25 de marzo de 2011

UNDERWORLD (2003)






Vamos ahora con la película que comenzó esta saga, de la cual se rueda actualmente su cuarta entrega y que es una de mis favoritas.

Como ya dije en el post de Underworld: Evolution, este film fue una agradable sorpresa para los amantes del cine de acción y del fantástico; pero tampoco es una película redonda y tiene algunos fallos que la hacen algo difícil de ver y ser inferior a su estupenda secuela.

Pero, vayamos por partes.

La película trata como, desde hace siglos, vampiros y hombres lobo se han enfrentado en una guerra a espaldas de la humanidad. En medio de la lucha, Selene (Kate Beckinsale), una guerrera vampiro, descubre que los hombres lobo van detrás de un humano, Michael (Scott Speedman). Desobedeciendo las órdenes de Kraven (Shane Brolly), quién lidera el clan vampiro mientras su líder, Viktor (Bill Nighy), duerme, Selene va en busca de Michael y lo rescata cuando los hombres lobo tratan de capturarlo. Pero no puede evitar que Lucian (Michael Sheen), el líder de los licántropos, al que se creía muerto, le muerda y empiece a convertirse en un hombre lobo.

Otra cosa que no puede evitar Selene es enamorarse de él, algo totalmente prohibido por la leyes de su clan. No obstante, la cosa va mucho mas allá cuando descubre un complot entre Lucian y Kraven, quién resulta ser un traidor, para crear una nueva raza de híbridos entre vampiros y hombres lobo en donde es indispensable la sangre de Michael, quién es desdendiente director de Alexander Corvinus, el primer inmortal.

El film es, en el fondo, la clásica historia de Romeo y Julieta –utilizada de mil formas en el cine –, esta vez enmarcando la historia en el mundo de los vampiros y los hombres lobo.

Está dirigida por Len Wiseman, un buen director que aquí hacía su debut cinematográfico y que es el alma máter de esta saga, dirigiendo después la estupenda secuela y produciendo la tercera y la futura cuarta entregas. También fue el autor de la historia original junto a Kevin Grevioux y Danny McBride; este último, encargado de la escritura del guión final.

La película, desde luego, es muy buena. Como ya he dicho antes, fue una agradable sorpresa en su día gracias, sobre todo, a su temática y a su estética de cómic mezclada con la de las películas de Blade y Matrix. El diseño de producción es muy bueno, lo mismo que su fotografía tenebrista y su banda sonora. Tiene unos efectos especiales a la altura y unas logradas secuencias de acción. También tiene las dosis justas de violencia y los hombres lobo están muy logrados; aunque, por problemas de presupuesto, sus cuerpos no tienen mucho pelo y, además, no se les puede ver, cuando están transformados del todo, luchando contra los vampiros.

Los actores también hacen un buen trabajo. Tanto Bill Nighy, como Scott Speedman, Sophia Myles –la otra fémina de la historia; aunque algo desaprovechada –o Michael Shee, quién aquí si hace una excelente interpretación; nada que ver con su histrionico –e insoportable –personaje de Tron Legacy (Joseph Kosinski, 2010).

No obstante, quién logra brillar con luz propia es su protagonista, la excelente Kate Beckinsale; quién dio un radical cambio de registro en en esta película. Hasta el momento, era mas habitual verla en dramas y películas de época. Ya había hecho alguna que otra película de terror y de misterio en el pasado. Pero aquí sorprendió dando vida a una heroína de acción enfundada en cuero negro ajustado. Y se ve que le gustó porque, además de repetir en la secuela y en la cuarta entrega –en la tercera, que es una precuela, no aparece, ya que la historia tiene lugar años antes de que naciera su personaje –, repitió al año siguiente en Van Helsing (Stephen Sommer, 2004).

La película es buena, pero no del todo. También tiene varios fallos que hacen que no pueda ser la obra maestra que debería ser.

Por poner un ejemplo. La película costó 22 millones de dólares, un presupuesto casi de serie B hoy día, y se nota mucho que Wiseman tenía en mente una película mucho mas grande. Esto se nota, especialmente, en las escenas de acción, las cuales están muy logradas, pero dan en todo momento la sensación de que quieren ser mas de lo que son. No se si me explicó. No es que quiera decir que la película sea mala porque su presupuesto es bajo, el problema es que Wiseman la realizó teniendo mas en mente una gran producción en lugar de un film de serie B, que es lo que es en realidad esta película.

Otro fallo del film está en el guión. No es que el guión sea malo, la histórica y los diálogos están muy bien. Pero si le falla el ritmo muchas veces y la película se hace algo caótica. En Underworld: Evolution el ritmo nunca decae y la historia va progresando a medida que avanza el film. Aquí, sin embargo, la historia no llega a solidificarse en ningún momento y su narrativa es bastante floja. Por no hablar de que deja bastantes cabos sueltos; algunos, afortunadamente, bien atados en la secuela.

Pero, de todas maneras, la película es muy buena, muy disfrutable y totalmente recomendable a cualquier amante del fantástico y el cine de acción. Aunque superada por Underworld: Evolution –donde, afortunadamente, Wiseman y su equipo aprendieron de los errores –, una película muy lograda y un muy buen comienzo para esta saga.





21 de marzo de 2011

BATTLE : LOS ANGELES (2011)








Ya he visto Battle: Los Angeles, película que se estrenó en EEUU el pasado 11 de marzo y a España llegará el próximo 1 de abril bajo el título de Invasión a la Tierra –de nuevo se han roto los cuernos para ponerle título en español cuando el título original, ya de pos si, está bastante bien –. 

Es una película que esperaba con ansias. Su temática, las invasiones extraterrestres –un subgénero de la ciencia ficción que, por mucho que digan que ya está acabado, aún sigue dando bastante juego –, es algo que me interesa mucho. Además, la premisa argumental era bastante interesante y los trailers e imágenes que han estado saliendo estos últimos meses eran de lo mas espectacular.

Sin embargo, también la esperaba con cierta desconfianza, ya que aún pesaba mucho la enorme decepción que supuso Skyline (Colin Strause y Greg Strause, 2010), cuyos trailers también nos prometían una película espectacular e impresionante y, al final, resultó ser un montón de mierda.
Esa era la gran duda que tenía con respecto a este film. Si sería la espectacular película que nos prometían o, por el contrario, sería la gran decepción que nos colaron los hermanos Strause. Quienes, por cierto, participaron en los efectos especiales de este film y, de hecho, tuvieron recientemente un conflicto legal con su estudio, Sony Pictures, quienes les acusaban de haber robado material de su película para utilizarlo en Skyline. Por lo visto, ellos no dijeron que estaban haciendo su propia película sobre invasiones extraterrestres cuando fueron contratados y, al parecer, metieron al enemigo en casa.


Bueno, volviendo al film, debo decir que aquí, afortunadamente, si se cumplen las expectativas
Vayamos por partes.

La película trata de como la Tierra es atacada por una feroz raza alienígena que inicia un gran ataque a escala mundial en varias ciudades del mundo que se convierten en campos de batalla. En Los Ángeles, un comando de marines enviado en una misión en busca de supervivientes se ve rodeado por los extraterrestres en medio de una terrible batalla de la que les será muy difícil salir con vida. El sargento de ese comando (Aaron Eckhart), una sargento técnico de las fuerzas aéreas (Michelle Rodriguez) y una veterinaria (Bridget Moynahan) se convertirán en la clave, no solo para salir con vida del asedio extraterrestre, sino de como conseguir derrotar a esos bichos.
Empezaré diciendo que esta película no engaña a nadie. Como ya he dicho, no ocurre lo mismo que con Skyline, donde nos vendieron unos trailers realmente impresionantes en donde, practicamente, se exponía lo poco de espectacularidad que tenía el film. Aquí no ocurre lo mismo. De hecho, podría decir que los trailers se quedan, incluso, cortos, ya que la película es, incluso mucho mas espectacular aún.


El film es totalmente brutal. Hay unas escenas de batallas dignas de películas como Black Hawk Derribado (Ridley Scott, 2001) e, incluso, Salvar al Soldado Ryan (Steven Spielberg, 1998), rodadas con un ritmo frenético, estilo corresponsal de guerra –con la cámara al hombro moviéndose mucho –que las hacen mas impresionantes aún y todo con una violencia y crudeza impresionante. Escenas como la de la autopista o la impresionante batalla final son una auténtica pasada. Quién vaya a ver este film buscando, solamente, acción por un tubo, no va a salir nada defraudado. Palabra.

A todo ello le unimos un diseño de producción excelente, con una apocalíptica ciudad de Los Ángeles convertida en un campo de batalla, con sus calles en ruinas llenas de cadáveres, y unos extraterrestres, y sus naves, muy logrados. También los efectos especiales son muy buenos y no están nada de mas en un film como este.

Aunque, la película no es solo acción y efectos especiales. Tiene un guión, obra de Christopher Bertolini (La Hija del General), que no es ninguna maravilla, todo hay que decirlo, pero es eficaz y cumple bien su cometido. La acción no tarda en arrancar y sabe rellenar bien los tiempos muertos entre batalla y batalla. Tan solo falla en algunos diálogos pero, por lo demás, el guión es bastante acertado. Lo mismo que su reparto, donde todos sus interpretes hacen un buen trabajo; tanto los protagonistas y caras conocidas del reparto (Eckhart, Rodriguez y Moynahan), como sus secundarios y desconocidos.


No son interpretaciones dignas de oscar pero, a nivel interpretativo, la película está bastante acertada. Además, la dirección de actores es bastante buena.

El film está dirigido por Jonathan Liebesman, un director bastante eficaz. Sus anteriores películas –En la Oscuridad (2003), La Matanza de Texas: El Origen (2006) o la independiente The Killing Room (2009) –, aunque no son para tirar muchos cohetes, están bien dirigidas y bastante logradas, demostrando que es alguien eficiente que sabe dirigir. Y aquí, sin duda, ha hecho su mejor trabajo.
Antes de terminar, hay otro tema que quiero tratar.

El film tiene muchas críticas negativas basadas mas en su ideología política que en sus méritos cinematográficos, recalcando que se trate de una película de heroicos soldados USA salvando al mundo. Lo mismo sucedió en su día con Independence Day (Roland Emmerich, 1996) y películas similares. Y, vamos, razón tienen en parte, porque es una película totalmente patriótica y no me extrañaría nada que el ejército americano la utilice para levantar la moral de sus tropas en Afganistán o cualquier otro sitio que les de por invadir.

Pero, vuelvo a decir lo que he dicho antes. Esta película no engaña a nadie. Es una película que es lo que es y se ha vendido como tal. Todo el que vaya a verla sabe de antemano lo que se va a encontrar: marines americanos luchando heroicamente para defender su país –aunque la amenaza sea a nivel mundial –. La gente que tenga bien claras sus ideas políticas seguro que no las cambiarán si ven este film. Y a los que pasen de política, como yo, todo esto se la va a traer floja.

Seguro que muchos de los que critican esta película por patriótica y militaristas son esos que, en 2003, saltaron como perros rabiosos por la guerra de Irak y, ahora, con la guerra de Libia -que es una guerra, por mucho que esa perra de Trinidad Jiménez diga que no -, se esconden como ratas porque mandan los suyos. Como ya he dicho, esta película no engaña a nadie. Es una película totalmente sincera y la sinceridad es algo que valoro mucho; mas que la hipocresía y la doble moral, que es de lo que hacen gala todos estos borregos que van de progres y luego no tienen ni puta idea ni de donde está la izquierda.


Resumiendo.

Una película muy buena, que da todo lo que promete y no defrauda nada. A todo el que le supuso una gran decepción Skyline, que aquí esté tranquilo, porque no nos encontramos ante otra estafa. Aquí hay un director, un guionista, unos actores y un equipo mucho mas competentes; además de un presupuesto mucho mayor –70 millones de dólares –, por lo que no nos encontramos con otro film de serie B camuflado de superproducción. Por cierto, a la película le está yendo bien. En su segunda semana, lleva ya 60 millones de dólares solo en la taquilla americana y unos ingresos brutos de 77 millones de dólares.

No se si será verdad que los Strause robaron material de este film para su Skyline. Pero da igual, porque esa bazofia que hicieron no le llega ni a la suela de los zapatos a esta estupenda película.


Totalmente recomendable.




12 de marzo de 2011

U-571 (2000)











Recuerdo que vi esta película en su día en el cine a pesar de que no me despertaba muchas expectativas. La vi, simplemente, porque me encantan las películas de submarinos, sobre todo, si están enmarcadas en la II Guerra Mundial. Sin embargo, aún así, no le tenía muchas esperanzas a este film. Las imágenes y trailers que había visto hasta entonces no me daban muchas esperanzas y creía que se trataría de una mala copia de Das Boot (1981) –conocida en España como El Submarino –, aquella gran película alemana de Wolfgang Petersen –quién, ese mismo año, estrenó con mucho éxito La Tormenta Perfecta –, y pensaba que me iba a decepcionar.

Nada mas lejos de la realidad. Todavía me alegro de haber ido a ver esta película en el cine porque la disfruté de principio a fin y salí del cine con una gran satisfacción y con muchas ganas de verla otra vez.

Año 1942, en plena II Guerra Mundial. Los alemanes están ganando la partida a los aliados en el mar gracias a enigma, un sistema de comunicaciones que permite a sus submarinos atacar objetivos muy precisos con mucha exactitud. No obstante, los aliados detectan una llamada de socorro del U-571, un submarino alemán averiado que posee en su interior uno de los aparatos de enigma del que tienen que apoderarse para poder interceptar las comunicaciones alemanas. El S-33, un viejo submarino americano de la I Guerra Mundial capitaneado por Mike Dahlgren (Bill Paxton) y sus dos oficiales, Andrew Tyler (Matthew McConaughey) y Henry Klough (Harvey Keitel), es enviado a la posición del U-571 camuflado como un submarino alemán con la misión de capturar dicho submarino y hacerse con el enigma. Finalmente, lo consiguen pero, poco después, son atacados por otro submarino alemán que destruye al S-33 y mata a Dahlgren. Comandados por Tyler, los supervivientes se ven obligados a viajar a bordo del averiado U-571, donde logran acabar con el otro submarino. Sin embargo, la situación empeora cuando se vean enfrentados a un destructor alemán que emprende una cacería con ellos.

La película recrea un suceso histórico ocurrido en 1942. Eso si, se toma sus libertades, como que los protagonistas son americanos cuando, en la realidad, eran de nacionalidad británica. Pero, bueno, en una película enfocada al entretenimiento, este tipo de cosas se perdonan. Además, si revisamos el 99% del cine histórico y bélico, nos encontraríamos muchas libertades como estas e, incluso, mayores.

Dejando todo esto a un lado, la película es muy buena. Como ya he dicho antes, se disfruta de principio a fin. Es una película que no aburre nada y, aunque sabemos de antemano como va a terminar la historia, mantiene el interés y la tensión hasta el final.

Su director es Jonathan Mostow, director que, antes de este film, había dirigido la interesante Breakdown (1997), protagonizada por Kurt Russell, y, después de esta película, dirigió la tercera entrega de Terminator, Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas (2003), y la cinta de ciencia ficción Los Sustitutos (2009), adaptación de un cómic del mismo nombre, con Bruce Willis. Es un director bueno, sabe rodar y montar muy bien y se toma muy en serio su trabajo en todas sus películas. Y aquí hizo uno de sus mejores trabajos; por no decir el mejor.

Técnicamente, la película es una maravilla. El diseño de producción es fascinante y la ambientación histórica es de lo mas lograda. Desde que empieza hasta que termina te hace sentir la sensación de que estás en plena II Guerra Mundial; a diferencia de otras películas mas fallidas que resultan menos creíbles. Además, todo está salpicado de un estilo clásico que la hace mas atractiva. Los efectos especiales también están a la altura. Aunque, falla un poco la explosión del final, la cual está un poco mal echa y estropea el conjunto; aunque, no mucho, por suerte.

Otro punto brutal de la película es el sonido, especialmente, en las escenas cuando explotan las cargas anti-submarino del destructor; recuerdo que, en el cine, salté mas de una vez en la butaca cuando estallaban. Cabe decir que la película recibió en su día un oscar al mejor montaje de sonido y, desde luego, se lo merecía mucho.

El guión es bastante bueno. No es una maravilla, todo hay que decirlo, pero está a la altura; sobre todo en lo que a personajes y diálogos se refiere. El ritmo nunca decae, el desarrollo es bueno y la historia no se estanca en ningún momento.

La película está muy bien rodada y montada. Como ya he dicho, Mostow es buen director y aquí dirige muy bien, tanto las escenas de acción como los momentos dramáticos y de tensión: además, sabe darle al film ese sentido claustrofóbico que tanto caracteriza a este tipo de películas. Una de las mejores escenas es cuando los protagonistas, disfrazados de alemanes, asaltan el submarino alemán que da nombre a la película. Cuando se aproximan en las barcas, se respira tensión en todo momento y, después, cuando comienza el asalto, la escenas en realmente brutal.

En cuanto al reparto, la película tampoco decae. El trabajo de los actores es muy bueno y ninguno lastra el film. No son interpretaciones de oscar pero, a nivel interpretativo, la película está muy acertada. Incluso el cantante Jon Bon Jovi, que como actor deja mucho que desear, se toma en serio su trabajo y no da la sensación de estar de mas.

Resumiendo.

Una película muy buena, no defrauda nada y es totalmente recomendable; sobre todo, a quién le guste el cine bélico y las películas de submarinos. La mejor película, sin duda, de su director. Por cierto, no le fue nada mal. Con un presupuesto de 62 millones de dólares, consiguió recaudar 77 millones solo en EEUU y en todo el mundo hizo 127 millones de dólares.

Desde luego, no me arrepiento nada de haberla visto en el cine en su momento y, sin duda, la volvería a ir a ver si la reestrenaran, ya que vale la pena.