Michael Gough.

Y no me olvido de Billy Dee Williams -el Lando Calrissian de Star Wars -, que da vida a Harvey Dent, el futuro Dos Caras –si, Burton también se atrevió a poner a un actor negro para interpretar a un personaje de cómic de raza blanca –o Jack Palance, que interpreta a Carl Grissom, un personaje que no aparece en los cómics, pero que está inspirado en el personaje de Rupert Thorne. Ambos hacen un buen trabajo como actores, pero ambos están bastante desaprovechados.


Resumiendo.

Una película bastante buena. Muy entretenida y, sobre todo, muy lograda a nivel visual e interpretativo, pero que falla mucho como adaptación y que, como ya he dicho antes, ha envejecido muy mal con el tiempo. Además, a pesar de su estupendo diseño de producción y la buena dirección de Burton, hay momentos en los que la puesta en escena resulta demasiado teatral y eso estropea algo el conjunto.

Es muy superior a otras adaptaciones del hombre murciélago, sobre todo a la serie de los 60 o sus secuelas; especialmente, las que dirigió Joel Schumacher. Pero, sin duda, no es la adaptación definitiva de Batman. Por decirlo de una manera, se centra mas en el disfraz que en el hombre que va dentro de él.


Tendrían que pasar 16 años para que Batman tuviera la adaptación cinematográfica que de verdad se merece.